La Copa regresa a Vigo frente a la Real Sociedad 1.909 días después
La última cita del torneo del KO en Balaídos fue en noviembre de 2018, también frente a la Real Sociedad. Benítez se agarra al factor Douvikas.
EI 1 de noviembre de 2018 se disputó en Balaídos la ida de los dieciseisavos de final de Copa entre Celta y Real Sociedad. Los vigueses tuvieron ocasiones para golear, pero Sisto y Hjulsager se estrellaron con los postes. Aspas fue el único capaz de ver puerta, dibujando un buen escenario para la vuelta. Sin embargo, un gol de Juanmi en el 90 abofeteó a los de Mohamed, que diez días después fue cesado y ya no se sentó en el partido de vuelta, en el que la Real atropelló al Celta.
El cambio de formato, los batacazos en las primeras rondas y la mala fortuna en los sorteos han impedido que el estadio vigués vibrara con la Copa en estos últimos cinco años. Han tenido que pasar 1.909 días para que el torneo del KO regrese a Vigo. Lo hace además en un año muy especial, el del Centenario, y con una afición necesitada de alegrías después de tanta agonía. Por eso hoy habrá recibimiento al equipo, como en las grandes citas. Igual que sucedió en la última jornada de la temporada pasada, la afición intentará llevar a su equipo en volandas hasta la victoria (sigue el partido de hoy en directo en As.com).
Factor Douvikas.
A la chita callando, en el Celta está naciendo un nuevo ídolo. Se llama Tasos y en el césped olvida toda la ternura que desprende fuera de él. Hace una semana estaba celebrando el cumpleaños de su gato y al día siguiente acribilló al Valencia sin piedad. Es el pichichi de la Copa y en su mochila viajan buena parte de las esperanzas celestes. No obstante, por si acaso, en el banquillo estará la bala de Aspas. Benítez todavía no lo ha necesitado en esta Copa, pero el moañés está ilusionado con hacer algo grande.
El entrenador madrileño seguirá apostando por la segunda unidad, aunque con matices. En defensa y en ataque jugarán los mismos que vencieron en Mestalla, pero en el centro del campo sí habrá variaciones importantes. Miguel Rodríguez seguirá siendo la amenaza por la derecha, pero en la izquierda actuará el canterano Hugo Álvarez y el doble pivote estará compuesto por Tapia y Jailson, que desbancan a Beltrán y Sotelo.
La Real, por su parte, afronta el duelo con seguridad después de imponerse en el aperitivo de hace tres días. Los de Imanol quieren dedicarle el pase a Aihen, lesionado de gravedad el pasado sábado. Los de Imanol han recuperado el rumbo tras el varapalo del derbi, con dos triunfos de postín a domicilio en El Sadar y en Balaídos. El sueño es llegar a una nueva final y levantar el trofeo.
Balaídos es un lugar feliz para la Real, ya que en las últimas cinco visitas ligueras ha cosechado un pleno de victorias. Para encontrar el último triunfo vigués hay que remontarse a abril de 2019, cuando los celestes se impusieron 3-1 gracias al doblete de Aspas y un tanto de Maxi Gómez después de que William José adelantase a los realistas y más tarde allanase el camino local al ver la roja directa.
Imanol tiene las bajas de Aihen, Carlos Fernández, Odriozola, Zubimendi, Barrenetxea, Traoré y Kubo, además de jugadores tocados como Merino, Oyarzabal, Zahkaryan o Elustondo, que arrastran diversias molestias. Un panorama desolador en lo físico, pero esplendoroso en lo anímico, con el equipo vivo en todos los torneos y hasta luciéndose en la Champions.
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