Enric Gallego, héroe y pichichi
El delantero anotó los dos goles blanquiazules en Gran Canaria que los meten en la final por el ascenso. El catalán, en un momento dulce, ya es el máximo goleador del equipo con 12 goles.
"Hoy es el día. Vamos", había publicado Enric Gallego en las redes sociales en la previa del partido. No solo fue "el día", sino "su día" ya que con sus dos goles, el catalán se convirtió en el héroe del Tenerife que ganó 1-2 y se metió en una nueva final por el ascenso a Primera División después de cinco años.
A los cinco minutos adelantó -y tranquilizó- a los suyos con un cabezazo que si bien despejó un defensa amarillo, ya había traspasado la línea de gol. Y ya en la prolongación de la primera parte, aumentó las cuentas con un disparo de penalti que muy cerca estuvo de atajar Álvaro Valles. Así, llegó a los 12 goles como blanquiazul y se convirtió en el pichichi del equipo.
"Era un partido complicado, pero sabíamos que íbamos a meter seguro", contó tras el encuentro ante las cámaras de televisión. "Adelantarnos en el marcador ha sido clave. Le han dado un golpe a Mollejo, fue penalti y meter el segundo antes del descanso los ha dejado tocados. Ellos han reaccionado, pero hemos sabido llevarlo", apuntó.
Recordó el ariete que en la primera final "tuve dos y no me entraron, esta vez tuve la suerte de que entrasen. Desde pequeño he visto estos derbis tanto el canario, el andaluz... y cumplo un sueño de poder vivir esto y con un final bonito para nosotros. Esto también es de la afición, sin ellos no lo hubiéramos conseguido", dijo visiblemente emocionado.
Además, a Gallego le acompaña una estadística muy buena ya que cada vez que ha visto puerta, el Tenerife no ha perdido. Le marcó al Burgos, Girona, Real B, Cartagena, Amorebieta, Ponferradina, dos al Sporting de Gijón y otros tantos al Fuenlabrada y los del sábado a Las Palmas. Ante todos esos rivales, solo se igualó en dos ocasiones. El resto, fueron victorias.
Además, cuando Enric defendía la camiseta del Extremadura también le anotó a la UD, aunque en aquella ocasión, en septiembre de 2018, no le valió para sumar. Raúl Fernández era el portero. En este caso, su doblete, el segundo como blanquiazul, sirvió para ilusionar a toda una Isla con otra final.