Ancelotti tiene un trauma en Europa: “Así no iremos muy lejos”
El italiano vuelve una y otra vez a una eliminatoria de Champions en 2015 como ejemplo de lo que puede pasarle a un Madrid con exceso de confianza al gestionar una ventaja, como la que tiene ante el City este miércoles.


“Conozco el fútbol, en tres días puede cambiar todo”. La frase es de Carlo Ancelotti, allá por 2021, pero vale para cualquier momento; también para este. El Madrid venía de subidón tras su gesta en el Etihad, pero volvió a la realidad de la Liga, en la que no logra carburar, parte por rendimiento propio, parte por polémicas arbitrales. Sólo ha sacado dos puntos de los últimos nueve y su ventaja en la tabla respecto a Atlético y Barcelona se ha esfumado. Y ahora llega la Champions, en la que debe defender en el Bernabéu ante el City el domingo su ventaja, rumbo a los octavos de final. Una situación esa, la de defender una ventaja, que al Madrid no se le ha dado demasiado bien en los últimos años. Y Ancelotti lo sabe.
De hecho, el italiano tiene en su primera etapa con el Real Madrid un trauma que le hace ser cauto y cortar de raíz el triunfalismo que pueda percibir. Fue en la temporada 2014-15, la segunda para él tras aquel curso 2013-14 que finalizó con una Copa del Rey y con la Champions League de Lisboa ante el Atleti. El Madrid arrancó ganando la Supercopa de Europa, aunque perdió la de España ante el Atleti y atravesó algunas turbulencias, pero terminó asentando un equipo en 4-4-2, con Isco y James en los interiores y Cristiano y Benzema en punta, y encadenó una racha de 22 victorias, récord en el club blanco y una de las mejores marcas del fútbol europeo (el récord lo tiene el Ajax, con 26).

Pero la temporada se torció de lo lindo en cuanto entró en 2015 con una derrota en Mestalla. Tanto que un equipo que marchaba lanzado a por un hipotético triplete que el curso anterior se le había escapado por poco terminó desdibujado, sin ningún título de gran nivel (sólo ganó la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, ambos por méritos logrados el curso anterior) y viendo cómo el Barcelona, que rozó la destitución de Luis Enrique, cerraba el curso llevándose ese ansiado triplete, tras vencer a la Juventus en Berlín. Ancelotti, que iba camino de asentarse como un Ferguson a la madrileña, fue cesado y el Madrid tiró de Rafa Benítez, un error que subsanaría meses después relevándole por Zidane, el segundo de Ancelotti en la 2013-14 y un técnico de un perfil parecidísimo al del italiano.
Y hubo un momento que Ancelotti, a día de hoy, sigue recordando como algo traumático, como un ejemplo claro de lo que un exceso de confianza puede hacer en un equipo. El Madrid se plantó con solvencia en los octavos de Champions y allí esperaba el Schalke alemán, al que había goleado en la misma ronda del curso anterior por dos veces, en la ida y en la vuelta. No jugó el Madrid bien en Alemania, pero sacó un resultado muy decente (0-2). Parecía todo hecho para la vuelta, pero el Schalke, con un jovencísimo Leroy Sané en sus filas, estuvo a punto de dar la campanada: ganó por 3-4 y tuvo el quinto en la última jugada (entonces, los goles fuera de casa valían doble en caso de empate, por lo que hubiese supuesto la eliminación del Madrid). El análisis del técnico tras el duelo fue tirando a pesimista: “Así no iremos muy lejos. Hemos jugado tan mal que es muy difícil explicarlo. O muy fácil. Ha fallado todo”.
Gestionar ventajas en Europa
Tiene clavado aquel partido Carletto en su memoria, lo ha recordado varias veces a lo largo de los años. La última, el curso pasado tras la vuelta de octavos ante otro alemán, el Leipzig. El Madrid sacó un 0-1 en Alemania que le dio ventaja, pero en la vuelta empató jugando mal y coqueteó con la prórroga (Olmo tiró al larguero en una de las últimas jugadas). “Volvemos al sufrimiento. El año pasado con el Liverpool pasó lo mismo Y en mi primera etapa nos pasó con el Schalke. Ganamos allí 2-0 y aquí perdimos 3-4...”.
Y tiene motivos para recordar aquello Ancelotti, pues el Madrid se ha manejado en los últimos años bastante mal cuando le toca defender ventajas en Europa. En la 2017-18, por ejemplo, sacó un 0-3 en casa de la Juventus, pero en la vuelta llegó a colocarse 0-3, igualando el choque. Cristiano hizo el 1-3 de penalti en el último momento tras un polémico derribo de Benatia sobre Lucas Vázquez. Y en la 2021-22, ya de nuevo con Ancelotti en el banquillo, los blancos cosecharon un 1-3 en casa del Chelsea y el pase se consideraba hecho, pero en la vuelta se llegó a colocar 0-3 el equipo londinense. Rodrygo hizo el 1-3 que mandó la eliminatoria a la prórroga y Benzema evitó los penaltis, pero de aquello se acuerda Ancelotti. Y de lo del Schalke, también.
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