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BARCELONA

La semana Ferran

El delantero, que cumplió 23 años este miércoles y ha marcado en sus dos últimas visitas al Bernabéu, hará de nueve por la baja de Lewandowski en el Clásico. El domingo le espera ‘su’ Valencia.

Ferran celebra un gol en el Bernabéu.
JAVIER SORIANOAFP

No es una semana más para Ferran Torres. Este miércoles celebra su cumpleaños número 23 (en realidad, es hijo de año bisiesto porque nació un 29 de febrero en 2000). El jueves le espera el Madrid y el domingo, el Valencia. Unos días llenos de motivación para un delantero que, además, se ha encontrado una magnífica oportunidad para reivindicarse. La lesión de Lewandowski, que se ha unido a la de Ousmane Dembélé y al bajo momento de Ansu, le convierte en una de las pocas esperanzas de gol del Barça.

El Bernabéu se le ha dado bien a Ferran que, con espacios, jugó un partidazo la temporada pasada. Marcó el 0-3 y asistió a Aubameyang en el 0-4. Eran buenos tiempos para Ferran, que empezó lanzado en el Barça. Sin embargo, él mismo ha admitido que se fue metiendo “en un pozo del que no sabía cómo salir”. Después de marcarle un gol al Eintracht en Frankfurt, entró en barrena. No vio portería y eso afectó su ánimo. En verano, empezó a ir al psicólogo. “Nunca me había venido tan abajo y es lo que mejor que pude hacer”.

Pero el ánimo no fue lo único que se lesionó en verano. Justo antes de empezar la temporada, un azulejo roto en su piscina le desgarró un pie y empezó la temporada con retraso respecto a sus competidores directos, Raphinha y Dembélé. Por un momento, Ferran pareció encontrar su momento. Antes del Mundial, jugó muy bien ante el Viktoria Plzen, Almería y Osasuna; y arrancó la cita de Qatar con dos goles contra Costa Rica. Luego, volvió a apagarse y a jugar menos hasta hace una semana, cuando un buen partido ante el Cádiz le reanimó en un momento de la temporada en el que le va a hacer mucha falta a un equipo plagado de lesiones.

Ferran, que en una reunión con medios la pasada semana confesó su pasión por los perros y el cine, se siente en un buen momento. Aunque se sentía bien en el extremo, es consciente de que llegan unos partidos en los que va a tener que ayudar desde el puesto del delantero centro. Pero también sabe que está delante de un escenario apetitoso. Todos los ojos le mirarán a él y al barcelonismo no hay manera de ganárselo más que con un gran partido en el Bernabéu. Es la semana Ferran.