Bellingham: menos gol y mismo brillo
El británico suma cuatro partidos sin marcar, pero sigue siendo fundamental en el juego del Madrid y participó en dos goles del Clásico.
Lleva sin marcar desde el 17 de diciembre contra el Villarreal. Cuatro partidos sin ver puerta. Pero ni falta que ha hecho. Jude Bellingham está teniendo en los últimos partidos un papel más silencioso en el engranaje del Real Madrid, pero no por ello menos amenazador para los rivales. La estadística más cruda, que es el gol, manifiesta que el británico atraviesa un pequeño bache. Una conclusión engañosa. La final de la Supercopa muestra a un Bellingham sin la efectividad de otros momentos de la temporada, pero igual de influyente en el juego del equipo de Ancelotti.
La presencia en el once de Mendy y Tchouameni, los dos seguros de vida para Ancelotti, le devolvieron a una posición más centrada, adelantada y con algo más de libertad. Y el partido se desequilibró en las botas de Jude. De ellas surgió el 1-0. Atrajo a Christensen para romper la zaga del Barça, hizo un cambio de balón de pies digno del mejor Zidane y enhebró un pase por donde no había sitio para que finalizara el Vinicius más letal.
FINAL SUPERCOPA DE ESPAÑA | REAL MADRID 4 - BARCELONA 1
El inglés se sacó de la chistera una asistencia al alcance solo de los elegidos para dejar completamente solo a Vinicius delante de Iñaki Peña.
El inglés fue, de hecho, el segundo madridista que más remates intentó en el Clásico de Riad, con cuatro disparos, por los seis intentos que necesitó Vinicius para su hat-trick. En un partido en el que el Barça se adueñó del esférico (fue, de largo, el partido con menos posesión del Madrid esta temporada, con un 42,7%), Jude se dejó ver. Con 62 intervenciones, fue el jugador más activo del ataque blanco y entregó 41 pases (con un acierto del 93,2%), de los cuales 13 fueron en la zona de mayor peligro, el último tercio del campo rival. Sólo Tchouameni y Mendy dirigieron más balones a esa zona caliente. Además, según datos de Opta, se atrevió con dos regates y se empleó en defensa con cuatro recuperaciones.
Dejando aparte al omnipresente Vinicius, que tocó el balón 15 veces en el área azulgrana, Bellingham fue el que más pisó las inmediaciones de la portería de Iñaki Peña, con seis jugadas. Y eso que el colofón que le puso al Clásico escapa a las estadísticas. En el 4-1 definitivo, su presencia propició el error de Koundé, que se quedó a medias a la hora de interceptar la asistencia de Vinicius al británico y dejó el balón muerto para que Rodrygo rematara la faena.
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