Los ultras del Eintracht desafían a Italia

La tensión en torno al Nápoles-Eintracht de mañana sigue subiendo. Tras la larga batalla legal entre el Ministerio del Interior italiano y el club alemán (hubo una primera prohibición para la venta de entradas a los residentes en Alemania, suspendida por el Tribunal Administrativo Regional, y una segunda prohibición para los residentes en Frankfurt) que continuará en los próximos meses, esta tarde llegaron unos 500 ultras del equipo alemán a la ciudad sureña.

Las autoridades italianas quisieron evitar su presencia por el temor a nuevas peleas tras las de la ida y la amistad de los alemanes con los tifosi del Atalanta, rival de los partenopei. Los hinchas llegaron primero a Salerno y luego, en tren, a Nápoles, donde fueron acogidos por decenas de agentes, que los escoltaron con seis buses especiales a un hotel del centro. La policia teme nuevas riñas durante la noche y el presidente de la UEFA Aleksander Ceferin, mientras tanto, condenó la decisión del prefecto de Nápoles: “Hay que cambiar las normas, no puede existir algo así: no se puede jugar en estas condiciones. Es inaceptable que las autoridades italianas decidan que los hinchas alemanes no puedan entrar al estadio. Necesitamos hacer algo, porque esta decisión está totalmente equivocada. Si vuelve a pasar algo así, cambiaremos la sede de los encuentros”.