Gil Manzano-Lewandowski, capítulo dos
El colegiado extremeño, que expulsó en El Sadar al polaco en noviembre, se reencuentra con el delantero, que aún arrastra en Liga la sanción por aquella roja.
Después de otro arbitraje trufado de errores en Mestalla, y con apenas dos días de descanso, el Comité Técnico de Árbitros le ha dado a Gil Manzano el Barça-Real Sociedad de cuartos de final de Copa. Como poco, es para que haya morbo. El colegiado extremeño se reencuentra dos meses y medio después con Robert Lewandowski, el delantero polaco que todavía arrastra la sanción por su expulsión en El Sadar el pasado 8 de noviembre. Lewandowski no sólo vio la roja por dos entradas a destiempo (más la segunda que la primera); también fue sancionado con otros dos partidos por menosprecio: aquel famoso gesto tocándose la nariz que Gil Manzano reflejó en el acta. Después de un recurso del Barça a la justicia ordinaria, la sanción fue suspendida cautelarmente, pero finalmente el Tribunal Administrativo del Deporte ratificó la sanción de tres partidos que en su día le había impuesto el Comité de Competición y había confirmado Apelación. Lewandowski, que nunca compartió la sanción porque, según él, el gesto tocándose la nariz teía que ver con una conversación anterior con Xavi y él se estaba dirigiendo al técnico de Terrassa, no jugó en el Metropolitano ni contra el Getafe y terminará de cumplir su sanción en Montilivi ante el Girona.
Pero Lewandowski ha podido jugar en la Supercopa (gol ante el Betis y participación directa en los tres goles de la final) y sí jugará contra la Real Sociedad en la Copa. Ahí se producirá el reencuentro con Gil Manzano, un árbitro que se ha convertido en célebre en el barcelonismo ya que ha expulsado a toda la Santísima Trinidad azulgrana. En 2017 expulsó a Neymar y a Luis Suárez (al uruguayo lo dejó sin final de Copa ante el Alavés); y en 2021, Messi vio la primera tarjeta roja de su carrera deportiva en el Barça por soltar el brazo sin balón ante Villalibre. En Pamplona, además de Lewandowski, también expulsó a Piqué. Un póker casi histórico.