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LEIPZIG-REAL MADRID | SORIANO

“Red Bull tiene muchísimos jugadores bajo control, es un referente en Europa”

Jonathan Soriano es el máximo artillero histórico del Red Bull Salzburgo, el principal exponente de la marca en el futbol europeo hasta que desembarcó en Alemania. De todo ello habla con AS.

Actualizado a
“Red Bull tiene muchísimos jugadores bajo control, es un referente en Europa”
CHRISTOF STACHEAFP

Jonathan Soriano (El Pont de Vilomara, 1985) se crio en la cantera del Espanyol y luego ayudó al filial del Barcelona a dar el salto a Segunda, pero a mitad de camino tomó una ruta inesperada: irse a jugar al Red Bull Salzburgo de la liga de Austria, donde pasó cinco años y medio y se convirtió en leyenda: 172 goles en 202 partidos que le hacen el máximo artillero de la historia de una entidad que ha dado a luz para el gran público a jugadores como Haaland o Upamecano. Pocos como él para explicar el proceso que ha llevado al Leipzig a ser, en muy pocos años, lo que es hoy. Lo hace para AS.

¿A qué se dedica hoy Jonathan Soriano?

A lo que se puede. Ahora estamos con DAZN, también colaboro con la televisión de Cataluña haciendo el espacio del Barça, cuando toca radio, pues radio… Poniendo mi granito de arena dentro del fútbol. Es lo que me ha venido. Tras dejar el fútbol empecé con la representación, con mi antiguo agente, y eso vi claro que no me gustó, en un mes lo tuve claro. Entrenar no me ha llamado nunca la atención. Y lo de los medios fue una sorpresa, no tenía ni idea de cómo iba esto de la TV, pero estoy disfrutando mucho. Me lo paso muy bien.

¿Cómo ve el Leipzig-Madrid?

El Madrid en Champions es una historia de amor, llevada al máximo esplendor. Llega con bajas y con lo que sea, y lo soluciona todo. El Leipzig tiene buenos jugadores y un planteamiento bueno, pero ante el Madrid en Champions siempre es favorito. Con bajas y con lo que sea, es un grande; está por delante.

Usted llegó al Red Bull Salzburgo, que por entonces aún sonaba a experimento de una marca de bebidas energéticas. ¿Cómo fue aquello?

Salgo del Barça B y tenía la oportunidad de irme libre a equipos quizás con más historia, de España y del extranjero. Pero el Salzburgo fue el que más apostó, vino a verme a Barcelona, se sentaron conmigo, me contaron el proyecto. Claro que me llamó la atención el nombre, Red Bull, hasta entonces se lo conocía en el deporte por el motor y los deportes de riesgo. Pero creí en ellos, en su planteamiento de futuro, en que querían hacer cosas serias. Llego allí y no había nada aún, no había una base, esa la hicimos estando yo allí. El cambio ha sido real, es increíble lo que han conseguido con su filosofía y con pocos medios, aquello no deja de ser la liga de Austria. Ahora han extrapolado esa filosofía y son un referente en Europa.

Jonathan Soriano celebra un gol con el Red Bull Salzburgo.
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Jonathan Soriano celebra un gol con el Red Bull Salzburgo.

En Leipzig también el crecimiento ha sido enorme. Aunque con más medios…

Cuando yo estoy en Salzburgo lo de Leipzig ni lo conocíamos, empezamos a oír de ellos cuando ya estaban en tercera, y cuando suben a segunda ya vamos notando que son el hermano pequeño que se va haciendo grande. Nosotros éramos el hermano mayor, ganábamos ligas, jugábamos en Europa, éramos el espejo en el que mirarse. Pero cuando suben a Bundesliga, ahí se acaba eso; pasan a ser el primo de Zumosol, por su estructura, porque los jugadores que triunfaban en el Salzburgo pasaban a ser del Leipzig en propiedad… Nos dimos cuenta de que nos habían pasado por la derecha, y sin avisar. Se entendía, aunque sabía mal, se nos dejó un poco de lado. Nosotros pasamos a ser los que teníamos los jugadores buenos y a un precio asequible. Costó un poco encajar eso, a la afición y también a los veteranos, todo era Leipzig entonces. Pero imperó el sentido común, Leipzig era el número uno y nosotros nos quedamos como el hermano pequeño, formábamos a los jugadores y si daban el callo, se iban para Alemania. Allí pueden invertir mucho más, pero no quieren ser un Bayern, ellos hacen jugadores jóvenes y si viene un grande que paga mucho, si todos salen ganando, no hay miedo a vender. Entre los equipos de Austria, de Brasil, de Nueva York… tienen muchísimos jugadores bajo control.

Si a usted le pilla la situación actual en su etapa de esplendor, probablemente habría acabado en el Leipzig…

Me lo hubiera pensado, dar el paso a una liga mayor. Pero habría que ver si el Salzburgo me hubiese dejado, yo tuve oportunidad de ir a clubes grandes cuando estaba a mi mejor nivel y nunca me dejaron. Me sentí siempre muy valorado, al fin había encontrado un equipo que me quería. Y así fue hasta el último día que estuve allí.

¿En el Barcelona no se sintió querido del todo?

Allí me reencontré con el fútbol, siempre me había costado encajar y allí fue lo contrario. Tuve que bajar dos escalones, yo seis meses antes estaba en Primera y tuve que ir a Segunda B y es casi volver a empezar. Yo ya tenía 23 años, pero encontré mi sitio, con jugadores de la leche, una plantilla estupenda, con un entrenador que supo entender mi situación y yo supe adaptarme a lo que necesitaba un filial. Hice goles, di mi mejor nivel. Cuando digo que en Salzburgo me supieron valorar me refiero a nivel profesional, un equipo grande, que juega en Europa. Y en el Barça sabía que había un 99% de posibilidades de no llegar al primer equipo, ya me lo habían avisado, yo tenía que ayudar al filial a conseguir el ascenso y lo hicimos, en el primer año, y pudimos disfrutar de aquello el segundo año. Yo por la edad si jugaba con el primer equipo ya no podía bajar al filial, eso me lo dejaron claro. Y todos sabemos cómo funcionaba aquella delantera del Barcelona. Quizás yo no daba el perfil del canterano, ya era veterano… Pero estoy encantado de mi paso por el Barça.

¿Cómo ve a este Barça en crisis?

Sorprende, la decisión de traer a Xavi fue aplaudida por todos, yo me alegré mucho de su llegada, pero no ha tenido suerte. Se le ha sido crítico y exigente, yo incluido, pensaba que por lo que había sido como jugadores nos iba a deleitar, que podía ser el nuevo Guardiola. Y quizás se le ha exigido mucho más y tenía lo que tenía. La culpa no la tiene siempre el entrenador, aunque sea lo más fácil. Hay muchos jugadores que no han dado la talla. Si él cree que no se le valora el trabajo, se entiende su decisión.

¿Conoció a Dietrich Mateschitz, el fundador de Red Bull? Parecía un personaje peculiar…

Él estaba más a la Fórmula 1 y a los aviones, tenía un aeropuerto sólo para todos sus aviones. Pero según fuimos haciendo buenos resultados en Europa se fue dejando caer un poco más y una de mis últimos renovaciones la hago personalmente con él. Le gusté, le caí bien o lo que fuera, y un día me dijo que me quería ver, antes sólo nos habíamos saludado sin más. Imponía, era un hombre carismático y mira todo lo que había conseguido.

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Le gustaría a usted el Red Bull, por la cuenta que le traía.

Nos dieron varias charlas en el club, siempre ha habido el debate de si es bueno o no para la salud. Con moderación, está bien. En cualquier recinto de Red Bull no vas a encontrar ninguna bebida de cola y en Austria imagina, sobre todo en Salzburgo, la mayoría de locales son de Red Bull. Teníamos en todas partes, en los entrenamientos, y en los viajes nos acompañaba siempre el típico coche con la lata enorme en el techo. El patrocinio es al 100%.

Usted hizo 172 goles en cinco años con el Salzburgo…

El club no tiene mucha historia, pero en cinco años pude marcar esos goles. Y no creo que muchos jugadores vayan a estar cinco años allí. La filosofía del club es dos o tres años máximo y venta asegurada. Si haces un año bueno, difícilmente aguantarás otro en Salzburgo. No tienen ningún miedo de desprenderse de jugadores, si cobran lo que piden. Saben que van a llegar más.

Usted pasó por Arabia antes de que estuviese de moda.

Estuve poco tiempo, media temporada, pero no era de esperar este ‘boom’. Yo pillé el estallido de China, que parecía que iba a romper todos los esquemas y duró poco y menos. Parece que en Arabia son algo más serios, están comprando muchos jugadores, aunque cueste a ojos del mundo. Tienen mucho poder económico y ganas de crecer. Hay que darle tiempo, ahora parece que todo va muy bien. Pero paciencia.

¿Pero son serios? Henderson ha huido a la mínima, Benzema está peleado con su club, Laporte se quejó en AS de que no cumplen con lo firmado…

Tienen otra forma de trabajar. En España la cosa ya está seria, no hay impagos, y allí la cosa no funciona así, puedes estar meses sin cobrar y de pronto llega un día y te lo pagan todo de golpe. A mí ya me pasaba, y los jugadores locales te decían: “Tranquilo, ya te pagarán”. Para ellos tenerlo firmado es que se pagará, pero sin prisas. España era así también hace años, ahora está todo más regulado. Te tienes que fiar de la palabra. Entiendo que a un jugador de un grande de Europa le sorprendan cosas, como la forma de pago o que se pare el entrenamiento para rezar, o la comida durante el ramadán. Si quieres que se cumpla al dedillo lo firmado, allí de momento no funcionan así.

También estuvo en China, otra burbuja que explotó, como la de Rusia. ¿Teme lo mismo en Arabia?

China tuvo mala suerte, le vino el COVID y los extranjeros se fueron. Yo estuve dos años y allí la liga va por un lado y el gobierno, por otro. Se podía tener cinco extranjeros y en una semana cambiaron y sólo podía hacer en cada convocatoria tres, y nos vimos que cada partido dos de fuera teníamos que ir a la grada. Había movimientos que decías: “Qué cosa más rara”. La federación hizo que si fichabas a un jugador, tuvieses que pagar esa misma cantidad a la propia federación, así era difícil que se apostase por internacionales, no es lo mismo pagar 20 que pagar 40. Ellos mismos ponían palos en la rueda, así no podían avanzar, empezaron la casa por el tejado. Y el COVID acabó de derribar la casa. Lo de Arabia parece tener algo más de base, tienen fútbol formativo, algo que en China no había. El choque cultural es grande, si vas con tu mujer y tus hijas eso puede ser un pequeño problema. No creo que sea como China, pero démosle tiempo. Que esté Cristiano abre muchas puertas, si él estará allí sabes que mal no vas a estar.

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DIARIO AS

También jugó en el Girona, en Segunda, en la 2019-20. Y ahora pelean por la Liga.

Me pilló la pandemia allí y me vino fatal, tenía 35 años, no jugaba mucho porque Stuani la estaba rompiendo y si además le unes que tengo que entrenar solo en casa, eso acabó de fulminarme. No hubiese puesto la mano en el fuego por lo que está pasando, la verdad. Pero sí te das cuenta de que si un club trabaja bien, de forma humilde, de la misma forma en Primera o en Segunda… Y tienen el apoyo del City Group, con eso consiguen jugadores que en otras condiciones no podrían conseguir, pero no les quitaría mérito, lo suyo es enorme. ¿Si aguantarán? Cuánto llevamos repitiendo eso, cuando eran cinco jornadas porque eran cinco, pero ya llevamos unos cuantos partidos. El Madrid está más curtido en estas situaciones, pero de momento el Girona está disfrutando y esa ilusión no se la quita nadie. Eso les hace peligrosos.

Salzburgo es tierra de goleadores. Allí brilló usted y de allí salió Haaland…

Llamaba la atención, rubio, grande, con esas patas… Pero de primeras pensabas que era uno más. Por allí han pasado muchos grandes jugadores, yo he tenido de compañero a Upamecano. Cuando me dijeron que lo siguiese dije: “Sí, tiene buena pinta, es rápido y fuerte, tiene ganas y gol”. Pero que va a ser lo que es hoy… me hubiese costado verlo.

¿Le gustaría verle en España?

Claro, como a Mbappé. Primero, para verlos cada semana, para tenerlos cerca. Hemos disfrutado de Messi y Cristiano y la Liga necesita tener de nuevo jugadores de máximo nivel. A cualquier equipo le iría bien, el Madrid no tiene delantero, al pobre Joselu le ficharon para ser el suplente de otro y se está encargando de sacar las castañas del fuego con unos números magníficos. El Barça también necesita jugadores así, Lewandowski ya tiene una edad.

Hizo 48 y 46 goles en dos temporadas seguidas en Salzburgo. ¿Pesaba demasiado jugar en Austria a la hora de que la Selección se fijase en usted?

El hándicap era muy grande, los goles son goles y eran muchos, fui máximo goleador de la Europa League también, pero pesaba mucho que jugase en Austria. Tiraba más alguien que no estuviese tan bien físicamente, pero que estaba en España y que todo el mundo lo viese cada semana. Pero estoy contento con mi carrera. Claro que me hubiese gustado ir con la Selección, pero no se dio la oportunidad.