El verdadero Mundial de Clubes
Madrid y City, los dos últimos campeones de Europa y del mundo, se citan en el Bernabéu investidos de esplendor. Walker, Aké y Gvardiol, posibles bajas.
Madrid y Manchester City son los dos últimos campeones de Europa y hasta ahí llegaron después de eliminarse mutuamente en semifinales. La plantilla de los ingleses es la de mayor valor de mercado del planeta; la del Madrid, la tercera. Ambas superan los mil millones. Y no hay entrenadores más galardonados que los suyos: 27 grandes títulos para Ancelotti, 37 para Guardiola y dos eliminatorias de Champions por cabeza en enfrentamientos directos. Estamos, pues, ante un Mundial de Clubes en edición de bolsillo, a dos partidos, capricho del bombo que a uno de los dos le saldrá caro (sigue el partido en directo en As.com).
Respecto al año pasado, los datos dicen que el City no se ha depreciado y que el Madrid está notablemente mejor. Los de Guardiola, en la Premier, tienen solo tres puntos menos que el curso anterior a estas alturas, han marcado diez goles menos y encajado tres más. En Europa, en cambio, lo han ganado todo, eso sí, en un grupo relativamente sencillo (Estrella Roja, Leipzig y Young Boys) y con un cruce de octavos dulce (Copenhague). Aun con la Champions bajo el brazo, el club gastó 259 millones en fichajes, pero solo uno, el croata Gvardiol (90 millones pagó al Leipzig) es titular. El resto, Matheus Nunes, Kovacic y Doku, pisa más banquillo que césped. Y entre las pérdidas, solo la de Gündogan puede considerarse nuclear. Palmer, hoy estrella del Chelsea, Laporte o Mahrez se habían vuelto demasiado esporádicos antes de salir.
De banquillo de paja a banquillo de oro
El Madrid, en cambio, ha dado un estirón con la llegada de Bellingham (20 goles, 10 asistencias y un empoderamiento absoluto) y un banquillo reforzado. Lo dice su liderato indiscutible en la Liga, sus dos derrotas en toda la temporada y su marcha en Europa, donde solo cedió un empate, ante el Leipzig. El City también se vio con los alemanes y ganó sus dos partidos, pero con reparos: en el Red Bull Arena no rompió el empate hasta el minuto 84 (acabó ganando 1-3), en el Etihad hubo de remontar un 0-2 para imponerse por 3-2.
El equipo de Ancelotti ha sobrevivido a los contratiempos. Perdió desde el inicio a Courtois, decisivo el año anterior, pero ha acabado encontrando a Lunin. También ha sorteado bien las otras dos roturas de cruzado, de Militao, que ya está listo aunque no apunta a titular, y de Alaba, al que Rüdiger ha superado en rendimiento, y ha mejorado la unidad de rescate. En el doloroso 4-0 del Etihad acompañaban en el banquillo a Ancelotti Vallejo, Odriozola, Hazard y Mariano, todos invisibles. Esta noche tendrá junto a él a Modric, Joselu (13 goles) o Brahim (9).
El factor descanso también juega a favor del Madrid, que ha disfrutado de nueve días para preparar el choque. En ese intervalo el City ha jugado dos partidos de gran exigencia en la Premier. Guardiola lo ha sorteado con pequeñas rotaciones. El miércoles, ante el Aston Villa, dio descanso a De Bruyne y Haaland. El sábado, contra el Crystal Palace, a Bernardo Silva y Foden. Para ese partido pudo recuperar a Stones, y el meta titular, Ederson, ya estuvo en el banquillo. Quizá juegue hoy. Atrás, en cambio, la cosa ha ido a peor. Ya estaban descartados Aké y Walker, una mordaza para Vinicius el curso pasado, y el sábado también cayó Gvardiol, que viajó, pero es duda. Esa concentración de desdichas no ha tenido efecto en la Premier: dos victorias y ocho goles de los citizen en los últimos dos partidos.
Una pareja letal
El choque cruza los momentos de forma de De Bruyne y Haaland. El belga se lesionó en agosto y no pudo volver hasta enero, lo que le ha permitido jugar solo 16 partidos en el curso, pero los ha aprovechado bien: cuatro goles, dos de ellos el sábado, y trece asistencias. En los últimos cuatro años había participado en 122 tantos del equipo y a ese nivel ha vuelto. Su gol del curso pasado en el Bernabéu lo cambió todo. Haaland, al otro lado, parece sumido en una minidepresión: su gol al Palace llegó tras cinco partidos de sequía (incluidos los dos que jugó con Noruega). Ahora lleva 30 tantos y en él parecen poca cosa.
Ante el Madrid se espera un City ordenado en ese 4-1-4-1 de última generación de Guardiola, con Stones como central, el joven Rico Lewis en la derecha y esa línea terrorífica Bernardo Silva-De Bruyne-Foden-Grealish a la espalda de Haaland. Y en el banquillo, algunas balas más: Doku, Julián Álvarez, Kovacic y el brillante canterano Bobb.
Ancelotti tampoco cambiará lo que le ha funcionado en los últimos tiempos: Tchouameni seguirá de central hasta que Militao coja el tono, Camavinga jugará como mediocentro y Bellingham, Rodrygo y Vinicius formarán el tridente que abre las puertas de las semifinales.
FOTOGALERÍA
Casi todas las fortalezas del City son balón en mano. Su porcentaje de posesión es abrumador en la Champions (casi el 70%), es el mayor anotador de la competición, el más preciso en el pase y su portero ha sido el menos exigido. Pero también ofrece debilidades: no ha marcado aún de cabeza, recupera menos pelotas que el Madrid, le duele el repliegue (el Crystal Palace le llegó con facilidad y frecuencia) y sufre cuando le quitan el balón. Lo hizo el Liverpool hace un mes y recibió 19 disparos. Ese vídeo es un manual de instrucciones para Ancelotti.