Adrián Carrión: “Sentí muchas emociones juntas al marcar al Real Valladolid”
El autor de un doblete para el Real Ávila vistió de blanquivioleta once años y se define “como un aficionado más” del Pucela.
Adrián Carrión (24 de marzo de 2002, Valladolid) está viviendo su temporada de despegue en el Real Ávila. Con los dos goles que marcó al Real Valladolid, hizo sufrir al conjunto blanquivioleta, amenazando con convertirse en uno de los héroes de la Copa del Rey, lo que a buen seguro le habría generado más emociones si cabe que las que vivió al marcar. No en vano, vive en la capital y, después de pasar once años en la cantera de la entidad vallisoletana, se define “como un aficionado más”.
Después de una derrota como la cosechada, ¿hay más amargura o más alegría?
A todos nos hubiera gustado pasar y la alegría más grande habría sido clasificarnos, independientemente de que yo hubiera marcado los goles o no. Yo lo que quería era pasar y era lo que más ilusión nos hacía, pero, dentro de esa amargura, haber marcado dos goles, haber podido remontar a un Primera División y hacerle sufrir me hace estar orgulloso de todo el equipo.
¿Cómo vivió el partido?
Encajamos pronto el primer gol en un desajuste defensivo que no solemos tener, pero no perdimos la cara al partido y generamos ocasiones. Sabíamos que nos iban a generar las suyas, pero si manteníamos el 0-1 al descanso y seguíamos generando esas situaciones de peligro nosotros, se podía dar la vuelta perfectamente. En diez minutos le dimos la vuelta y la eliminatoria se puso de cara. Teníamos la idea de ir a ganar y cuando nos pusimos por delante lo veíamos antes posible. El Real Valladolid nos marcó otro gol en un córner y eso nos penalizó y nos hizo ir a la prórroga. En la primera parte de la prórroga también tuvimos alguna ocasión para volver a ponernos por delante, pero empezamos a notar la fatiga y, cuando estás fundido, es muy difícil remontar el partido.
¿Qué pensó al marcar? Tras el primer gol, pidió perdón...
Fuah [piensa]. Sentí muchísimas emociones juntas. Estuve once años en la cantera y meterle un gol al primer equipo del Real Valladolid, al equipo con el que soñaste debutar, te genera alegría por marcar, pero respeto y perdón, porque te hubiera gustado celebrarlo con ese escudo, por supuesto. Después de marcar el segundo, tuve otra ocasión en un saque de banda que pegué de volea con la izquierda. Si la hubiera metido, a lo mejor el resultado habría sido otro, pero no se dio.
Y el domingo, otro Real Valladolid: el Promesas. ¿Cuesta cambiar el chip?
El chip va a seguir siendo el mismo, de salir a competir y ganar, pero, ahora, incluso con más ganas, porque el último partido en casa lo empatamos. El partido del domingo es crucial para afrontar el resto del campeonato. El objetivo al principio de temporada era la permanencia, pero estamos haciendo un año espectacular y, por cómo estamos compitiendo y por el grupo que hemos formado, estamos apuntando más alto. Eso pasa por ganar al Promesas, por seguir arriba, sin descolgarnos, y seguir dando guerra.
¿Tiene la espinita de no haber tenido una trayectoria mayor en el equipo de casa?
Ya es agua pasada; en el fútbol te pueden pasar mil cosas. Yo estoy muy agradecido por los años que estuve allí, aunque, obviamente, me hubiera gustado tener más continuidad en el Promesas, debutar con el primer equipo, tener una carrera larga, ser un hombre de club... Soy un chaval de aquí, de Valladolid; he ido desde pequeño al estadio y soy un aficionado más del Real Valladolid. Siempre quiero que gane, menos cuando juega contra mí, y ahora lo que me toca es estar en el Real Ávila, donde estoy muy contento con cómo me están saliendo las cosas.
¿Cómo está viviendo esta temporada? ¿Es este Adrián Carrión el mejor que hemos visto?
Creo que sí, que desde que soy sénior es mi mejor temporada: llevo cuatro goles y tres asistencias. Siento que soy importante en el equipo, me siento con mucha confianza, estoy muy a gusto dentro del vestuario, en el club, con la afición... Estoy disfrutando mucho y eso se refleja en el campo.
¿Conocía ya a Miguel de la Fuente? ¿Cómo le ve?
Le conocía de enfrentarme varias veces contra él, porque, de hecho, entrenó en el club de mi barrio, en La Victoria, y yo tengo el campo al lado de casa y alguna vez voy a ver algún partido, también cuando jugaba mi hermano. Estoy muy contento con él, porque me está sacando mi máximo rendimiento. Es un entrenador muy trabajador y muy metódico, es un apasionado de lo que hace y le echa muchas horas a eso, y esto también se nota en los resultados que está teniendo.
¿Qué objetivos se marcan para lo que queda?
El Real Ávila es un club recién ascendido, y por eso partíamos con la idea de asentarnos en la categoría, pero estamos remando todos en la misma dirección, equipo, cuerpo técnico, directiva y afición, y las cosas están saliendo. Los resultados están de nuestro lado y, cuando las cosas van así, hay que mirar hacia arriba. ¿Por qué no soñar, si es gratis? Vamos a seguir trabajando como lo estamos haciendo para buscar mejorar cada semana, seguir consiguiendo resultados y, si estos acompañan, luchar por el playoff.
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