Aspirantes a Matagigantes
Clubes con repartidores, carniceros y panaderos en sus plantillas retan a las estrellas de Primera. La primera ronda de la Copa del Rey mide la ilusión frente a la experiencia.
Vuelve la Copa del Rey y los clubes más modestos afrontan el torneo con la misma ilusión que un niño la noche de Reyes. Un duelo entre equipos con presupuestos millonarios y superestrellas contra otros formados por panaderos y carniceros. Unos aspiran a llegar a la ansiada final del 6 de mayo en La Cartuja y otros sueñan con convertirse en matagigantes. Por delante, siete rondas con 115 participantes. Están exentos de jugar en las primeras rondas los equipos de la Supercopa (Real Madrid, Betis, Barcelona y Valencia) y el Racing, campeón de Primera RFEF.
Ante estas ausencias, la Copa del Rey arranca con Atlético, Sevilla y Real Sociedad como los grandes Goliats de la competición. Un torneo donde rojiblancos y sevillistas buscan redimirse de sus disgustos europeos y ligueros. Eso sí, sin despistarse. Sus rivales serán los más modestos posibles, equipos de pueblos que militan en la sexta categoría del fútbol español, pero que nadie lo dude, son muy peleones. “¿Cuántas noches de Reyes Mayos habremos soñado con la magia y al día siguiente te despertabas con un regalo? Soñar es libre y esta noche para mí es como la de Reyes. Hace dos años me parecía impensable estar viviendo esto, pero con esfuerzo se consigue todo”, afirma Iván Fernández, presidente del Cazalegas-Ébora Formación, rival de la Real Sociedad, y que apenas cuenta con dos años de vida.
El enfrentamiento con un Primera División también es un gran aliciente económico para estos equipos. Supone llenar los estadios y lograr grandes ingresos por ayudas de la RFEF y patrocinios. Tanto que al Almazán, rival del Atlético, le han entrado a robar dos veces al estadio en busca de la recaudación de las taquillas. La situación ha sido tan estrambótica que los dirigentes del club han sido escoltados por la policía cada día que iban al banco a ingresar el dinero obtenido por las ventas de entradas. Aunque para otros, el dinero recaudado no lo es todo. “Lo que estamos viviendo está por encima de lo económico. No es la salvación del club, pero te ayuda. Nuestro presupuesto está entre los 150.000 y 200.000 euros”, apunta Iván Fernández.
En la misma línea se expresa Carlos Cruz, entrenador del Velarde, rival del Sevilla. “Es una cita histórica. Hay una diferencia abismal entre ambos equipos, pero estamos muy motivados... y nerviosos. Es la ilusión de un pueblo. Y es un plus económico y deportivo para el fútbol amateur este formato de Copa”, explica el míster de este mítico club de Muriedas (Cantabria). El Velarde recibirá a los de Sampaoli en su estadio, La Maruca: “Es ideal para ellos, dimensiones perfectas, césped natural, aunque tenemos pista de atletismo”. El club colocará gradas supletorias que aumentarán el aforo del estadio hasta los 4.000 espectadores. En los fondos estarán los niños de las escuelas cercanas. Todo para vivir una gran fiesta del fútbol amateur. Pero no todos están en las condiciones del Velarde, de poder jugar en su casa. Hay otros que son tan modestos que sus campos no cumplen las condiciones mínimas exigidas por la RFEF y tendrán que emigrar a otros campos cercanos. Es el caso del Almazán, que jugará en Los Pajaritos, o el CD Rincón, que lo hará en La Rosaleda.
Aspiran a convertirse en verdaderos matagigantes porque los jugadores de estos equipos no son profesionales, más bien juegan por diversión y pasión. “La amplía mayoría no pueden vivir de esto. Tenemos de todo: Ferrer es panadero; Rubén, nuestro capitán que ha llegado a jugar en el Betis, es repartidor; Borja, nuestro killer, trabaja en un matadero; Alfred, el pichichi, trabaja con su padre en la construcción; Alonso, uno de los grandes fichajes, trabaja de profesor en nuestro instituto…”, señala el presidente del Cazalegas. Futbolistas no profesionales que pueden dar la puntilla a estrellas mundiales como las del Atlético. Tal ha sido la situación en la crisis de resultados que viven los rojiblancos, que sus aficionados temen por Twitter que les marcase el panadero de Almazán. Algo que el club soriano ha aprovechado para tirar de humor: “Queremos desmentir públicamente que no hay ningún panadero en el equipo. Llevan toda la mañana llamándonos para encargar barras, magdalenas y pastas de té”.
Así son rivales de los equipos de Primera
Velarde CF, rival del Sevilla
Club nacido en los años 60 que cogió su nombre del héroe de la Guerra de la Independencia, Pedro Velarde, natural de Muriedas, a escasos kilómetros de Santander. Su estadio es La Maruca, con pista de atletismo. Habrá 4.000 almas.
Cazalegas, rival de la Real Sociedad
El centro de formación profesional, Ébora Formación, pasó en 2020 a ser el mecenas del club e impulsor de su magnífica Academia. Se traslada a Talavera, al estadio El Prado.
L’alcora, rival del Elche
Equipo de la localidad de l’Alcora de la comarca de Alcalatén. La capital del azulejo y la cerámica. Llegó a la Copa tras ser el vencedor de una novedosa competición con más de 300 equipos de toda la Comunidad Valenciana.
Santa Amalia, rival del Villarreal
Equipo de este pueblo extremeño de unos 4.000 vecinos, que forma parte de la Mancomunidad integral de reciente creación Vegas Altas. Jugará en el estadio Francisco de la Hera de Almendralejo (Badajoz).
Club de la importante localidad del Rincón de la Victoria, una de las más bellas de las cercanías de Málaga. No ha podido jugar en su estadio y lo hará en La Rosaleda.
La pasada temporada fue llamativo su no ascenso a Tercera, que se jugó con el Comillas, en un partido que tuvo un árbitro alérgico, un sustituto puesto en duda y que todavía colea con litigios en los juzgados entre ambos clubes. Se traslada a la vecina Calahorra, a unos 15 kilómetros.
Equipo aragonés de Fuentes de Ebro, municipio de unos 4.000 habitantes y a menos de media hora de Zaragoza. La RFEF le ha dado el OK a su estadio San Miguel.
CD Algar, rival del Celta
Es su segunda participación en Copa, tras una primera a principios de los años 90. No puede jugar en su pintoresco estadio Sánchez Luengo, que data de 1962, y se traslada al Cartagonova (Cartagena). Preocupa el estado del césped.
Mollerussa, rival del Rayo Vallecano
Llegó a jugar en Segunda en la temporada 1988-89. En esa plantilla despuntó Bojan Krkic, padre del que fuera internacional español y jugador del Barcelona. El serbio decidió echar raíces en España... y nació Bojan Krkic Jr.
Barbadás, rival del Valladolid
25 años después de su fundación tiene la recompensa de poder disputar la Copa. No podrá jugar en su mítico Os Carrís, bajo una carretera. Lo hará en la próxima Ourense.
UD Azira, rival del Athletic
Toda una fiesta en Alzira (Valencia). El club celebrará su centenario ante el Athletic. Lo hará en su casa, en el estadio Luis Suñer Picó, con capacidad para 5.000 personas.
Arenteiro, rival del Almería
El Almería visitará el estadio municipal Espiñedo, en la localidad de Carballino, para enfrentarse al vigente campeón de la Copa RFEF. Un equipo modesto de Segunda RFEF.
Almazán, rival del Atlético
El Almazán, que milita en Tercera RFEF, no podrá jugar en La Arboleda y se desplazará hasta Los Pajaritos, con cuatro veces más capacidad (8.000 espectadores). Hasta allí irán 2.700 habitantes de Almazán, la mitad de su población.
San Roque de Lepe, rival del Getafe
Los azulones visitan la localidad de Lepe (Huelva) para medirse a un club de 66 años de historia y que milita en Segunda RFEF. Su estadio albergará a unos 3.500 aficionados.
Quintanar del Rey, rival del Girona
El conjunto conquense, fundado en 1984, milita en Tercera División. Recibirá al Girona en su campo, el estadio San Marcos, que cuenta con apenas 2.000 asientos.
Real Unión, rival del Cádiz
Un histórico del fútbol español con 120 años de vida. Cuatro veces campeón de la Copa del Rey y uno de los clubes fundadores de la Primera. Unai Emery se hizo con la propiedad del equipo y su hermano Igor ejerce de presidente.