Amarga despedida de Jesé Rodríguez: “No me gustaron las decisiones de García Pimienta”
Su continuidad, difícil. “Me lo tendría que pensar”, insiste. Viera, más capitán que nunca: “El Tenerife es un club vecino. Nunca le faltaré al respeto”.
Aún resuenan en Siete Palmas lo ecos del palo que se llevó anoche Las Palmas en el Estadio de Gran Canaria, donde un formidable Tenerife, en su estilo, se llevó con merecimiento este duelo fratricida entre equipos canarios en el playoff de ascenso a Primera División. De distinta manera lo ejemplificaron las dos estrellas del equipo grancanario, dos maneras tan distintas de ejercer el liderazgo en el vestuario.
“El vestuario está muy jodido”, dijo entre bambalinas Jesé Rodríguez una vez acabado el partido, ya en frío, a las cámaras de Movistar. “Profesionalmente, para mí es un día muy triste. También lo es para la afición y mis compañeros”, insistió el atacante grancanario, que asegura tener la “conciencia tranquila” en este amarga despedida del curso: “Las cosas te pueden salir mejor o peor, pero he dado lo mejor de mí. Mi conciencia está tranquila”.
En cualquier caso, no desperdició la oportunidad de apuntar a García Pimienta, con quien su rendimiento bajó sobremanera, a la hora de analizar las claves de la derrota contra el Tenerife. “El entrenador toma decisiones que a veces me pueden gustar más, y a veces menos. Para mí, hoy se ha equivocado”, confesaba el 10 de Las Palmas, sustituido al descanso por Benito. Fue incluso más allá: “Necesitábamos gente de ataque porque había que ir a meter goles. pero al final los entrenadores toman decisiones. Está claro que no me ha gustado, pero es lo que hay”.
Asimismo, la continuidad de Jesé en la UD parece cada día más difícil. No solo por la oferta de otro equipo que ya tiene, sino por su propia forma de proceder. “Ahora es difícil pensar en mi futuro. Hablaremos con el club, al que le tengo mucho cariño”, dijo. Tampoco es que fuera a seguir de mediar una propuesta de Las Palmas: “Me lo tendría que pensar y darle vueltas a la cabeza. Me gustaría conseguir grandes cosas aquí, donde también hay mucho que mejorar”.
“Era un lastre”.
Tampoco anoche se escondió Jonathan Viera ante las cámaras de Movistar. Lesionado antes del descanso, más no pudo hacer. “Me he roto en los primeros minutos de la primera parte. He intentado seguir pero era un lastre para el equipo y era mejor que estuviera otro compañero”, desvelaba.
El capitán de Las Palmas no dudó en reconocer los méritos del Tenerife. “Ellos han sido mejores que nosotros en la ida y en la vuelta. Hay que darles la enhorabuena y desearles que tengan mucha suerte”, aseguró Viera. Así resumió el 1-2 de anoche: “Con el 0-1 todavía teníamos opciones de estar ahí, pero un 0-2, con toda la gente volcada, lo hacía más complicado. Ellos se encierran bien atrás, saben a lo que juegan. Si se ponen por debajo en el marcador les cuesta más, pero si se ponen por encima es un equipo jodido y complicado de meterle mano”. Ni un solo reproche.
Igualmente, se negó a justificar ni una parte de la derrota en la controvertida actuación arbitral de González Esteban: “Puede ser que debiera haberles sacado alguna tarjeta más. Pero ahora hablar del árbitro y las tarjetas creo que sería ventajista. El Tenerife ha sido mejor que nosotros”.
El 21 de la UD también quiso dirigirse a la grada del Estadio de Gran Canaria, que no dejó de animar a su equipo, mucho menos en la derrota. “Estoy más apenado por ellos que por nosotros”, desvelaba. En cualquier caso, lanzó un claro mensaje con las máximas aspiraciones de cara a la temporada que viene: “Tenían mucha ilusión, pero esto es fútbol. Mira cómo está la gente. Eso significa que el equipo ha hecho un buen trabajo durante el año, y la gente lo agradece. Se que es un día triste para todos, para mí el primero. Les digo que tranquilos, que aquí no fracasa el que falla sino el que no lo intenta. Y lo vamos a intentar el año que viene”.
Viera se refirió también a sus declaraciones del pasado miércoles, que tanta polvareda levantaron. “Veo mucha fiesta aquí. Los esperamos el sábado en Gran Canaria”, dijo en el Heliodoro. Nada más lejos de su intención por mucho que se intentara pervertir un mensaje con un único destino. Una forma de poner paz donde los pendencieros quisieron ver una eurra que no existía: “Quería animar a mi gente. El que se lo haya tomado mal en la otra afición… No era mi intención. Quería animar a mi gente. Quería esto (mira a la grada del Estadio de Gran Canaria). Y si a alguno le molestó, lo siento mucho. No fue mi intención; ni le falté el respeto al Tenerife y nunca se lo voy a faltar. Es un equipo vecino”.
