SUPERCOPA | REAL MADRID 5- ATLÉTICO DE MADRID 3
1x1 del Atlético: sangría de goles con sabor amargo
El equipo de Simeone vuelve a acusar las concesiones defensivas. Los milagros de Oblak y los destellos de Griezmann no fueron suficientes para evitar la victoria madridista.
Simeone es un entrenador que se basa mucho en cábalas y en el derbi frente al Real Madrid se ha visto sus supersticiones. El argentino ha apostado por una alineación casi idéntica al 3-1 del Metropolitano con una única variante: De Paul en el centro del campo por un Llorente que pasa al carril derecho de Nahuel. Esta decisión le brindaba la oportunidad de ser titulares a un Saúl que repetía tras Lugo y, especialmente, un Savić que llevaba sin participar desde el duelo frente al Getafe, el pasado 19 diciembre. Las cábalas finalmente le llevaron a morir en la prórroga. Una muerte cuya sentencia lleva la firma de Savić.
Oblak: El guardián esloveno está mostrando falta de confianza en los centros. Pero eso no quita que realice un milagro por partido. Sus pies pararon el tercero antes del descanso, poniendo el borrón a la obra de arte de Rodrygo. En la segunda mitad tapió su portería. Negó el gol a Carvajal con una gran intervención en una jugada que pilló al Atleti dormido, pero poco pudo hacer para evitar el empate del lateral madridista, tras una intervención espectacular. Pese a su buena actuación, el esloveno vuelve a llevarse un saco con cinco goles.
Llorente: Durante su estancia en el carril derecho hizo desaparecer a Vinicius. Le faltó presencia en campo contrario, pero lo equilibró en la defensa. Con la entrada de Molina entró al centro del campo para dar pulmones y respiro a Koke en la defensa de Bellingham.
Savić: Su primera intervención fue un cruce abajo jugándose el penalti con Vinicius. Pero queda retratado en el gol de Rüdiger. No salta y tampoco incordia al alemán en su remate. El encuentro del montenegrino fue mejorando, pero fue el verdugo del Atlético, desviando el remate de Joselu en el 118 de partido.
Giménez: El pilar defensivo de Simeone mostró algunas grietas. El uruguayo no pudo imponer su ley en el área y le faltó contundencia en el recorte de Rodrygo, que propicia el milagro de Oblak. Sobreexcitado defensivamente, abusando de ir al suelo, apostando todo a una moneda con dos caras: acierto o evidencia. La segunda parte y la prórroga lució más la cara del éxito.
Hermoso: Su primera intervención destacable en el partido fue para adelantar al Atlético. Cabezazo inapelable en el minuto seis, aprovechando la falta de oposición. A nivel defensivo, el más acertado. Rápido en el cruce, ganador en duelos, posicionado en el lugar acertado para bloquear disparos. Los únicos fallos de Mario se produjeron en la salida del balón.
Lino: La falta de naturaleza defensiva le hacen sufrir en partidos con extremos muy desbordantes. El Madrid tenía claro su plan y volcaba gran parte de su juego por el costado del brasileño. Ese agobio defensivo le impedía soltarse con naturalidad en ataque, pisando muy poco campo contrario. Creció en la segunda mitad y en sus botas tuvo la oportunidad de romper el marcador aprovechando un error de Carvajal.
De Paul: Sigue con su escalada de nivel, estando muy cerca de la cima. Protagonista en ataque, asumiendo la responsabilidad de la salida del balón. Autor de la asistencia a Griezmann. Sacrificado para la prórroga, donde el motorcito debería haber lucido, cuyo físico es superior a Koke.
Koke: Es la brújula del Atleti. 93% de precisión en el pase, acertando 98 de los 105 intentados. Pero fue acusando el paso de los minutos. El ritmo del centro del campo madridista desbordó a un jugador cuya naturaleza no es la de pivote. Esta falta de físico quedó evidente en el tercer tanto del Madrid, llegando tarde a la frontal para impedir el tiro de Bellingham. Llegó el 104 y el capitán se tiró al suelo buscando relevo.
Saúl: En los derbis se crece. Su aportación fue incrementando con el paso de los minutos. Acertó 31 pases de los 34 intentados, intenso en los balones divididos saliendo ganador y demostrando esa garra e intensidad que había perdido en los últimos meses.
Morata: No se entiende un partido de Álvaro sin esfuerzo. Trabajador defensivamente, solidario en la presión, pero penalizado por la falta de acierto en sus remates. Se vació en los noventa minutos y el Cholo decidió darle relevo para la prórroga.
Griezmann: Guía del Atlético. Su centro perfecto a la cabeza de Hermoso generaba el primero. Para superar a Luis, una obra de arte para poner el empate a dos en el marcador. Los destellos no fueron suficiente para lograr ganar al Real Madrid.
Cambios tardíos pensando en un partido largo
Molina: Está acusando el bache de rendimiento. La toma de decisiones no le está acompañando y decidió medirse con Vinicius en velocidad en la jugada que propicia el tercer tanto madridista.
Riquelme: Lúcido defensivamente pero su papel destacado se produjo en el tercer gol atlético. De su pie derecho nacía el tercer gol del encuentro, el que rompía el marcador en el tramo final de partido.
Witsel: Entó en los últimos compases de partido para dar respiro a Koke. Se posicionó de ancla para adelantar la posición del capitán. Acabó acompañado de Javi Galán en un equipo hecho a parches.
Correa: Es el desorden personificado. El argentino tiene mil recursos y siempre hace lo que nadie se espera, pero hoy los contextos de partido no le han beneficiado. Su momento sobre el verde ha coincidido con la superioridad en el juego del Real Madrid.
Javi Galán: Jugó de todo menos en su posición. Comenzó en el carril izquierdo doblando lateral, por delante de Riquelme. Tras el cambio de Llorente, acabó la prórroga en el centro del campo acompañando a Witsel, en una formación anárquica.
Azpilicueta: Su entrada tardía le impidió aportar en el encuentro. Testigo en los tantos que desequilibraron el partido, pero sin posibilidad de intervenir.
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