La combinación diabólica que echaría al Barça de Europa
El equipo de Xavi Hernández depende de sí mismo para volver a pisar unos octavos de Champions, pero la derrota en Alemania abre un nuevo escenario que podría dejar a los azulgranas fuera de combate.
El Barcelona y la Champions League, un trauma que el equipo azulgrana no consigue dejar atrás. Como una herida aún sin cerrar. Frente al Shakhtar, el cuadro de Xavi Hernández tenía todo en su mano para poner fin a la pesadilla en Europa, pero, otra vez, un nueva cicatriz en forma de tropiezo. En Hamburgo, el equipo de Xavi Hernández desaprovechó una oportunidad de oro de certificar su billete a los octavos de final de la máxima competición continental y los fantasmas del pasado comienzan a sobrevolar un curso más en Can Barça. Después de dos ejercicios consecutivos sin pisar las rondas finales de la ‘Orejona’, un punto frente a los ucranianos era suficiente para sellar dicho pase, pero su derrota, unida a la victoria del Oporto ante el Amberes, ha puesto el grupo al rojo vivo abriendo para el Barça un nuevo escenario, con todo de cara, pero nada certero. Como un territorio hostil.
El proyecto de Xavi Hernández vive sus momentos más equívocos, pues la andadura del Barcelona por el Viejo Continente con el técnico de Terrassa al frente no ha sido la esperada en la Ciudad Condal. La derrota frente al Shakhtar, junto a la del Clásico y la pobre imagen desplegada ante la Real Sociedad en el último duelo liguero, ha llevado incluso a cuestionarse la continuidad del técnico catalán desde ciertos sectores de la parroquia azulgrana. En Europa, de momento, el viento sopla a favor. Con la calculadora en mano, las posibilidades de que el equipo culé no acceda a los octavos de final son mínimas, que no imposibles. El Barça es líder del grupo H con nueve puntos, los mismos que el Oporto, mientras que el Shakhtar cuenta con seis en su casillero y cierra el grupo un Amberes ya eliminado con cero puntos.
Con dos encuentros por disputarse, el equipo de Xavi Hernández recibirá el próximo 28 de noviembre en Montjuïc al Oporto. Un triunfo azulgrana frente a los lusos aseguraría virtualmente el primer puesto para el Barcelona e, incluso con un empate frente al cuadro de Sérgio Conceição y si los ucranianos no vencen en Bélgica, el conjunto culé volvería a pisar los octavos de final dos temporadas después. Pero todo daría un giro de 180 grados si el Barcelona no consigue los tres puntos ante el Oporto y el Shakhtar supera al Amberes, pues se llegaría a una última fecha de infarto en la que los criterios de desempate podrían resultar claves. En caso de empate, el primer requisito que determinará los clasificados es el de una mayor suma de puntos entre los equipos implicados. Si en dicho factor todo sigue igualado, se pasa al segundo factor, el de una mayor diferencia de goles entre los rivales directos y, si vuelve a continuar el empate en tablas, el tercer elemento clave es el de que logre un mayor número de dianas a favor entre los conjuntos implicados.
En esas y, con las cábalas de una posible derrota del Barcelona frente al Oporto y un triunfo del Shakhtar en la próxima jornada, se llegaría a una última fecha con todo en juego, a la que los lusos llegarían como líderes con 12 puntos, por 9 de azulgranas y ucranianos. En ella, un triunfo del equipo de Xavi Hernández frente al Amberes lo llevaría hasta los 12 puntos y, si el Shakhtar asalta Do Dragão, los de Donetsk se irían también hasta los 12 dejando un triple empate entre los tres equipos que obligaría a recurrir al primer requisito para determinar los clasificados:el mayor número de puntos entre los rivales directos.
A través de este primer factor, nada se esclarecería, pues Oporto, Barcelona y Shakhtar volverían a sumar todos seis puntos en su casillero teniendo en cuenta que los lusos vencen en Montjuïc y los de Donetsk asaltan Portugal en la última fecha, por lo que se pasaría al segundo elemento más diferencial, el de una mayor diferencia de goles entre los implicados. Así, si el Shakhtar venciese por 0-1 al Oporto, el clasificado sería el Barcelona, pues con tres goles a favor y tres en contra, tendría un ‘golaverage’ de 0, mientras que los ucranianos se quedarían con un -1, con cuatro dianas a favor y tres en contra. Pero si los de Donetsk superan a los lusos por más de un gol de diferencia, el Shakhtar apearía a los azulgranas de octavos recurriendo al tercer requisito, el de más dianas anotadas entre ellos. Otro ejemplo sería si el Barcelona cayese en la próxima fecha por 0-2 frente al Oporto, pues al Shakhtar le valdría con vencer en la última jornada en Portugal para atar el billete a las rondas finales, independientemente del resultado, pues ambos contarían con un ‘golaverage’ de -1, pero los ucranianos volverían a sumar más goles a favor que los azulgranas.
Distinta situación se daría si el equipo de Xavi cayese por 1-2 ante el Oporto el 28 de noviembre. Con dicha derrota, el equipo azulgrana amarraría el billete a octavos siempre y cuando el Shakhtar superase a los dragones en la última fecha por un resultado de 0-1. Si los ucranianos ganan en Portugal por diferencia de más de una diana, el clasificado sería el cuadro de Donetsk, pues quedaría igualado en ‘golaverage’ junto al Barcelona, pero se llevaría el gato al agua por un mayor número de tantos a favor (cinco por cuatro). Otro escenario podría ser que el Oporto conquistase Montjuïc por 1-3. En ese caso, el Shakhtar lograría apear a los azulgranas si consiguiese vencer a los lusos en la última jornada por más de un gol de diferencia, sino el clasificado sería el cuadro de Xavi pues, con todos los requisitos en tablas, los de Can Barça pasarían a octavos gracias a la goleada frente al Amberes, pues se tendría en cuenta la mayor diferencia de goles en todos los duelos del grupo.
De esta manera, diferentes supuestos son los que podrían dejar por tercera campaña consecutiva al Barcelona sin pisar unos octavos de final de Champions League. Los números son cristalinos y las opciones de ello son mínimas, pero el pasado en la Ciudad Condal está más presente que nunca, por lo que la cautela se ha instalado en Can Barça hasta que las cuentas sean matemáticas. Sin depender del rival y con dos fechas aún por delante, el equipo de Xavi Hernández tiene todo en su mano para volver a estar entre los dieciséis mejores clubes del Viejo Continente y de paso cerrar una herida que aún sigue abierta.
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