Así es Solde, la pesadilla del Barça
El jugador del Intercity le marcó un hat trick al club que ama. El catalán idolatra a Silva y estudia ADE.
Oriol Soldevila (Barcelona, 2001) se marchó del Rico Pérez con el balón del partido firmado por todos sus compañeros. Todavía no daba crédito a lo que había hecho ante el Barça, cuando el jugador del Intercity, hora y media después de finalizar el partido, seguía atendiendo a los medios de comunicación. Solde acababa de dar el salto a la fama. Su hat-trick al Barça ya había dado la vuelta al mundo. Oriol Soldevila, con sólo 21 años, recogía el testigo de Kylian Mbappé, el último en hacerle un triplete al conjunto culé.
Solde estaba en una nube. Jamás imaginó este talentoso jugador que sería la pesadilla de su Barça tras pasar por La Masía. Formado en las categorías inferiores del Cornellà, el mediapunta jugó los dos años de Juvenil en el conjunto azulgrana. Esas dos temporadas le sirvieron para cumplir su gran sueño porque Solde es muy del Barça. El catalán, junto al resto de su familia, es socio del club culé. A pesar de su amor por el Camp Nou, para el héroe del Intercity no supuso ningún drama dejar su casa.
En 2020, antes de la pandemia, finalizó contrato con el Barça y no renovó. Criado junto a Ilaix Moriba, Balde o Nico, entre otros, Solde hizo las maletas y se marchó a la Premier. El catalán firmó por el Birmingham porque el club culé, en los últimos coletazos de Bertomeu, no contó con él. En Inglaterra hizo la la mili. Allí firmó por el proyecto que iba a liderar Aitor Karanka. Su etapa en el filial del Bermingham fue positiva, pero tampoco duró demasiado porque la oferta para continuar pasaba por seguir en el filial y Solde se veía para otras cosas.
El Intercity llamó a su puerta el pasado verano y este miércoles derribó la puerta con un hat-trick que puso contra las cuerdas al Barça en el Rico Pérez. Pero los inicios de Solde no fueron sencillos. Justo cuando salió del Cornellà, media España se rifaba a este “zurdo estilista”, como le define su entorno. Hasta el Madrid apareció en escena, pero Solde tenía claro que el Barça iba a ser su destino porque podía seguir en casa. Y es que su familia, sobre todo su madre, prefería que estudiase y no jugase al fútbol. Hubo un momento de incertidumbre, pero cuando el club culé tocó a su puerta, el mundo se detuvo para Oriol y su entorno.
A pesar de su pasión azulgrana, el ídolo de pequeño de Solde siempre fue David Silva. El canario nunca jugó en el Barça, pero el talento y su visión de juego le sirvieron de inspiración. Oriol se vio reflejado en Silva por “su inteligencia”, una de las características que tiene él mismo, como afirma uno de sus familiares. En La Masía, al margen de seguir a sus héroes, Solde hizo muchos amigos, pero estrechó lazos con Arnau Tenas, el tercer portero. “Me llevo su camiseta porque es mi mejor amigo”, afirmó el jugador al finalizar el partido y con el hat-trick todavía en su retina. “Ha sido muy especial porque soy culé y socio desde niño. Esto ha sido un sueño”, confesó el héroe del Intercity.
Solde, un chico aplicado y algo tímido, retomó sus estudios hace unos meses. Ahora, continúa con Administración y Dirección de Empresas (ADE). Lo hace a distancia y consciente de que el fútbol, tarde o temprano, se acabará. Aunque después de su hat-trick al Barça, serán muchos los clubes que pregunten por la situación de un joven que tiene todavía año y medio firmado con el Intercity. “Clausulazo” le puso un compañero en el balón firmado que se llevó a casa de recuerdo y que puede definir el futuro de Solde de aquí en adelante.