Simeone, campeón e ídolo en la Lazio junto a su “no amigo” Verón
El Cholo fue decisivo con cinco goles para conquistar el ‘Scudetto’ 2000. “Nunca hubo amistad, pero en la cancha mataba por él y él lo hacía por mí”, reconoce la Brujita
“Se me pone la piel de gallina”. Simeone regresa al Olímpico de Roma, su casa durante sus cuatro años en la Lazio, donde aún le recuerdan como un héroe. “Hay un amor entre la gente y yo que va más allá de este partido”, reconocía este lunes el Cholo desde las entrañas del estadio. Como biancoceleste, entre 1999 y 2003, conquistó una Liga, una Copa, una Supercopa de Europa y otra de Italia. Y ya como entrenador confesó que le gustaría dirigir algún día a la Lazio. Esta noche la visita, por segunda vez, como técnico rojiblanco.
Un gol detrás de otro... y campeones
El Cholo llegó allí en 1999, dentro de la Operación Vieri que mandó al goleador del Lazio al Inter. No era un reto fácil, porque el argentino había formado parte del Inter que venció a la Lazio la final de la UEFA del 98, con Ronaldo y compañía. Pero Simeone pronto se ganó a su nueva hinchada. Y la recta final de la temporada fue épica. En la jornada 28, marcó el gol del triunfo ante la Juventus para poner a la Lazio a tres puntos de los bianconeri.
El Cholo vio puerta también en la 31, la 32 y la 33, tres victorias más para su equipo, que llegó al último partido a dos puntos del líder. Y la Lazio ganó fácil a la Reggina (3-0) con un gol, otro más, de Simeone, pero necesitaba un pinchazo de la Juventus en Perugia. Para darle más emoción, este partido se retrasó por una tromba de agua. A los laciales les tocó esperar, rezar... y sí, llegó el gol del Perugia. Final, 1-0: la Lazio conquistó el segundo (y hasta ahora último) Scudetto de su historia.
En aquel equipo de Eriksson había más argentinos: Almeyda, Sensini, Verón... Con la ‘Brujita’ nunca forjó una buena amistad, pese a que coincidieron en el campo en 92 partidos, sumando Lazio y Argentina. “Nos cambiábamos uno al lado del otro, pero yo no lo saludaba y él no me saludaba. Y si lo tuviera que elegir para ganar, no tengo duda de que lo elijo”, recuerda el Cholo en el documental Simeone, vivir partido a partido. El propio Verón lo confirma: “Guardo un profundo respeto por él, pero nunca hubo amistad”. Aunque, eso sí: “Yo adentro de la cancha mataba y sabía que él iba a matar por mí”. Simeone asevera: “Lo tocaban a él y era mi hermano”.
El Cholo ya se ha enfrentado a la Lazio dos veces con el Atleti, en la que fue su primera eliminatoria europea, y ganó ambas. En aquella visita al Olímpico (2012), fue homenajeado. La afición le entregó una placa y desplegó una pancarta: Bienvenido a casa. Esta noche, con la piel de gallina, Simeone espera sentirse otra vez en su hogar.