Las otras invasiones de Butarque
Hoy el estadio del Leganés presentará una fuerte afluencia de hinchas del Eibar. No es la primera vez que los visitantes ‘toman’ Butarque. El caso más famoso, el Leganés – Tenerife de 2001.
Butarque luce 22 años de vida y unas cuantas invasiones en sus gradas. Hoy, ante el Eibar, vivirá otra más. Entre 700 y 1.000 hinchas del equipo armero poblarán sus gradas sumando los que se den cita en el sector visitante del fondo sur y los que se desperdigarán por el resto de un estadio despoblado de pepineros.
El mal tramo final de Liga ha provocado cierta desbandada de hinchas blanquiazules, descantados con los suyos. De hecho, los últimos duelos ante Málaga y Huesca han representado de las peores entradas del curso. La imagen hoy se repetirá hasta hacer de la Avenida de los Once Leones un mini-Ipurúa.
La primera vez que Butarque mutó de colorido fue quizá la más estrambótica de todas. En 2001, apenas tres años después de su inauguración, la última jornada del campeonato deparó dos partidos en los que se dirimió la última plaza de ascenso directo a Primera (entonces eran tres sin playoff alguno). En Getafe, el Atlético de Madrid buscaba su retorno a la élite tras un añito en el infierno. En Leganés, el Tenerife pretendía conseguir lo mismo.
Eso provocó que el recinto pepinero se (casi) llenase de aficionados canarios… pero también de hinchas del Atlético de Madrid, que luciendo zamarra rojiblanca animaron a los pepineros en la búsqueda de su objetivo. Fue en balde. El Tenerife ganó aquel duelo (0-1, gol de Hugo Morales) y de la mano de Rafa Benítez (y con Martí, ex técnico del Lega de jugador) ascendió a la élite.
Tras aquel episodio, quizá el más conocido, ha habido otros igualmente llamativos. Un año antes la visita de un Villarreal que buscaba su primer ascenso a la élite también provocó una fuerte afluencia de hinchas groguets. En 2003 el Zaragoza pudo sentenciar su ascenso a Primera en Butarque, pero un triunfo del Lega lo impidió pese a la masiva presencia de hinchas maños en las gradas. El día del descenso a Segunda B ante el Córdoba (2004), los verdiblanco se movilizaron en masa para salvar la categoría ante el Lega.
Ya de vuelta al fútbol profesional, la visita del Betis en 2014 provocó el tercer lleno en la historia del recinto hasta entonces y también una visita masiva de aficionados verdiblancos que sufrieron con el triunfo 1-0 del Leganés. Esa tarde un fondo entero de Butarque tiñó con los colores del vigente campeón de la Copa del Rey.