Aprobados y suspensos del Espanyol: Ramis, Joan García y Jofre te llaman

Joan García: Está exprimiendo cada oportunidad que le llega y si sigue mostrando este nivel puede que, a la larga, la Copa del Rey se le quede pequeña. Mostró criterio con el balón en los pies y paró casi todo lo que le llegó. Vital fue la doble intervención que hizo, en el 12′, ante el cabezazo de Gustavo. En el inicio de la segunda mitad, en el 50′, volvió a lucir con una parada portentosa ante Montiel. No pudo hacer nada para evitar el 2-1 porque Ramon desvió el balón.

Óscar Gil: En ataque bien; en defensa sigue mostrando algunas lagunas. No es fácil cuando no tienes continuidad y un sector de la grada murmulla en cada acción. No ayuda a que gane en confianza. Se le sufrir con el extremo del Valladolid, Tunde. En los primeros minutos le regateó con facilidad y dispuso de disparos peligrosos.

Sergi Gómez: Fue el zaguero que dejó más muestras de inseguridad en la primera mitad. No estuvo cómodo ni en la defensa dentro del área ni al espacio, ya que Cedric le ganó a la carrera con facilidad. Le faltó serenidad e incluso puso en apuros a Joan García con la cesión de un balón. Ambos se libraron de un buen lío. Tras el descanso se entonó un poco más.

Cabrera: Ramis tiró de él para dotar a su equipo de experiencia y en la primera mitad, pese al error en el añadido que dejó solo a Cedric ante Joan García, fue el defensa más inspirado. Bien al corte y en la salida de balón. Es cierto que tuvo algunos desplazamientos en largo a ninguna parte, pero muy aseado durante los primeros 45 minutos. Seguro tras el descanso e imponente, en el 50′, para desviar un disparo de Cedric. En el 61′ tuvo el 3-0, de cabeza, pero Escudero desvió el balón.

Ramon: Causa un efecto de ilusión en la afición del Espanyol cada vez que tiene la pelota y lo cierto es que estuvo acertado en la mayoría de las cosas que intentó. En defensa, más allá de un par de regates que le hizo Montiel, estuvo bien. Y en ataque aprovechó bien el espacio para sumar. Protagonizó la acción desafortunada cuando desvió el balón del tanto del Valladolid.

Salvi Sánchez: Empezó con el pie cambiado, pero es un extremo que no necesita demasiado porque tiene mucha calidad. En encuentros de alta intensidad y cuando se aceleran sufre más porque desconecta por momentos. Pero en el 2-0 le puso un centro excelente a Jofre. Fue todo lo que aportó en la primera mitad. En la segunda no es que apariecese en exceso más allá de un par de centros al área.

Keidi Bare: Aportó lo que mejor sabe hacer: presión y pelea. Hubo momentos en los que salió de su zona por el ímpetu de querer abarcar mucho terreno y ello provocó que el Valladolid tuviese superioridad en la medular, pero corrigió bien. En los minutos finales del partido se encargó de aguantar a su equipo.

Pol Lozano: Debe ir poniéndose a tono después de la lesión y, seguro, que irá mejorando. Por momentos persiguió sombras, le faltaron puntas de velocidad. Estuvo mejor en la presión y la defensa que en la distribución del balón.

Jofre: Acaparó todos los focos, normal. Fue el hombre gol del Espanyol y lo hizo, todo, sin complicarse. Corrió al espacio, encaró, regateó y definió. En el 1-0 lo hizo todo bien, con el disparo final al palo corto del meta del Valladolid. Y en el 2-0 estuvo más listo que Rosa y empujó la excelente asistencia de Salvi. Fue sustituido en el 65′, podría ser titular el viernes contra el Zaragoza.

Omar: No le importó hacer el trabajo sucio, pelearse con la zaga del Valladolid y abrir huecos para que los aprovechasen sus compañeros. Buenos minutos en los que se le vio con confianza. Incluso intentó marcar de chilena en el 58′. En el 65′ pareció que iba a ser sustituido y Keita Baldé llamó su atención y le abrazó, una clara muestra del esfuerzo que había hecho. Al final no fue sustituido en ese minuto y sí en el 74′.

Keita Baldé: Se desquitó y pudo lucir. Dejó muestras de lo que puede llegar a hacer si logra tener continuidad y un idóneo estado físico. Se le vio excelente en las acciones en las que tuvo que controlar de espaldas a la portería y girarse. Fue un quebradero de cabeza para la zaga rival. Se encargó de iniciar, y acelerar, la acción que acabó en el 1-0 de Jofre. Se llevó una ovación, merecido, cuando fue sustituido.

Omar El Hilali: Controló su parcela, como siempre, bien.

Puado: Intentó crear peligro y, en el añadido, hizo el 3-1 en una acción inverosímil porque el portero del Valladolid, John Víctor, que subió a rematar un córner y después se desentendió y no bajó a cubrir su meta.

Gragera: Contención.

Braithwaite: Apareció con ganas y buenas intenciones. Se fue diluyendo.

Aguado: Se le cuenta la asistencia a Puado para el 3-1.

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