Y ahora en Champions
El Atlético recibe al Eintracht en la 2ª jornada de Champions con el reto de certificar que es el del derbi. Los de Töppmoller, un espejo: tan afilados como imprevisibles
Es lo que tiene el calendario del fútbol cuando entra en la rutina de miércoles-domingo, que enseguida lo anterior queda atrás. Ya una derrota para olvidar, ya una victoria que recordar por siempre. Sin tiempo para paladear el derbi, lo que el sábado en el Metropolitano sucedió, al fin en la hierba el Atleti que Simeone para esta 25-26 quiere, contundente y triturador, llega el Eintracht para la confirmación en Champions. El equipo de Fráncfort como algodón. No puede ser más espejo (sigue el partido en directo en As.com).
Su propio botón es su partido en la Bundesliga el fin de semana: acabó ante el Gladbach 4-6 un partido que en el 72’ ganaba 0-6. Viaja al Metropolitano, ese estadio en el que el equipo del Cholo se ha taponado esta semana la herida del mal inicio de temporada (ya es 5º en la Liga) con las victorias ante el Rayo y el Real Madrid. Ahora llega este Eintracht tremendamente joven y afilado, entrenado por Dino Toppmöller, digno hijo de su padre, Klaus, técnico que en 2002 llevó al Leverkusen a la final de la Champions. Con un fútbol vistoso y al ataque que su hijo replica en Fráncfort. Vivero de talento, que después convierten en objeto de deseo para los grandes (los traspasos de Marmoush al City por 75 millones y Ekitiké al Liverpool, por 95, son muestra de ello), saben buscar y encontrarlo. Si aquellos se fueron, el club ha sabido construir una plantilla compensada y peligrosa. Con tanto gol (Can Uzun, su pichichi con 6, se ha convertido en el chico de moda en Alemania mientras que Burkardt, fichado tras sus 17 la temporada pasada con el Mainz, lleva ya 4) como imprevisibilidad. Atrás puede ser de papel, tan frágil como le sucede al equipo del Cholo que, en siete partidos de esta 25-26, solo en uno, ante el Villarreal, logró dejar su portería a cero.
En su propia reinvención y tras 14 temporadas en el banquillo rojiblanco, su número, el que llevaba atrás en su camiseta cuando jugaba, Simeone ha dejado atrás el apellido que más le caracterizaba: defensivo. Su Atleti de la 25-26 si por algo se caracteriza es porque marca primero y, después, no guarda. O aún no le sale. Sus piezas, todos los nuevos, 8 este verano que son 15 en los últimos dos, se siguen ajustando mientras pasan los partido a partido. Lema de un Cholo que, por cierto, hoy no estará en el banquillo, tras la roja en Liverpool tras encararse con un hincha que, desde la grada, no dejó de increpar e insultar aquel partido. Un duelo del que los rojiblancos regresaron de vacío tras el gol de Van Dijk en el 92’ en una 1ª jornada de Champions en la que el Eintracht goleó al Galatasaray (5-1).
Los planes del Cholo
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Para la 2ª, en ese Metropolitano satisfecho y orgulloso, no se esperan muchos cambios con respecto al derbi, que lo que funciona mejor no tocarlo. Por eso su once se asemejará, quizá, al del sábado, solo los muros del Metropolitano, donde se ejercitó por última vez antes del partido su equipo saben, con cambios arriba (¿Grizi por Sorloth?) y poco más. O sí. Baena tuvo ya minutos el sábado e irá a más. Su fútbol alumbra, como el del gran capitán, Koke. Tras el derbi toca certificar en la Champions.
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