La repetición con el Oporto y un rival en crisis abren la puerta al Atleti

Oporto

Agraciado con el bombo 1 por ser campeón, el Oporto no supone un verdadero quebradero de cabeza. El Atleti ya le rindió hace un año. No es un adversario de quilates pese a su espléndido comienzo en la competición doméstica, donde suma pleno de victorias y luce ya el título de la Supercopa. La última jornada liguera, que acabó con un triunfo rotundo ante el Sporting (3-0) en el tramo final, resulta un espaldarazo para el trabajo de Sergio Conceiçao en el banquillo. Un estratega de recorrido, de gran personalidad y que sabe preparar el escudo de su equipo para dar la cara en los primeros compases de la Champions. Las pérdidas en el último mercado invernal de Tecatito y, sobre todo, Luis Díaz, o las de ahora de Vitinha y Fabio Vieira, más la de Sergio Oliveira, rebajan su nivel individual, pero el colectivo mantiene cierta vigencia competitiva.

Es el Oporto un conjunto maduro y aguerrido, que tiene peligro en las transiciones y en el balón parado. Le cuesta más en los ataques posicionales, aunque sabe explotar las llegadas por fuera de los laterales. Conceiçao ajusta el bloque en 1-4-4-2 en rombo con dos referencias arriba como son Evanilson y Taremi. A ambos se les caen los goles en este verano. Por detrás luce Pepé, el brasileño ex del Gremio. Otro jugador interesante es el lateral derecho João Mário, además de una pareja defensiva de peso como son Pepe y Marcano y la presencia regular de Uribe en el centro del campo. Tampoco se discute a Diogo Costa como guardián de la portería. Sin embargo, el éxito del Oporto está muy ligado a su plan defensivo. Si este falla, tiene poco espacio para la reacción en una competición como esta. No lo pondrá fácil, pero con lo que había en el camino no hay motivo para la queja.

Estrella: Pepé (25 años)

Bayer Leverkusen

Crisis total en el Bayern Leverkusen. Los objetivos del club aspirina en lo que parecía ser una temporada ilusionante se han difuminado con un comienzo horrible en el que ha quedado apeado de la Copa por un cuarta división y en el que cuenta sus partidos por derrotas en la Bundesliga. No es colista por el siete que le hizo el Bayern al Bochum. Nadie esperaba algo similar en un equipo que no ha vendido a ninguno de sus jugadores más notorios y que encima estuvo rápido para hacerse con un refuerzo estratégico como el checo Hlozek. La baja de larga duración de Wirtz le ha deslucido y muchos de sus jugadores clave del curso pasado como Diaby, Schick, Tapsoba o Frimpong están lejos de su mejor nivel.

Ya se mira a Gerardo Seoane, de origen español, como gran culpable. El Leverkusen no se encuentra, su juego es muy plano y es víctima de sus desmanes atrás. La velocidad con la que circulaba la pelota se ha reducido notablemente, así como su intensidad en la presión. Al final depende de lo que Diaby sea capaz de inventar con su velocidad y regate y de que Azmoun y Schick ganen duelos en el área rival. Hasta ahora no ha pasado. Por eso apenas ha marcado un gol en tres partidos en la Bundesliga. A Hlozek le está costando y habrá que ver cómo vuelve Wirtz cuando vuelva. Asimismo, al centro del campo le cuesta crear y Tapsoba y Tah desentonan este curso como centrales. Sus errores en las marcas son frecuentes. Lo peor para el Leverkusen es que no sabe a qué juega. Hasta que no se reconozca, estará desorientado. Y la Champions no perdona.

Estrella: Diaby (23 años)

Brujas

Mucho tiempo después, el Brujas se erige como el amo del fútbol belga al levantar las tres últimas Ligas. Esa fortaleza reencontrada le ha permitido intervenir en la Champions, sin demasiada fortuna, exponiéndose la distancia sideral que hay entre los equipos de la liga belga y los de las otras grandes e Europa. Ahora vuelve a aparecer en el camino de un equipo español tras jugar contra el Atlético en la 2018-19 y el Madrid en la 2019-20. Nunca ha podido pasar la fase de grupos. Además, ha vendido a Nsoki al Hoffenheim y a su gran estrella, De Ketelaere, al Milan, y no se sabe qué pasará con Lang.

Se fue Schreuder y se quedó su asistente Carl Hoefkens como entrenador. No ha variado nada la hoja de ruta. El Brujas pretende ser un equipo pujante en las transiciones y peligroso en las acciones de estrategia. Con espacios no hay que hacerle de menos. Su dibujo más habitual es con tres centrales. Con este sistema ha recalcado sus posibilidades ofensivas. En la portería se asienta el conocido Mingolet, ex del Liverpool, y Vanaken es su futbolista más completo, un interior moderno con gol y presencia física. Pero sus dos jugadores más ilusionantes ahora son Skov Olsen, anclado en la banda derecha, y el ex del Barça Ferran Jutglá, asistente y goleado prolífico. Otros fichajes como el lateral izquierdo Meijer (Groningen) y el centrocampista Nielsen (Union Saint-Giloisse) se han asentado en la titularidad. Sería muy importante para el Brujas no perder a Lang antes del cierre de mercado. De todos modos, es un adversario mediano, con deficiencias tácticas sin balón. Se desarregla con facilidad. De ahí que su sueño de alcanzar los octavos parece lejano.

Estrella: Skov Olsen (22 años)