John Neeskens: “La gente podría esperar al Sevilla, Atlético o Betis pero el sábado vimos de lo que es capaz Las Palmas”
El hijo de la leyenda del Barça comanda la zaga del CE Europa (2ª RFEF), que este martes recibe a Las Palmas en Copa. “Puede pasar cualquier cosa”, advierte.
Acumula recuerdos y vivencias que darían para una saga. Hijo de leyenda entre leyendas del Barcelona, ha compartido vestuario y hasta habitación con futbolistas tan dispares como Gerard Moreno, Marcos Senna, Raúl González o Gerrard. También estuvo bien cerquita de un vestuario “lleno de estrellas como Eto´o, Messi, Ronaldinho, Deco, Yaya Touré, Puyol, Márquez, Víctor Valdés...” cuando su padre, Johan Neeskens, fue el segundo entrenador de Rijkaard.
John no para quieto. Este lunes, en la víspera de recibir a Las Palmas con el Europa en la Copa del Rey, atiende a Diario AS con toda la gentileza posible, ni que así en el fútbol como en la vida hubiera heredado la elegancia del apellido que tanto enaltece. “Siempre fui ”el hijo de”, pero para mí es un gran orgullo”, proclama al otro lado del teléfono (sigue el partido en directo en As.com).
El día se consume. Por la mañana, estudio de un importantísimo curso de entrenador. Después, buena charla con Diario AS. Más tarde, entrenamiento. Y todo, siempre, con una sonrisa.
Le pillo en medio del curso de entrenador.
Correcto. Ahora mismo estoy también realizando el UEFA B. Ya ejerzo de entrenador en el Europa en un equipo de categoría cadete.
Tiene usted apenas 31 años. Es un ejemplo de que un jugador, si quiere seguir ligado al fútbol, no debe detenerse en su proceso de formación.
Claro. Mientras pueda seguir combinándolo, te lo permitan los horarios y además tengas la facilidad de estar en el mismo club, es una ventaja. También voy formándome como entrenador, que es algo que me gusta. Puedo estar viendo las cosas desde los dos lados, tanto de jugador como de entrenador. Todo lo que ahora vaya ahorrando para mí, mejor.
Que lo haga ahora no quiere decir que su retirada esté próxima..
Exacto. Para nada pienso en colgar las botas sino que para mí es un aprendizaje más, supone seguir formándome. Implica seguir haciendo lo que más me gusta y, de cara a un futuro, estar lo más preparado posible.
En su doble faceta de entrenador y jugador, ¿cómo ve el partido de Copa? ¿Qué tal sentó este enfrentamiento en el CE Europa?
(ríe) ¡Muy bien! Y más ahora. La gente podría esperar un rival como el Sevilla, Atético, Betis… pero ya vimos este fin de semana de lo que es capaz Las Palmas, los jugadores que tiene, lo bien que está trabajando ahora con Diego Martínez… Será un partido espectacular de vivir en nuestro estadio. Recibimos a un equipo de Primera División, así que estamos con muchísimas ganas.
Martínez insistió mucho ayer en la necesidad de Las Palmas de adaptarse a un campo tan pequeño como el del Europa. ¿Realmente pasan por ahí las opciones de su equipo?
Claro. Esto siempre es un hándicap para los equipos de Primera que no están acostumbrados a este tipo de superficies o campos en los que, quizás, hay menos espacio. Obviamente nosotros, que podemos jugar en casa cada dos semanas, tenemos que salir muy concentrados, al máximo, y saber que será un partido muy difícil pero en el que puede pasar cualquier cosa.
“La Copa es una competición muy atractiva. Este es un partido muy difícil para nosotros pero puede pasar cualquier cosa".
Para clubes como el Europa este formato copero debe ser una auténtica bendición.
Creo que la Copa del Rey es una competición muy atractiva. Lo estamos viendo porque antes era diferente y ahora, al ser a un solo partido y normalmente en el campo del rival en este caso con menor categoría, se da ese plus de competitividad que hace que existan sorpresas, y en este caso nosotros queremos darla contra un Primera. Hay que dar nuestro máximo nivel.
Es usted hijo de un leyenda absoluta del fútbol mundial que falleció recientemente. ¿Cómo era Johannes Jacobus Neeskens, alias Johan II, Neeskens para todas y todos?
Una persona muy querida, cercana. Creo que aquí, en Barcelona, generó mucha estima. Era una persona muy normal, como digo. Conmigo siempre estuvo muy bien. Estoy muy orgulloso de poder llevar su apellido en la camiseta y representarlo tanto dentro del campo como fuera.
¿Ser hijo de una institución así le ha venido bien o mal en su faceta como futbolista? Las comparaciones siempre son odiosas.
Siempre, desde que era bien pequeño, se oía por la grada: “El hijo de Neeskens está aquí”, “el hijo de Neeskens juega aquí…" Siempre he sido “el hijo de”. Pero esto para mí es un orgullo y siempre lo he sabido llevar muy bien. También ha sido un reto. Somos jugadores diferentes pero para mí, poder hacer lo que más me gusta y en la ciudad donde él llegó al máximo nivel también es un gran premio. Siento todo el orgullo del mundo de poder representar lo que fue mi padre y que la gente todavía lo recuerde con tanto cariño.
¿Llegó usted a jugar en el Barça?
Empecé a jugar en la Damm, que es una cantera muy reconocida en Cataluña y que trabaja muy bien las categorías inferiores. En mi etapa como juvenil me fui al Villarreal, donde estuve dos años. De ahí volví aquí a un par de equipos de lo que era Segunda B (Sant Andreu, Badalona, Gavá, Prat, Lleida o Terrasa) para después dar el salto a Estados Unidos, a la MLS. Allí hice mucha carrera.
En un país donde también jugó su padre.
Sí, en el New York Cosmos. Como Pelé (sonríe). También tuve la suerte de poder jugar allí y coincidir con Raúl González y Marcos Senna. También lo hice en Los Ángeles Galaxi, Miami, Colorado Rapids…. Para mí fue una gran experiencia.
En la cantera del Villarreal también coincidió con otros grandes jugadores del fútbol español.
Cuando llegué allí también firmó Gerard Moreno. Compartíamos habitación. También estaban Borja Iglesias, Florin Andone… Cuando éramos juveniles vivíamos en la residencia y compartimos muchos momentos juntos.
Su padre llegó a ser segundo de Rijkaard entre 2006 y 2008. ¿Cómo vivió usted la última etapa de aquel gran Barcelona ya venido a menos?
Imagínate. El Barça venía de ganar la Champions. Aquel era un vestuario lleno de estrellas como Eto´o, Messi, Ronaldinho, Deco, Yaya Touré, Puyol, Márquez, Víctor Valdés… Infinidad de jugadores espectaculares. Da la casualidad de que yo también era recogepelotas en aquella época, así que lo vivía muy de cerca. Lo recuerdo como una experiencia increíble esa de estar tan cerca. Entrar alguna vez en el vestuario, en alguna concentración… Estar tan cerca de tus ídolos era algo increíble.
“Con aquellos futbolistas del Barça alucinabas simplemente con tenerlos al lado. Era gente muy humana".
Se suele decir que la gente alucinaría todavía más con jugadores así si pudiera verlos entrenar.
O teniéndolos al lado. Simplemente, sin verlos entrenar, pasar por su lado… Era gente muy humana, que te saluda, que hablan contigo, que te preguntan… Lo mismo me pasó en Los Ángeles Galaxy. Tenía al lado entrenando a Gerrard, Robbie Keane, Cole, Giovanni Dos Santos… Poder estar con ellos en los entrenamientos era un aprendizaje constante.
¿Qué le aportó haber estado esos años en Estados Unidos?
Creo que poder vivir otras culturas, en otro país, te da la oportunidad de conocer a mucha gente, de salir de tu zona de confort… Creas vínculos que te ayudarán tanto a nivel deportivo y profesional como personal. Gente joven a la que le guste salir siempre está a tiempo de volver a casa. Uno siempre puede volver donde estaba. Que no tengan miedo de salir, conocer. Estoy muy contento de mi experiencia y, seguramente, la volvería a repetir.
Su padre también fue conocido como Johan II. El primero se apellidaba Cruyff, fallecido hace unos años. ¿Qué recuerdos tiene del Flaco?
Tenía mucha relación con mi padre. Coincidieron en el Ajax, el Barcelona, la selección holandesa… Su vínculo era muy fuerte. Los llamaban Johan I y Johan II. Ahora siento mucho orgullo siempre y estoy muy contento de representar lo que era mi padre.
Con sus antecedentes familiares y las ganas que tiene de seguir ligado al fútbol, tal vez como entrenador, ¿es tan fácil adivinar el tipo de fútbol que practicarían sus equipos?
Sí. Soy un jugador al que le gusta mucho tener el balón, así que no creo que cambiase mucho como entrenador. He tenido también la gran suerte de tener muy buenos entrenadores. Este año también lo estoy viviendo con Aday Benítez aquí, en el Europa. Nos gusta tener el balón. Me imagino un John Neeskens entrenador con el balón, al que le gusta ser protagonista dentro del campo, sí.