El nueve que no fue Mariano

Más en cuatro meses, que en cinco años. El espejo que refleja dos rendimientos antónimos. Joselu y Mariano, cara y cruz. Con sus goles y perdones, ‘Crouchy’ (como Bellingham llama cariñosamente a Joselu de puertas para adentro, por sus semejanzas con Peter Crouch) ya suma ocho zarpazos esta temporada, doblete mediante frente al Union Berlin (ambos de cabeza). Esa actuación confirmó el sorpasso: Mariano hizo siete en cinco años, los de su segunda etapa en Chamartín (de 2018 a 2023). Un rendimiento tan pobre, que llevó al Madrid a no renovarlo el pasado verano (pese a su voluntad para hacerlo, incluso aceptando rebajarse el sueldo) y firmar a ‘Crouchy’. En el club impera la satisfacción con el 14; los números lo refuerzan y las sensaciones lo abrazan.

Cuando se le fichó, se buscaba precisamente esto: un futbolista al servicio del equipo, sin malas caras, desprovisto de un ego venenoso, que llegase para aportar y estuviese abierto a entender, cuando tocase, una suplencia. Joselu firmó con la ambición de quien quiere ser titular -quien no tenga eso, que se preocupe-, pero pisando tierra. Y a partir de ahí, a exprimir cada minuto para ganarse una continuidad la próxima temporada; algo que, de momento, no va mal encaminado (el Madrid posee una opción de compra por él que ronda el millón y medio de euros; está en su mano). “Ojalá pueda quedarme más tiempo en el Madrid; lo que voy a intentar”, confesó para AS en septiembre.

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El club, como se ha ido informando en los últimos meses, planea acometer este verano el fichaje de un Galáctico (Mbappé o Haaland), pero seguirá haciendo falta la figura de ese ‘segundo delantero’ y Joselu encaja en el puzle. Empezó esta temporada en el banquillo, pero las lesiones de Vinicius le empujaron a los onces. Y ya lleva ocho goles y dos asistencias en 21 partidos. La cuenta es sencilla: participa en una diana cada 107′ y ruge cada 133′. El vigente Zarra (el año pasado fue el máximo goleador nacional de Primera: 16 goles con el Espanyol) genera y, pese al runrún que rodea su puntería, suma. Algo opuesto a su predecesor.

El desierto de Mariano

Verano de 2018: el Madrid, huérfano de Cristiano Ronaldo, vio en Mariano un killer (21 goles en 45 partidos con el Lyon le abrillantaron) y pagó casi 22 millones por repescarlo, arrebatándoselo de las manos al Sevilla, que lo tenía cerrado. Pero segundas partes nunca fueron buenas. Mariano volvió a Chamartín, firmó cinco años y cogió el 7 de Cristiano. En su primer curso, agua: apenas disputó 750′, firmando cuatro goles. Pareció poco, sin saberse que lo que venía era aún menor. En la siguiente sólo jugó 81 míseros minutos, haciendo un gol (al Barça). Después, 679′ y otro solitario zarpazo; 392′ y un gol... y en la última, 155′ y ninguna diana. Se fue del Madrid sin despedirse: Ancelotti no lo puso en la última jornada frente al Athletic, la tarde de homenajes. Y el balance de sus cinco años resultó escueto: siete goles.

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No convenció a la dirección deportiva pero, sobre todo, no convenció a Ancelotti, que llegó a apostar por Hazard o Rodrygo como falso nueve antes que él. Mariano no contaba. Pero Joselu sí lo hace. A Carletto, más allá de su actitud, le gusta por la capacidad para jugar por alto que ofrece, llave ante el Union Berlin, por ejemplo: “En la segunda parte intentamos ser más efectivos, apostando por los centros, ya que teníamos a un delantero muy bueno de cabeza. ¡Y así hizo Joselu los dos goles, por alto! En la primera buscamos demasiado entrar por dentro y no había espacios. Teniendo a Joselu había que seguir ese camino, los centros”.

Tercer máximo goleador

Joselu ya ha adelantado a Vinicius (6 goles) y está en el podio de los máximos goleadores del Real Madrid, a sólo uno de Rodrygo (9) y a la estela de Bellingham (líder aventajado con 16). Suma 1.069′ oficiales este curso, siendo el noveno que más ha jugado, por delante de futbolistas como Camavinga (1.061′), Tchouameni (1.019′) o Vinicius (975′). Pero hay un dato más esclarecedor: sólo se ha quedado sin jugar en un partido de los 22 que ha disputado el Madrid esta temporada (frente al Braga, cuando causó baja por gripe). En los otros 21: diez veces titular y el resto, recambio. Joselu siempre juega. Ha encajado en el perfil de ‘delantero de rotación’ al servicio de la necesidad de cada partido. Sin malas caras, sin egos disparados. Para el club es, exactamente, el nueve que no fue Mariano.

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