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CHAMPIONS LEAGUE | FINAL

El presidente del Liverpool exige disculpas a la ministra de deportes de Francia

El dirigente del club inglés, Tom Werner, ha pedido responsabilidades en una carta después de que los seguidores reds fueran señalados y culpados del caos en Saint-Denis antes de la final.

Tom Werner.
Phil NobleREUTERS

El presidente del Liverpool, Tom Werner, ha enviado una carta a Amelie Oudea-Castera, ministra de Deportes de Francia, pidiéndole que se disculpe después del caos en el Stade de France antes de la final de la Champions del sábado.

El dirigente tuvo una muy mala experiencia con el discurso de la ministra, que achacó casi en exclusiva a la responsabilidad de la afición del club del caos de Saint-Denis, según declaró en RTL. Comentarios, que según subrayó, fueron asumidos también por el Ministro del Interior francés, Gérarld Darmanin.

Werner ha hecho pública su indignación y ha mostrado su repulsa contra la actitud de los dos ministros del Gobierno francés, considerando que sus comentarios fueron "irresponsables, poco profesionales y completamente irrespetuosos con los miles de fanáticos heridos física y emocionalmente".

Carta del presidente del Liverpool

Estimada Ministra: Le escribo hoy porque no puedo creer que un ministro del gobierno francés, en un puesto de enorme responsabilidad e influencia, pueda hacer una serie de declaraciones no contrastadas sobre un asunto de tanta importancia incluso antes de un proceso de investigación adecuado, formal e independiente. Los eventos que tuvieron lugar en el Stade de France y sus alrededores el sábado por la noche durante la final de la UEFA Champions League no solo fueron increíblemente peligrosos para todos los involucrados, sino que también plantearon serias dudas sobre la organización y el funcionamiento del evento. Ese debería ser el enfoque de todas las partes interesadas hoy en lugar de buscar una estrategia de culpa a través de una conferencia de prensa. He recibido innumerables correos electrónicos de seguidores asustados del Liverpool que han sido objeto de acoso policial, gas pimienta y gases lacrimógenos. Además, la situación no fue al final de la velada mejor que al principio, con muchos fanáticos robados y atacados por pandillas. Estaba claro que los aficionados se vieron obligados a atravesar un cuello de botella y pasaron más de 2 horas en las colas. Una persona dijo que estaban "atrapados contra las puertas, nadie se movía y nadie del otro lado de las puertas se comunicaba en absoluto". Estos seguidores fueron tratados como ganado. ¿Cómo pueden ser que datos y afirmaciones no se presenten como reales sin que se haya a cabo una investigación verdaderamente independiente y transparente con las partes interesadas adecuadas, incluidos nuestros seguidores, nuestro club y otros? Peor aún, estas afirmaciones socavan la búsqueda de la verdad y la transparencia que deberían sustentar las motivaciones de cualquier organización o individuo que desee asegurarse de que escenas tan inaceptables nunca vuelvan a ocurrir.