La pesadilla del Faraón
El Real Madrid es el talón de Aquiles de Salah: siete enfrentamientos, cero victorias. Entre ellos, dos finales de Champions. Se apaga ante el blanco: dos goles en 570 minutos.
“Tenemos cuentas pendientes”, escribió Salah nada más conocer que en Saint-Denis jugaría contra el Real Madrid. Aquel que cuatro años antes le había arrebatado una Orejona en Kiev. Lanzó el guante a su ogro por sexta vez; y volvió a zozobrar. La historia del Faraón con los blancos es digna de ‘Expediente X’. Un imposible que ya ha emitido siete capítulos y ni una sola victoria para el extremo. Lo máximo que ha logrado es un empate sin goles en la vuelta de los cuartos 2020-21 (el Madrid firmó un 3-1 en el Di Stéfano y supo aguantar el resultado en un Anfield que, a puerta cerrada, no pudo caminar junto a los suyos), todo lo demás, triunfos madridistas. Esta noche, octava oportunidad.
Salah, contra el Real Madrid
Temporada | Ronda | Resultados | Goles | Asistencias | Minutos |
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2015-16 | Octavos (ida) | Roma 0 - Real Madrid 2 | 90′ | ||
2015-16 | Octavos (vuelta) | Real Madrid 2 - Roma 0 | 90′ | ||
2017-18 | Final | Real Madrid 3 - Liverpool 1 | 30′ | ||
2020-21 | Cuartos (ida) | Real Madrid 3 - Liverpool 1 | 1 | 90′ | |
2020-21 | Cuartos (vuelta) | Liverpool 0 - Real Madrid 0 | 90′ | ||
2021-22 | Final | Liverpool 0 - Real Madrid 1 | 90′ | ||
2022-23 | Octavos (ida) | Liverpool 2 - Real Madrid 5 | 1 | 1 | 90′ |
¿Cuándo empezó la maldición?
El 17 de febrero de 2016; ha llovido. Hace siete años y 27 días, Salah se enfrentó por primera vez al Real Madrid: jugaba en una Roma entrenada por Spalleti y se cruzaron en octavos. El egipcio fue titular en ambos partidos y no logró ni marcar ni dar una asistencia. Los blancos, dirigidos por Zidane, ganaron 0-2 en el Olímpico y sentenciaron con un 2-0 en su Coliseo. A partir de ahí, la historia continuó en el Liverpool, con la famosa final de Kiev como escenario... y el aún más famoso lance entre Ramos y él como epicentro. A los 30 minutos se luxó el hombro y pidió el cambio. “Fue el peor momento de mi carrera”, reconoció. “Si se hubiese infiltrado, podría haber jugado la segunda parte”, deslizó Ramos. Una derrota ante la que el egipcio juró “venganza”. Con esa palabra.
“Cambiaría todos mis trofeos por volver a jugar aquella final”, fue la frase lapidaria que pronunció tiempo después. Le hizo tanto daño perder en Kiev, que cuando sus caminos volvieron a cruzarse en Saint-Denis, escribió: “Tenemos cuentas pendientes”. Directo y desafiante, mientras el madridismo saboreaba la remontada ante el City. Aprovechó el calor del escenario para calentar un partido... en el que volvería a perder. No pudo hacerle ni un gol a Courtois, monumental bajo los palos para prolongar su pesadilla. Metiendo el dedo en una herida que ya había vivido una eliminatoria -aunque algo más descafeinada- antes: los cuartos de la 2020-21, cuando los blancos supieron aguantar el 3-1 del Di Stéfano con un 0-0 en un Anfield sin público. Ese empate es lo más parecido a una victoria que ha vivido Salah contra el Madrid. Su única ‘no derrota’. Porque después vino el reciente 2-5 y hoy, ya saben, su octava oportunidad.
El terror de esta Champions
Salah llega con mucha confianza: es el segundo máximo goleador de la presente edición (8). Mira por el retrovisor y vislumbra a Mbappé (7; ya no podrá cazarle, eliminado en Múnich), Vinicius (6) y João Mario (6). El egipcio ha marcado en todos los partidos menos la primera jornada, llegando a hacerle un hat-trick al Rangers en el apabullante 1-7 de la fase de grupos. Esta temporada suma 22 goles y 11 asistencias en 38 partidos (firma o da un gol cada 97 minutos). Aunque, como mancha a su currículum, justo viene de fallar un penalti clave frente al Bournemouth en la Premier. Aquel partido podría haber devuelto a los reds a zona europea (provisionalmente, pues el Newcastle tiene un partido menos). Pero erró y el día a día en Anfield sigue siendo límite. Al filo del abismo por poder quedarse sin jugar competición continental la temporada que viene. En la presente, la faena parece una utopía. Y más aún para Salah, que jamás ha ganado al Real Madrid. Octava noche ante su peor pesadilla.