Un agujero con consecuencias

El batacazo del Atlético en Champions es de los que dolerá durante mucho tiempo. En lo deportivo, el KO supone una de las decepciones más hondas, con peor sabor aún por la crueldad del desenlace. En lo económico, es un golpe a unas arcas que venían ya apuradas desde la temporada pasada y que necesitaban, al menos, avanzar una ronda más. En el club tocará reflexionar sobre muchas cosas, los jugadores no esquivan la palabra “fracaso” y hay que ver cómo se encaja un varapalo que puede tener consecuencias, porque se van a dejar muchos millones. La estimación es de un agujero de 18-20 millones de forma directa, y la imposibilidad de seguir pasando rondas: más partidos, más foco, más millones...

Frenazo a los ingresos por rendimiento

La Champions significa la estabilidad económica para muchos clubes, entre ellos el Atlético. La UEFA reparte muchos millones ya solo por participar y luego la cuenta sube por los resultados. En este punto, el club rojiblanco se queda muy corto. Cada triunfo reporta 2,8 millones y cada empate, 0,93. A estas alturas, son 4,66 para el Atleti. Pasar a octavos da 9,6 que, tras el 2-2 del Metropolitano, se van para Oporto. Esa es la etapa que presupuesta la entidad. La temporada pasada, por ejemplo, llegó un paso más allá, a cuartos, y fueron otros 10,6. En la 21-22, por rendimiento deportivo, el club madrileño ingresó 73,4 millones. En esta van 50,99M€ (15,64 por participar; 30,69 por tener el 6º mejor coeficiente de los últimos diez años y 4,66 por sus 5 puntos; aunque hay que restar el 3% que marca la UEFA para compensar las pérdidas por la pandemia). Esta diferencia puede afectar a la planificación deportiva, en forma de alguna salida, por ejemplo.

El grueso de los ingresos viene marcado por los resultados, pero hay otros aspectos, más difíciles de cuantificar, que también quedan tocados. Por ejemplo, la taquilla y los patrocinadores. No es lo mismo una eliminatoria de octavos de Champions que unos de Europa League, incluso contando que en esta competición hay una ronda más. El Atleti, si se clasifica, jugará los dieciseisavos contra un segundo de grupo: Manchester United, PSV, Qarabag... También está el market pool, que se distribuye en función del peso del mercado televisivo del país y de los partidos jugados por cada equipo. El Atleti habrá disputado seis, aunque le consuela que Barça y Sevilla también han llegado a su tope. El Madrid es el mayor beneficiado en este apartado.

La Europa League como mal menor

La eliminación también golpea al Atleti de cara al ranking UEFA de los últimos cinco años, el que determina en qué bombo caes en los sorteos. El club rojiblanco va cayendo poco a poco: en 2020 era cuarto y la temporada pasada terminó noveno. En esta, además, deja de contar la 17-18, en la que el Atleti ganó la Europa League. Ahora mismo es undécimo. Este apartado, no obstante, sí lo puede arreglar si se clasifica y consigue buenos resultados en la segunda competición continental, porque aporta los mismos puntos que la Champions. No obstante, hay otro intangible que pierde el Atlético como es el prestigio y el atractivo para, por ejemplo, atraer futbolistas.

Para este ranking sí, pero para los ingresos no compensa igual la Europa League. Es un mal menor, pero el salto es evidente. Por ejemplo, pasar a octavos reporta 1,2 millones, los cuartos, 1,8 y las semifinales, 2,8. Llegar a la final de Budapest da otros 4,6 millones y ganarla, 4 más. En comparación con la Champions es muy poco, pero quedar últimos sería mucho peor y levantar el título sí compensaría de alguna manera también en lo económico. Por eso los futbolistas, que aún rumian el disgusto de la eliminación y no disimularon la decepción por haber pinchado en un grupo muy accesible, tienen que rearmarse para ganar en Oporto y, ya tras un parón por el Mundial que se va a hacer eterno, intentar el asalto a la cuarta Europa League a la que se incorporarán también Barça, Sevilla, Ajax, posiblemente Juventus...