Asllani vale una Champions
Un gol de penalti de la sueca metió al Real Madrid en Europa en el que pudo ser el último partido liguero vestida de blanco de la atacante.
ADN Real Madrid. El equipo femenino blanco consiguió el billete para la próxima Champions League —jugará dos rondas previas— sobre la bocina, en la última jornada de Liga, y contando con el favor del Barça. Las de Alberto Toril saltaron al terreno de juego del Di Stéfano aceleradas, conscientes de que se jugaban obtener el premio al trabajo de toda la temporada en los últimos 90 minutos de la campaña liguera. Y lo consiguieron. En un esprint final que se resolvió de forma simultánea en el feudo blanco y en el blaugrana, donde el Barça ganó al Atlético para conseguir su histórico pleno de victorias. Asllani, que ayer publicaba en sus redes sociales un mensaje con aroma a despedida, dejó los tres puntos en Madrid al marcar el gol decisivo en el 43' desde el punto de penalti. Sufieron, pero la afición blanca congregada en el estadio al final pudo celebrar y cantar: las suyas jugarán en Europa por segunda temporada consecutiva.
Pero costó asegurar los tres puntos definitivos por la Champions. Porque el conjunto dirigido por Alberto Toril volvió a demostrar que le cuesta muchísimo abrir la lata. Las blancas dominaban la posesión de balón colocadas sobre el verde con un sistema con Peter, Ivana y Rocío Gálvez de centrales, y con Zornoza, Abelleira y Maite Oroz ordenando la salida de balón. Las bandas eran cosa de Olga Carmona y Athenea del Castillo, especialistas en eso de desbordar y nutrir de balones a sus compañeras en el ataque, Esther y Asllani. En portería, por supuesto, una Misa que aparece siempre cuando más se la necesita.
Porque el Villarreal creaba más peligro en sus contrataques que el propio Real Madrid tras su elaborada construcción de juego. Cienfu remató fuera en el 17' tras una gran jugada de una Salma Paralluelo que fue una auténtica flecha. Lo normal viniendo de una atleta como ella. La futbolista aragonesa sabía aprovechar los espacios a la espalda de la defensa madridista y a punto estuvo de darles un disgusto. Pero el equipo blanco siguió a lo suyo.
Acelerado, a veces demasiado, el Real Madrid atacaba por la derecha con una gran Athenea. De sus pies salió un excelente balón al corazón del área que Zornoza casi transforma en el 1-0, pero ahí estuvo Nerea Pérez para impedirlo a apenas un metro de la línea de gol. El tanto madridista se acercaba y acabó llegando casi al filo del descanso. Tajonar se hacía un lío con los pies y acababa despejando el balón sobre la presión de Esther de forma estrepitosa. Penalti. Polémico cuanto menos. Asllani asumía la responsabilidad y, con incertidumbre, ponía el 1-0 en el que puede ser su último partido de Liga vestida de blanco. En Copa todavía tiene uno o dos pendientes.
Una segunda parte más sufrida de la cuenta
Para quedarse con los tres puntos el equipo blanco tuvo que ponerse el mono de trabajo, sudar y sufrir. Mucho más de lo deseado. Porque mientras el Real Madrid se veía cada vez más cerca de sellar su billete a Europa, el Villarreal metía el susto en el cuerpo a la afición del Di Stéfano cada pocos minutos.
Cienfu rondó el gol en el 50', Belén casi lo consigue en el 67' y Estefa obligó a Misa a hacer una parada antológica en una recta final del choque con los nervios de punta. Pero el marcador no se movió más en Madrid. Tampoco en Barcelona, donde el equipo blaugrana le hizo un favorazo a las blancas al imponerse al Atlético por 2-1.
Las de Toril lo consiguieron. La historia blanca en el fútbol femenino sigue escribiéndose poco a poco. Y siempre con buenas notas. Estas futbolistas ya han demostrado que dominan la heroica, sea cuales sean las circunstancias. Puro ADN Real Madrid.