Rodri, el chico de ‘la bicicleta y el Corsa’ que ganó un Balón de Oro
El canterano del Villarreal, ahora en el City, recibirá una calurosa ovación antes del partido.
Rodrigo Hernández es el hombre del partido pese a que no estará entre los convocados por Pep Guardiola. Su visita se lleva preparando durante semanas pese a que ya se sabía que estaba lesionado y que no estaba claro que jugara el partido. Pese a que Guardiola lo descartó para jugar en La Cerámica tanto el club citizen, cuyo departamento de comunicación llevaba una semana en Vila-real siguiendo el rastro del joven Rodrigo, y el Villarreal están encantados de que haya viajado con la expedición. De hecho, el club en el que se formó le ha preparado un homenaje antes del partido. Recibirá la insignia de oro de manos del presidente, Fernando Roig, antes del partido y tendrá su sitio en el Passeig Groc, el singular paseo de la fama del Villarreal.
Rodri llegó con 16 años a la cantera grogueta, rebotado del fútbol base del Atlético. Y desde el primer día, todos los que le trataron, le vieron como un jugador y una persona especial. El primer año fue muy duro. No se encontraba cómodo en la residencia amarilla y llamó a su padre para que fuera a por él. Quería irse. Por suerte para el Villarreal, la cosa no fue a mayores y el Balón de Oro el curso pasado prosiguió su formación en Vila-real. “Termina de explotar en ese segundo año, acaban siendo campeones de Copa del Rey de juveniles, siendo un jugador muy importante en un equipo el que estaban Pau Torres o Alfonso Pedraza. También estaba en la Selección sub-17. Era clave con compañeros de quinta como Ceballos o Asensio”, comenta Roig Negueroles, consejero delegado del Submarino.
El actual mediocentro del City fue subiendo escalones, hasta llegar al filial, dirigido por el actual entrenador del Leganés, Paco López. “Cuando estaba en el Juvenil A, lo subo al filial, ya destacaba por la personalidad y la tranquilidad que transmitía y porque veía el fútbol muy fácil y de forma natural”, explica. “Yo he visto jugadores con mucho talento que se han quedado en el camino pero con Rodri todos coincidíamos en que tenía todo para llegar”, añade López.
“En el Juvenil ya destacaba por su personalidad. Veía el fútbol fácil y de forma natural”
Paco López
Con 18 años, ya en el filial, Rodri decide empezar sus estudios universitarios de Administración y Dirección de Empresas, en la Universitat Jaume I. Por entonces, ya todo el mundo se había dado cuenta de que no era un futbolista al uso. “No era un chico normal de su edad. Llamaba la atención porque estaba centrado en el fútbol y en su formación. Nada de tatuajes, nada de coches caros... En ese sentido tampoco hay muchos como él”, asegura Paco López. Ese año conoció a Luis Callarisa, un hombre fundamental en su formación. Profesor del área de Administración de Empresas de la UJI, Rodri depositó el peso de su formación académica en sus manos. “Él me decía: ‘Yo no sé con cuántos años se me va a acabar el fútbol y tengo que tener otra salida’. Era uno más en clase”, asegura Callarisa. Una formación universitaria que acabó ya estando el City. “Cuando se fue al Atleti yo le propuse buscar una universidad en Madrid, pero él no quiso. Venía desde Madrid, en AVE, a hacer los exámenes y más tarde se cogía un avión desde Mánchester solo para hacer un examen. De hecho, el TFG lo hizo sobre el departamento de marketing del Manchester City”.
Rodri es el único, junto a Luis Suárez, Balón de Oro español masculino pero para los que le conocen bien siempre será “el futbolista de la bicicleta y el Corsa”. “Cuando le vi recogiendo el Balón de Oro lo pensé”, bromea Callarisa. Porque muchos recuerdan que Rodri llegaba a entrenar en bicicleta desde la estación de tren, antes de sacarse el carnet de conducir. Después su situación mejoró. Se sacó el carnet y se compró un coche... pero lejos de adquirir un deportivo carísimo, como el resto de sus compañeros, Rodri decidió comprarse un Opel Corsa de segunda mano. “Me lleva sin problemas de un lado a otro”, contestaba Rodri a quien le preguntaba que cómo se había comprado ese utilitario.
En esa época, Marcelino era entrenador del primer equipo. Y pronto le llamó a filas. “Yo conocí al Rodri joven, a un chaval de 18 años, muy jovencito. Desde el principio era un jugador muy atrevido, que confiaba mucho en sus posibilidades. Con una personalidad que ya destacaba”, explica Marcelino. Con el asturiano vivió sus últimas etapas de formación. “Puede que él pensara que podía jugar más, era algo que me lo hacía saber, pero en aquel momento era un proceso. También es bueno a cierta edad tener más dificultad de la que tú supones, lo que te ayuda a generar los hábitos competitivos que te hacen crecer”, comenta un orgulloso Marcelino que confiesa que la que ganó Rodri fue “la única Gala del Balón de Oro” que ha visto en su vida.
“Siempre nos dice, medio en broma, que acabará aquí su carrera... Y nosotros, encantados”.
Roig Negueroles
La evolución de Rodri en el primer equipo fue meteórica. Tanto que los grandes clubes se interesaron por él. Al final, Rodri volvió al Atlético, no sin antes hacer el último servicio al club amarillo. Renovó para que su cláusula pasara de 12 a 24 millones y le dijo al Atlético que su precio era ese: 24 millones. Fue su forma de agradecerle todo al club que le formó... y al que quiere volver algún día. “Siempre nos dice, medio en broma, que acabará aquí su carrera... Y nosotros encantados”, señala Roig Negueroles.
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De momento, el mediocentro del City estará en el césped de La Cerámica aunque no se vestirá de corto. Pero el ‘chico de la bicicleta y el Corsa’, el canterano groguet que tiene un Balón de Oro, se llevará una gran ovación esta noche en La Cerámica tras recibir la insignia de oro por parte del dueño de la entidad.
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