Así fueron las tres finales de la Copa de Europa que el Real Madrid ha jugado en París
El equipo blanco ha disputado tres partidos por el máximo título continental en la capital de Francia: una en 1981, con derrota, y dos con final feliz, en 1956 y en el 2000.
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El Real Madrid se jugará la 14ª en París, sede repentina de la final de la Champions League después de que la UEFA le retirase el partido decisivo a San Petersburgo, debido a la invasión rusa en Ucrania. Una ciudad, la capital de Francia, que el equipo blanco conoce bien a la hora de jugarse el título: ya ha disputado tres finales en el suelo de París, con resultados dispares.
De hecho, París es la ciudad en la que ha jugado más finales el Madrid, de largo: lleva tres, que serán cuatro con la de este sábado ante el Liverpool en el Stade de France. Aparte de esos partidos, ha jugado dos finales en Bruselas, dos en Glasgow y dos en Ámsterdam, y una en Madrid, Stuttgart, Viena, Lisboa, Milán, Cardiff y Kiev.
Eso sí, no siempre ha jugado en el mismo escenario parisino: las dos primeras finales que disputó allí, la de 1956 (la primera del torneo) y la de 1981 sucedieron en el Parque de los Príncipes; la tercera, en el mismo estadio de la final de este sábado, el Stade de France de Saint-Denis, la casa de la selección francesa, levantado con motivo del Mundial de 1998. Repasemos, una a una, cada final parisina del Real Madrid.
Real Madrid 4 - Stade Reims 3 (1955-56)
La primera Copa de Europa de la historia, la que fundó el diario L'Équipe en colaboración con el propio Real Madrid, y a cuya final llegaron, curiosamente, el mejor equipo francés de la época y el Madrid de Di Stéfano. El Reims dejó por el camino al Arhus danés, al Vörös húngaro y al Hibernian escocés, mientras que el Madrid eliminó al Servette suizo, al Partizán balcánico y al Milan.
La final tuvo lugar en el Parque de los Príncipes, la actual casa del PSG, que albergó a casi 39.000 espectadores para presenciar la primera gran remontada blanca en una final: en el minuto 10, perdía 0-2, con goles de Leblond y Templin. El equipo de Raymond Kopa, que acabaría recalando en el Madrid, salió mucho mejor, pero el Madrid de José Villalonga empató con goles de Di Stéfano y Rial.
Hidalgo hizo el 2-3 y el Madrid respondió a los cinco minutos, con tanto de Marquitos. Y a 11' del final, Rial confirmó el título con su segundo gol de la tarde. Arrancaba la hegemonía blanca en Europa, con la primera piedra de lo que acabarían siendo cinco títulos de una tacada. La base sobre la que el Madrid ha levantado su gloria europea.
Liverpool 1 - Real Madrid 0 (1980-81)
El Madrid volvía a una final de Copa de Europa 15 años después de la de Heysel ante el Partizán, la que terminó con La Sexta. Lo hacía ante el Liverpool, que venía de ganar dos títulos seguidos en 1977 y 1978. El equipo blanco alcanzó el partido, que se disputó en el Parque de los Príncipes de París ante casi 50.000 espectadores, tras eliminar al Limerick irlandés, al Honved húngaro, al Spartak de Moscú y al Inter de Milán; el Liverpool, por su parte, dejó fuera al OPS finés, al Aberdeen escocés, al CSKA de Sofía búlgaro y al Bayern de Múnich.
Fue una final estéril en lo futbolístico, un partido de 0-0 en el que el que fallase, lo iba a pagar caro. Y falló aquel Madrid de los Garcías que entrenaba Vujadin Boskov y que formaba en ataque con Juanito, Santillana y Laurie Cunningham, escoltados por Del Bosque y Stielike en el medio y con Camacho al galope por la banda izquierda. En el minuto 82', el defensor García Cortés fue a despejar un balón, pero botó raro y no le acertó, dejándoselo en bandeja a Alan Kennedy, el lateral izquierdo del Liverpool, un jugador de trato de balón tosco, pero que hizo el remate de su vida: engañó a Agustín y clavó el balón en el primer palo, pese al escaso ángulo. La Séptima tuvo que esperar otros 17 años, hasta Ámsterdam 1998.
Real Madrid 3 - Valencia 0 (1999-2000)
La primera Champions del nuevo siglo tuvo el mismo escenario de este sábado: el Stade de France, la casa en la que Francia se había apuntado su primer Mundial dos años antes. Madrid y Valencia, dos equipos de blanco, vistieron con las indumentarias secundarias: los madrileños, de negro; los ches, de naranja. El partido tuvo poca historia, el Madrid se había llevado la Séptima dos años antes y se sentía cómodo en este ambiente, pese a que el año liguero había sido un desastre y a que había arrancado el curso con Toshack, pero lo acabó con Del Bosque.
El salmantino refugió al equipo en defensa con tres centrales (Karanka, Helguera e Iván Campo; Hierro y Sanchís fueron suplentes), lo lanzó por las bandas con Míchel Salgado y Roberto Carlos, se entregó en el medio a Redondo y McManaman y en ataque a Raúl, Morientes y Anelka. Con ese bloque dejó en el camino de las eliminatorias a Manchester United y Bayern de Múnich. El Valencia de Cúper, que llegó como favorito (jugaban Cañizares, Djukic, Farinós, Mendieta, Kily González, el Piojo López...), se había cargado a la Lazio y al Barcelona.
El partido no tuvo demasiada historia: Morientes hizo el 1-0 antes del descanso y, mediada la segunda parte, resolvió el Madrid con dos goles en ocho minutos, obra de McManaman y Raúl, este último tras cabalgada desde campo propio, regate a Cañizares y resolución con la derecha. Los blancos alzaron la Octava en París, donde esperan levantar este sábado la 14ª.