REAL MADRID | CAMAVINGA Y NACHO
Camavinga y Nacho se agrandan
Camavinga sigue madurando como pivote y cumpliendo en un hipotético lateral. Nacho sostiene su currículum inmaculado, pese a la inactividad. Opositan a titulares.
Dos silencios que hacen ruido. Sin apenas hablar en rueda de prensa, con parva actividad en redes sociales, sin malas caras ni gestos... Camavinga y Nacho son ejemplos de jugadores que sembraron en silencio y ahora recogen sus frutos. El francés va a más y el español, sigue en su intacto sobresaliente. Y con sus rendimientos están dando argumentos para dos causas diferentes, pero con un denominador común: pueden jugar desde ya. Quieren. Están estilando la carta de la meritocracia; pidiendo paso. Y demostrando que tienen salidas, porque tienen mucho que ofrecer.
En el caso de Camavinga, se ha reinventado en dos posiciones. La más notoria ha sido la de pivote: la ausencia de Tchouameni y el insuficiente rendimiento de Kroos -como cierre- abrieron una oposición y él recogió el guante. En Bilbao hizo un partido de nota y desató los halagos de Ancelotti: “Ante el Athletic estuvo sobresaliente; tácticamente, muy bien. No me sorprendió, pero en defensa... fantástico”. Bingo. Ha nacido... un pivote. Y es que jugando más atrás, con más visión del terreno de juego, se siente más cómodo. El daño colateral es que a Tchouameni le ha crecido un enano. Más competencia.
Pero no queda ahí: Camavinga también volvió a demostrar que sabe desenvolverse como lateral izquierdo. Su primera vez llevó la firma de Deschamps: lo puso a correr la banda en el Túnez-Francia del Mundial. Cumplió (según Olocip, fue el mejor de los Bleus aquella noche). Repitió rol en el tramo final de la final, frente a Argentina. Y en el derbi con Mendy lesionado y Alaba fuera de la lista, el escogido fue él. En defensa se le exigió poco, pero fue valiente para subir la banda y apoyar en la ‘expedición remontada’. Actuación notable, que podría ganarse el sobresaliente, si se cuenta que el pez estaba fuera del agua. Fue el quinto jugador que más intervino (115 veces; no se escondió en ningún momento) y el quinto que más recuperó (8).
Nacho, dejá vù
En lo que al español respecta, nada nuevo. Pese a verse desplazado al cuarto central (el fichaje de Rüdiger supuso un nuevo obstáculo en la carrera hacia los minutos), no hizo ruido. No puso una sola mala cara ni pidió reunión alguna. Siguió trabajando en silencio y esperando una oportunidad que le ha llegado. Para una vez más, firmar una actuación sin tacha. En el derbi fue lateral derecho y lejos de limitarse a cerrar la banda en defensa, se estiró para ayudar en ataque. Fue el jugador del Madrid que más centró (6), el que más segadas completó (2) y el segundo que más recuperó (13). Otro gran partido que le sirve como aval para el futuro: a sus 33 años, acaba contrato este verano. Ha demostrado que tiene argumentos, como Camavinga. Dos jugadores que en silencio, están haciendo mucho ruido.