Da Luz como bálsamo
El Atlético de Madrid busca dejar atrás en Lisboa y con la Champions League el ruido del derbi, ante un Benfica sin derrota con Lage.
Escribía Eduardo Galeano eso de que “no hay nada menos vacío que un estadio vacío”. Y, en efecto, Da Luz recibe al Atlético en esta tarde de martes, una de las últimas arañadas al verano, sin público bajo las estructuras metálicas inspiradas en las alas de un águila pero llena de recuerdos que nunca se irán, nunca podrán del todo. Con aquella final de 2014 presente, donde el Atleti del Cholo acarició su primera Champions y se le esfumó en el último instante, córner, ante el Real Madrid, busca el Atleti precisamente olvidar al Madrid y todo el ruido tras el último derbi. Y que solo se escuche a la pelota (sigue el partido en directo en As.com).
No hay otra. La nueva Champions con su formato de liga apremia. El ganar, ganar y volver a ganar de Luis como norma. Las cuentas del Cholo son lograr 20 puntos de 24 para ser uno de los equipos que entren directamente a los octavos, sin playoff de dieciseisavos. Para ello debe ganar en Da Luz, como ya hiciera en su primer, y único hasta ahora, regreso a Da Luz desde 2014: fase de grupos de la 2015-16, 1-2 y herida cauterizada. En sus últimas nueve salidas en Europa, solo una vez, sin embargo, regresó con victoria (ante el Feyenoord, la 2023-24 pasada). Y ayer voló desde Madrid con una baja importante: la de Le Normand, que sufre un hematoma subdural tras el golpazo en la cabeza con Tchouameni en una acción del derbi. A última hora, Spina, central del filial, ocupó su lugar en el viaje.
Se enfrenta el Atlético a un Benfica en vuelo: si los malos resultados del inicio de la temporada se llevaron por delante a Roger Schmidt, con el regreso de Bruno Lage, con el que ya fue campeón de la liga portuguesa, no sabe perder. Cuatro partidos, cuatro victorias y una sensación arrolladora. Su equipo es joven, vigoroso y con piernas. Y tiene a Di María. Hay futbolistas a los que el tiempo parece no alcanzar nunca. Y el argentino es de ellos aunque sume ya 36 años.
Viejo deseo del Cholo, manifestado por el entrenador en varias ocasiones, sigue siendo esa zurda de élite y, desde su regreso (2023), suma 18 goles y 14 asistencias en 55 partidos. Es uno de los tres futbolistas que aún sobreviven de aquella final: Koke y Giménez por el Atleti; y Di María, entonces en el Madrid. Su cuenta particular ante los del Cholo es abrumadora: 10 victorias, dos empates y dos derrotas. Su experiencia se combina con la juventud y la energía generada con la llegada del nuevo entrenador. Kökcü es el cerebro del equipo en el centro del campo. Aktürkoglu, letal en el ataque. E imprevisible.
La falta de Le Normand provocará que Simeone tenga que devolver a Witsel a la defensa y su equipo, lo más seguro, regrese a la línea de cinco atrás. El belga, exáguila (2011-2013), puede formar junto a Giménez y Reinildo, quienes, por cierto, ayer en la última sesión antes del partido, hicieron una parte de trabajo individualizado con Julián, Gallagher y De Paul. En el centro puede regresar Koke de inicio con De Paul y el inglés y la duda es quién acompañará a Griezmann en la punta. Atrás es fijo Oblak, otro exáguila, que ayer al saltar al césped en Da Luz dio una vuelta en derredor sin dejar de abrazar con los ojos todo lo que ese mar de asientos rojos vacíos le gritaba. Aunque fueran recuerdos tan distintos de los del Cholo. Llegó justo en julio de 2014. Tras aquella la final de Lisboa.
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