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ESPANYOL

Los próximos pasos de Chen

Destituido Vicente Moreno, llega el día del relevo de Rufete por Catoira, con quien el presidente del Espanyol debe afrontar los casos abiertos en la plantilla.

Chen Yansheng y Mao Ye, Espanyol
GORKA LEIZADIARIO AS

"Cuando se consolide la salvación matemática, se dará la conversación que todo el mundo espera con Rufete". Las palabras son de Mao Ye, CEO del Espanyol desde finales de marzo tras la salida de José María Durán. Y las pronunció no hace semanas sino este mismo lunes, apenas dos días antes de que el conjunto perico certificara –no a través de un triunfo, ni siquiera de un empate, sino gracias al tropiezo del Mallorca– que permanecerá al menos una temporada más en Primera.

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Hasta tener esa garantía el club ha ido aplazando sus principales decisiones, y sus respectivos anuncios, que se han desencadenado según lo prometido. Y el primero en saltar de su cargo ha sido Vicente Moreno, a pesar de que el técnico acababa de cumplir con el objetivo que se le había encomendado, la permanencia, igual que hace un año alcanzó con solvencia el del ascenso. Seguirá sus pasos en las próximas horas un Francisco Joaquín Pérez Rufete que, según fuentes solventes, este jueves no pasó por el despacho del Espanyol para comunicarse con Chen Yansheng, presidente y propietario, porque se encontraba en la zona levantina. El director deportivo termina contrato en unas semanas. Domingo Catoira, hasta ahora secretario técnico, le sucederá con total probabilidad. Puede ser un viernes con varias comparecencias públicas, y con el teórico ascenso como técnico interino de Luis Blanco, actual entrenador del Espanyol B.

Los cargos de mayor responsabilidad, sin embargo, no son los únicos que pueden sufrir variaciones, como un banquillo para el que ya empiezan a sonar candidaturas. Es inevitable que la plantilla experimente poco menos que una revolución, teniendo en cuenta que casi una decena de futbolistas acaban contrato o vuelven a su club de origen tras cesión. Es el caso de Yangel Herrera, Manu Morlanes, Loren Morón, Tonny Vilhena, Fran Mérida, Dídac Vilà, Oier Olazabal, Óscar Melendo y Diego López. Estos dos últimos son los únicos por quienes se alberga alguna posibilidad de continuidad, si bien la mayoría están aún esperando que se les comuniquen las intenciones del club.

Raúl de Tomás, durante el Alavés-Espanyol.
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Raúl de Tomás, durante el Alavés-Espanyol.AFP7 vía Europa Press

Otros jugadores tendrán contrato en vigor, pero afrontarán su última temporada y se encuentran lejos de renovar, como acontece con Adrià Pedrosa. El lateral izquierdo se apunta a una de las ventas del verano –aunque también pasó el anterior año y se quedó–, que necesita el club primero para cuadrar el ejercicio 2021-22 y segundo para prosperar en un mercado donde, como ya avanzó Mao, no contará a priori el club con la inyección económica de su presidente y propietario, Chen Yansheng, sino que se abastecerá de recursos propios. Y es por ello, entre otros motivos, que el nombre de Raúl de Tomás, principal moneda de cambio y activo del Espanyol, aparecerá una y otra vez en el escaparate de los probables traspasos.

En ese mercado, ya tienen una pequeña parte de los deberes hechos Rufete y la secretaría técnica de Catoira, con las incorporaciones cerradas de Brian Oliván, lateral izquierdo del Mallorca, y de Joselu Mato, goleador del Alavés. Otros refuerzos subirán de la cantera, muy secundaria este curso pero la necesaria piedra angular de una entidad que en cuanto a resultados está bajando a marchas forzadas el nivel de su joya de la corona.

Vicente Moreno, Mao Ye y Francisco Joaquín Pérez Rufete.
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Vicente Moreno, Mao Ye y Francisco Joaquín Pérez Rufete.Carlos MiraRCDE

Pero si importante son la plantilla, los gestores y la dirigencia, no menos crucial será el papel del club para recuperar la confianza y el aprecio de una grada que se ha ido no ya enfadando, indignando y sulfurando, sino en muchos casos desconectando, lo peor que le puede ocurrir a un equipo.

La desidia de este final de Liga, la atonía general a domicilio, la inercia de los últimos años y un proyecto tan saneado como congelado han provocado una apatía peligrosa entre la afición, que incluso un magnate como Chen deberá tener en cuenta, por mucho que accionarialmente tengan un peso residual, si no quiere que los pericos deserten antes de que él mismo, tarde o temprano, haga lo propio si un comprador definitivamente satisface sus demandas.