Rüdiger habla claro tras perder un título: "Estoy frustrado"
El alemán habla por primera vez de su futuro tras cerrar su fichaje por el Madrid: "Hubo una posibilidad (de quedarme), pero las sanciones no fueron el problema".
Rüdiger jugó ayer su último gran partido con el Chelsea. El alemán trató de ayudar a los suyos a levantar la FA Cup, pero terminó volando a la vitrina del Liverpool. Alimentando, de paso, el ego y la motivación al rival de su futuro equipo en la venidera final de Champions del día 28. Como no podía ser de otra manera, toda vez que su fichaje por el Madrid es una realidad, fue objetivo de los medios de comunicación tras el encuentro y fue cuestionado sobre su decisión. El berlinés rompió su silencio y habló del tema, aunque sin entrar demasiado en materia, por primera vez.
"No quiero profundizar demasiado en el tema. Hubo una posibilidad, pero las sanciones (del Chelsea) no fueron el problema", confesó el central. En el momento que Abramovich fue sancionado por el gobierno británico, las operaciones del Chelsea se congelaron. Los blues entraron en proceso de venta y hasta que Todd Boehly no ganó la puja, los londinenses no han tenido libertad de acción de nuevo. De ahí la pregunta, cuestionando si, de no haber estado atado de manos el club, hubiera renovado un contrato cuyo final se acerca (30 de junio). Rüdiger fue claro.
Y es que, el defensa tuvo otras propuestas más jugosas en lo económico sobre la mesa (Bayern o PSG). De hecho, los bávaros trataron de torpedear su fichaje por el equipo blanco al comprobar Salihamidzic la endeblez de su retaguardia tras caer en cuartos de Champions ante el Villarreal. Pero Rüdiger tenía decidido su siguiente movimiento y será jugador del Madrid hasta 2026, con un salario de 6.8 millones de euros. Ancelotti tendrá un central de élite, que lideró al Chelsea a ganar la pasada Champions y con sobrada experiencia (tiene 29 años).
Adiós sin rencores
No obstante, nuestro protagonista quiso dejar claro que le está eternamente agradecido a su todavía equipo, así como a la ciudad en la que han crecido sus hijos. "Han sido cinco años con altibajos como es normal. Hubo muchas cosas positivas, pero por eso estoy aún más frustrado porque quería tener un final diferente (con una victoria en la Copa). El Chelsea se ha portado muy bien conmigo y yo me he portado muy bien con el Chelsea. (...) Me hice un hombre aquí. Mis hijos nacieron aquí y todo eso. Londres, y especialmente el Chelsea, siempre será especial para mí", zanjó. Un adiós sin rencores.