CHAMPIONS | LIVERPOOL - REAL MADRID
Antonio Núñez: “El Madrid es Hollywood y el Liverpool algo cotidiano”
El madrileño disfrutó de una carrera de ensueño. Compartió vestuario con los Galácticos y levantó la Champions con el Spanish Liverpool. Ahora, sus dos ex equipos volverán a verse las caras en Europa.
Antonio Núñez Tena (Madrid, 1979) cumplió su sueño de ser futbolista. Por el camino, diez equipos durante sus 17 años en la élite, la conquista de una Copa de Europa o defender al club de sus amores, el Real Madrid. De jugar en Tercera con Las Rozas a tocar el cielo con el ‘Spanish Liverpool’ pasando por la época de los Galácticos. Hace ya algo más de cuatro años que colgó las botas, pero el fútbol continúa formando parte de su vida, pues colabora en una escuela de chavales. Ahora, los blancos y ‘reds’ vuelven a verse las caras en una cita europea y el madrileño repasa en AS su paso por ambas entidades.
Real Madrid y Liverpool en su currículum, ¿se siente un privilegiado?
Totalmente. Jugar en Primera División ya es algo muy complicado a lo que no todo el mundo llega, así que tener la oportunidad de jugar en dos de los clubes más grandes de Europa fue un honor del que me siento muy orgulloso. Son equipos distintos, el Real Madrid es como vivir en una burbuja constante, como si fuese Hollywood, mientras que el Liverpool, dentro de la grandeza que tiene, tuve la sensación de ser algo más normal y cotidiano de un equipo de fútbol modesto.
Usted es madridista reconocido. ¿Cómo es defender al club de su vida?
Cualquier niño que quiere ser futbolista sueña con jugar en el Real Madrid porque es el mejor club del mundo. Soy socio desde pequeño y desde chico he ido al Bernabéu con mis amigos, con mi hermano y con mi familia a todos los partidos como un aficionado más. Al final se podría decir que cumplí un doble sueño: el de llegar a ser jugador profesional y el de poder hacerlo en mi equipo.
En apenas tres años pasó de jugar en Tercera con Las Rozas al primer equipo del Madrid...
Yo empecé tarde en el fútbol profesional, pero en muy poco tiempo mi situación se transformó por completo. El cambio fue muy brusco y en algunas situaciones me costó muchísimo adaptarme, ya que para eso se necesita tiempo. A raíz de un buen playoff tuve propuestas de varios equipos, pero aposté todo por el Real Madrid. Allí llegué en pretemporada sin ficha y teniéndome que ganar el puesto. Por suerte conseguí convencer a López Caro que era el entrenador, aunque estuve dos temporadas en el Castilla. Después estuve cerca de salir, pero me llamó Valdano y, aunque la oferta económica era menor que yéndome a otro club, me comentó que me iba a subir al primer equipo. Ahí ni me lo pensé porque yo quería quedarme en Madrid.
Llega a ese vestuario de los Galácticos con Beckham, Ronaldo, Zidane, Figo... ¿Cómo era su relación con esas figuras y qué momento recuerda con cariño?
El trato por parte de esos jugadores hacia los que veníamos de la cantera era muy cercano. Se portaban muy bien con nosotros, nos trataban con cariño y nos ponían las cosas muy fáciles. Recuerdo un día que jamás olvidaré. En un entrenamiento, Zidane se acercó a mí a preguntarme por mi vida, por mi familia, por cuántos hermanos tenía... Yo no me lo podía creer. Zidane había sido siempre un ídolo en mi casa y en cuanto llegué de entrenar se lo conté a mi hermano. Le dije ‘es que me ha preguntado por vosotros’ y a él le hizo muchísima ilusión. Diría que fue el mejor día de su vida (risas).
Y de Madrid a Liverpool. ¿Cómo fue aquella decisión?
En pretemporada me llamó Butragueño y me comentó la decisión de Camacho de no contar conmigo para la siguiente temporada. Yo ya sabía que iba a salir del club y mi idea era irme al Mallorca porque era el club más interesado y el que había hecho la apuesta más firme por mí. Pero a última hora todo cambió y Rafa (Benítez) fue el máximo culpable de mi llegada a Liverpool. Cuando te llama un equipo así no puedes rechazarlo. Con la decisión ya tomada hable con Rafa por la noche y tuvimos la primera conversación. Es un entrenador que le gusta tenerlo todo bajo control, tratar con el jugador y conocer su situación personal. Me preguntó por si estaba casado, por si tenía hijos, por si pensaba que a mí familia le iba a costar adaptarse a Liverpool... Todos esos detalles los manejaba como pocos.
En ese ‘Spanish Liverpool’ imagino que la adaptación no fue tarea difícil...
La verdad es que no. Cuando yo llegué acababa de hacerlo Josemi y semanas después se incorporaron Luis García y Xabi Alonso. Ya en enero llegó Fernando Morientes y la temporada siguiente Pepe Reina. A nivel personal lo recuerdo como un año muy bonito. Era para todos nuestro primer año en el extranjero y nos hicimos grandes amigos. Nos apoyamos entre todos e hicimos mucha vida juntos. A pesar de las lesiones, en resultados también fue una gran temporada.
Una lesión que no lo dejó mostrar su mejor versión en Anfield. ¿Cómo lo vivió?
En ese aspecto sí fue complicado y algo frustrante, aunque soy de las personas que piensan que las cosas pasan por algo y cualquiera que ha sido futbolista sabe que en este mundo las lesiones, por desgracia, son comunes. Pero sí creo que llegó en un mal momento, ni siquiera había llegado a debutar. Fue en mi segundo entrenamiento, una luxación de rótula que se alargó y me tuvieron que hacer una pequeña intervención. Al final se alargó más meses de lo previsto y acabé debutando en noviembre. Perdí ritmo y me acabó lastrando toda la temporada.
A nivel deportivo logró debutar en Champions y acabó conquistando la ‘Orejona’ en esa histórica final ante el Milan remontando un 3-0. ¿Qué recuerdos guarda de aquella remontada?
En el Real Madrid me había quedado con esa espinita de jugar Champions y pensé que la oportunidad se me había escapado para siempre. Por suerte, conseguí debutar contra Olympiacos con el Liverpool y lo viví con muchísima ilusión. Nos jugábamos la clasificación en aquel partido y al final acabamos levantándola. En Estambul no éramos ni mucho menos favoritos y, después de una temporada mala (quintos en Premier), apostamos todo a esa final. Estuve calentando toda la segunda parte junto a Josemi y, según nos cruzábamos por la banda, nos poníamos caras e íbamos comentando ‘verás cómo remontemos esto’. Tras ponernos a un gol, sobre el campo los nuestros transmitían que se podía y el Milan estaba anímicamente muy tocado. Al final entró Cissé y no jugué, pero no me paré a pensar mucho en ello, solo en disfrutar con nuestra gente lo que habíamos logrado.
Porque la pelota entró, pero la afición también tuvo su parte de culpa en aquella remontada...
Fue increíble. Un jugador del Liverpool ya más o menos está acostumbrado a ese comportamiento de la afición, pero para los que veníamos de fuera... Es una afición que nunca está en silencio, no bajan nunca lo brazos y aquel día nos ayudaron muchísimo. Con 3-0 al descanso no dejaron de animar y ellos confiaban incluso más que nosotros. Son especiales.
Y en cuanto a la Premier, ¿qué opina del gasto millonario en los últimos años respecto a otras ligas?
En Inglaterra todos los clubes tienen poder y dinero a partes iguales por lo que a mi juicio queda una competición más bonita. El hecho de que hasta cinco o seis equipos opten a ganar la Premier es lo que la hace especial. Este año el Arsenal está ahí, en su día el Leicester... son cosas que allí pueden ocurrir, pero aquí en España es imposible. Si te sales de Real Madrid y Barcelona, el Atleti algún año sí, pero es una Liga de dos. Creo que es mejor un sistema en el que más equipos puedan competir de tú a tú, por eso pienso que la Premier es la liga más atractiva.
Ahora Real Madrid y Liverpool vuelven a enfrentarse en Europa. ¿Cómo ve la eliminatoria?
La veo muy abierta y es difícil dar un pronóstico porque al Madrid nunca puedes dejarle como no favorito. Creo que no está en un buen momento, se ha dejado muchos puntos en Liga y se ha puesto cuesta arriba, pero también no lo estaba el año pasado y la acabó ganando. Para mí, el Madrid siempre es candidato al título mientras juegue la competición y no lo veo menos favorito que el año pasado tampoco. Es una competición que se le da bien históricamente y tiene un idilio con ella muy difícil de explicar.
Al igual que en su temporada, el Liverpool se aferra a la Champions para salvar este curso. ¿Qué crédito le da al proyecto de Jürgen Klopp?
Es verdad que no están haciendo un gran año y tanto ellos como el Madrid necesitan de esta eliminatoria para recuperar la confianza para el resto de la temporada. En mi opinión, Klopp se merece todo el crédito del mundo. El rendimiento ha estado muy por encima del esperado y ese nivel tan alto es muy difícil de mantener por lo que es lógico que haya baches. En Champions son un equipo que también se transforma, se sienten con más confianza y creo que nunca se les puede dar por muertos.
En el Madrid, uno de los nombres propios y que puede decantar la balanza es Vinicius. ¿Dónde cree que está su techo?
Es un jugador diferente al resto. Hay muchas situaciones de partido que parece que pasa totalmente desapercibido del juego, pero siempre está. No se viene abajo si no está acertado y es un futbolista tan incisivo y que repite tantas veces el desborde que siempre te va a aportar algo nuevo. Está a un gran nivel y creo que va a ir creciendo con estos partidos de Champions en el que los jugadores jóvenes tienen un punto más de motivación.
Hay mucha polémica en España con él, unos lo tachan de provocador y otros de víctima de los defensas...¿usted cómo lo ve?
Creo que su juventud le está pasando factura. Con los años aprenderá a controlarse un poco más y a no entrar en provocaciones. Al final los rivales se aprovechan de eso, saben que va a entrar y los defensas utilizan esa herramienta para sacarlo del partido. Poco a poco se irá volviendo más sereno, pero ahora tiene ese ímpetu de la juventud que muchas veces le juega también en su contra.
¿Se está siendo injusto con él?
Pienso que su situación se está exagerando. Una cosa es que un futbolista entre en las provocaciones y tenga ese tipo de carácter y otra que haya montada una campaña de acoso y derribo en todos los campos a los que va. Creo que hay que dejar al chaval tranquilo, que disfrute jugando y que él también vaya corrigiendo esos errores.