Castañeda y Miguel Merino, pasado blanco, corazón rojillo
Han vestido las camisetas de Osasuna y Real Madrid, los dos equipos que se enfrentan en La Cartuja en la final de Copa. Compartieron vestuario entre 1988 y 1992.
Javier Castañeda y Miguel Merino han vestido las camisetas de Osasuna y Real Madrid, los dos equipos que se enfrentarán en La Cartuja y la final de Copa. El primero llegó a Osasuna procedente del Castilla, tras formarse en las categorías inferiores del club blanco. El paso de Merino por allí, fue mucho más efímero. Estuvo a prueba en el Real Madrid en su etapa de juvenil, pero pronto fichó por el Leganés. Sin embargo, debutó con Osasuna en el Bernabéu y marcó.
Ambos afincados en Pamplona, compartieron vestuario entre 1988 y 1992. Nos reunimos con ellos para analizar la final de Copa en La Cartuja y durante la conversación se recuerdan numerosas anécdotas. Confiesan que cuando Osasuna comenzó su andadura en esta competición la presente temporada, ninguno podía imaginar que los rojillos llegarían a la final. “Yo no me lo imaginaba. En Copa vas viendo qué equipos te tocan, en qué situación están y vas pasando eliminatoria. Para Osasuna ha sido una competición difícil. Han eliminado al Sevilla, al Betis, al Athletic. En mi opinión, el éxito no es ganar la Copa, sino llegar a la final. Independientemente de lo que suceda, lo que ha hecho este equipo tiene mucho mérito”. Merino se mueve en la misma línea: “Es una competición en la que tienes ilusión porque es especial. Tienes más posibilidades que en la Liga de ganarla. El hecho de que no te toquen equipos más fuertes como Real Madrid, Barcelona o Atlético de Madrid, condicionan un poco las eliminatorias. Como dice Javier, tienes que ir partido a partido, viendo las eliminatorias que tocan, la situación de los equipos. Lo que ha hecho Osasuna tiene mucho mérito. Para los equipos más humildes la Copa tiene el premio de llegar a una final y yo también creo que el éxito ya está conseguido”.
Tanto el presidente de Osasuna, Luis Sabalza, como el técnico rojillo, Jagoba Arrasate, ya comentaban hace meses que tenían la sensación de que Osasuna podía hacer este año algo importante en Copa y no se equivocaron. Los dos exosasunistas coinciden que llegar a una final de esta competición depende de muchos factores, como cruces, que no te toque un grande. Igualmente opinan que seguramente los jugadores lo verían difícil, pero ahí están.
Cuando Osasuna se clasificó para la final, no sabía si se mediría en la final al Madrid o al Barcelona. Al preguntarles por qué equipo prefería, Castañeda responde rápido: “Yo sí porque quiero que gane Osasuna. Lo tengo súper claro. Me lleve una alegría cuando el Madrid eliminó al Barcelona, porque hicieron un buen partido. Todo el mundo me pregunta si tengo el corazón partido, y no. Profesionalmente, he desarrollado mi carrera en Osasuna. Fueron muchas temporadas, con mucho sufrimiento y muchas alegría, así que no tengo ninguna duda”. Merino tampoco esconde que irá con los navarros: “Mi vínculo con el Real no ha sido tan fuerte como el de Javier. Una vez que Osasuna estaba en la final, me daba igual qué equipo tocara. Para mí Osasuna era lo más importante. Cualquiera es un rival muy fuerte. A un partido puede pasar de todo y es lo bonito del fútbol. Pueden pasar muchas cosas que te beneficien”.
Ambos coinciden en que para Osasuna, el hecho de estar en la final, ya debe suponer un orgullo enorme. “Creo que todo el entorno estamos superorgullosos de lo que han conseguido. Llegar a una final es un éxito total. Conseguir que toda la afición osasunista se movilice para animar al equipo, con lo que eso supone para el sentimiento rojillo…Esto ayuda mucho a que las nuevas generaciones se enganchen al equipo y que vean el vínculo tan fuerte que hay entre afición y equipo. Eso se va a notar en Sevilla, más allá del resultado”, comenta Merino. Castañeda se suma: “Osasuna no sabía hasta dónde iba a llegar. Había un montón de situaciones que se podían dar. Han ido pasando eliminatorias y se ha plantado en una final. Económicamente les va a venir muy bien y emocionalmente para los jugadores tiene que ser muy fuete. Que ganan, sería la leche. Que pierden… En cualquier caso vas a pasar a la historia, como finalista o como campeones. Eso revaloriza mucho al jugador. Osasuna va creciendo en todo y es un éxito. Hay que ir a disfrutar de una final y nada más”.
En cuanto a lo que supondría ganar la final, el que fuera central del conjunto pamplonés dice: “Yo creo que si se diese, los jugadores lo valorarían más dentro de un tiempo. Pienso que todos estos tipos de eventos lo viven más los aficionados, aunque obviamente para los jugadores sería una gran alegría y lo celebrarían”. Merino apunta: “Pienso igual. Creo que, en el momento, la afición es la que más lo disfruta. Cuando terminas tu carrera valoras más lo que has conseguido. Es muy difícil lograr lo que han hecho y si ganasen sería algo fuera de lo normal porque ganar una final al Real Madrid no es fácil. Imaginar es muy bonito. Va a ser difícil pero en una final a un solo partido y el fútbol a veces no es previsible y eso es lo bonito.
Ambos estarán en La Cartuja viendo la final de Copa, pero lo harán en condiciones diferentes. Castañeda, como aficionado, junta a su hija y su nieto y Merino como comentarista de Carrusel Deportivo. Este último no lleva nada bien tener que guardar la compostura y no sacar su faceta de aficionado: “Lo llevo mal. Estas comentando un partido a nivel nacional y tus sentimientos y tus gestos, los tienes que controlar mucho. Hay un respeto hacia el rival y los compañeros. Es una situación en la que no puedes expresar todo lo que quieres. Lo llevas por dentro”. Castañeda, en cambio, afirma que: “Yo siempre he sido muy comedido. Nunca he exteriorizado demasiado ni derrotas ni triunfos. Por supuesto que me alegraré si gana Osasuna, pero soy muy comedido. No doy mucha importancia a las derrotas. Es un juego, se ha perdido y ya está”. Y es que los coinciden en que el futbolista, asume la victoria o la derrota desde otro prisma.
Eso sí, no dudan, desde su veteranía, en aconsejar a los hombres de Arrasate de cara a la final. “Que la disfruten y que se comprometan. Siempre he llevado mal la falta de compromiso. Si lo das todo y pierdes, no pasa nada. Pero sobre todo, que disfruten, que Osasuna no juega todos los días una final. Eso sí, hay que ir a ganar y a morir”, apunta Castañeda. Merino añade: “Que se lo crean. Que realmente piensen que pueden ganar la Copa porque se le puede ganar al Madrid. Igual luego te ganan ello, pero tú tienes que ir con la ambición de ganar. Que saquen todo su potencial, que la tensión del momento no les coarte. Que jueguen como ellos saben y que se lo crean. Eso es fundamental. La mentalidad influye mucho”.
No queremos dejar pasar la ocasión de que recuerden aquellos cuatro años que compartieron en el vestuario de Osasuna. Cuando llegó Merino, Castañeda ya era uno de los ‘jefes’ del vestuario y recuerda: “Era un ejemplo de compromiso. Era ya veterano y, sobre todo en los partidos, era un tío muy comprometido. En los entrenamientos tenía que controlarse porque arrastraba problemas en la rodilla. Me gustó mucho que no era el típico veterano que echaba la bronca a los chavales jóvenes. Hacía vestuario y era muy comprometido con el equipo. Fue un placer. Ya había oído que Maradona había destacado su marcaje”. Castañeda recuerda: “Yo con todos los jugadores me he llevado bien. Fue un placer jugar con él. Miguel lo daba todo. Te ayudaba. Dio un rendimiento muy grande a Osasuna. Podías ir a cualquier sitio con él. Yo en la última etapa estuve muy cuidado porque había tenido una lesión de rodilla. Lo importante era que estuviese bien el domingo. Yo debía que no podía vivir de rentas. Al que no jugaba, le tenía que demostrar que no jugaba por algo”. Gane o no Osasuna la Copa, brindarán por la final, aunque la Copa les sabrá mejor si es rojilla.