Cubarsí-Iñigo, una pareja bien avenida

En el minuto 6 de partido, el Barcelona perdía por 0 a 2 contra el Atlético de Madrid de Simeone en Montjuïc. Prácticamente se podría decir que era una quimera pensar en la remontada porque los colchoneros pueden presumir de defensa, aunque esta temporada también están muy finos en ataque. En cualquier caso, al equipo del Cholo no se le marcan goles así como así.

Esa enorme desventaja a las primeras de cambio enojó a Hansi Flick, que se sacó la chaqueta como si eso sirviera de algo para cambiar el signo de un partido que apuntaba a drama. Pedri le dio vida al equipo al recortar distancias, pero los que levantaron momentáneamente el partido fueron dos de los jugadores en los que más confía el entrenador alemán. Dos de sus predilecciones, dos hombres de su absoluta confianza. Hablamos de Pau Cubarsí e Iñigo Martínez, una pareja de centrales muy bien avenida y que ayer lograron levantar un resultado muy adverso pero que al final quedó empañado por el empate final en unos últimos minutos de locura.

Pura felicidad. Dos minutos después del gol de Pedri, Pau Cubarsí logró el empate y desató la locura en el Lluís Companys. El central catalán le ganó el duelo a Barrios para cabecear de forma brillante un saque de esquina servido por la exquisita zurda de Raphinha.

La emoción embargó al joven central azulgrana, que se estrenó como goleador con el primer equipo del Barcelona después de 62 partidos. No se reservó nada en la celebración. Se abrazó a Lamine Yamal, amigo y compañero desde las inferiores, y se señaló y besó el escudo de la camiseta. “Porto l’escut al pit” (llevo el escudo en el pecho) dice el himno ganador del 125 aniversario. Y Cubarsí es uno de los que más siente los colores. Su partido fue digno de elogio. Dando salida al balón, anticipándose a sus rivales y cortando balones.

Además, participó en el tercer gol, obra de su colega Iñigo Martínez, con el que ya lleva 39 partidos formando una pareja descomunal en el eje defensivo. Su bloqueo a Marcos Llorente fue clave. Una pareja tan bien avenida y con tan buen entendimiento que se lo pone muy difícil a jugadores como Araújo o Eric Garcia. Pese a que recibieron cuatro goles.