Álex Sancris y Burgos, la vuelta a casa

El fútbol tiene esa extraña costumbre de acelerar los reencuentros, de cruzar caminos que apenas acababan de bifurcarse. Este jueves, los focos de El Plantío no sólo apuntarán al césped en busca de la épica copera, sino que buscarán la figura de un viejo conocido, alguien que hasta hace muy poco era el dueño de la banda derecha del feudo burgalés: Álex Sancris.

El extremo, natural de Getafe, regresa a la que fue su casa durante las dos últimas temporadas. Pero esta vez lo hace como visitante y defendiendo los colores de su ciudad natal, el Getafe CF, en una eliminatoria de Copa del Rey que tiene sabor a homenaje y a desafío.

El trampolín de plata

La historia de Sancris en Burgos es la crónica de un crecimiento meteórico. El atacante cerró su etapa en tierras castellanas este pasado verano, poniendo fin a un ciclo que transformó su carrera. Llegó como una promesa y se marchó como una realidad de Primera División.

Durante sus dos campañas a orillas del Arlanzón, Sancris no solo logró el ansiado debut en el fútbol profesional (Segunda División), sino que se erigió en uno de los pilares fundamentales del esquema blanquinegro. Sus números hablan por sí solos y explican por qué la Primera División llamó a su puerta: 81 partidos, 60 de ellos como titular, 12 goles y 18 asistencias.

Si bien su primer año fue de adaptación y destellos, fue la última temporada la que terminó de consagrarle. Sancris se convirtió en un puñal constante, ofreciendo un rendimiento “top” que le situó entre los mejores asistentes de la categoría de plata. Su capacidad de desborde y su visión de juego fueron claves para que el Burgos soñara con cotas altas.

Corazón dividido

El partido de este jueves no es un trámite más para el jugador. Para Sancris, supone volver al lugar que le dio la oportunidad de oro, el escaparate que le permitió cumplir el sueño de cualquier niño: jugar en la máxima categoría con el equipo de su tierra, el Getafe.

Sin embargo, en El Plantío no olvidan. La afición burgalesa se prepara para recibir a uno de los artífices de las alegrías recientes del club. Aunque el pitido inicial le convertirá en rival durante 90 minutos (o 120), el respeto por su entrega y por esas 18 asistencias que tantas veces levantaron a la grada está garantizado.

Este jueves, la Copa del Rey trae de vuelta a Álex Sancris. El hijo de Getafe que se hizo mayor en Burgos regresa a casa, aunque esta vez, le tocará cambiarse en el vestuario visitante.

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