Las cuentas del descenso

Hace semanas que el Norwich City regresó a Championship. Los de Carrow Road es un buen resumen de lo que es un equipo ascensor. Acumulan tres ascensos a Premier League y cuatro descensos a segunda en la última década. No han aguantado más de tres cursos en una misma categoría, y es el cuarto año seguido en el que bien bajan o suben.

Xisco Muñoz, Claudio Ranieri y Roy Hodgson han pasado esta temporada por el banquillo de Vicarage Road. Ninguno ha podido evitar el descalabro del Watford. Hodgson cerró su carrera en los banquillos con un descenso, confirmado precisamente frente a su exequipo, el Crystal Palace.

Varios equipos se han salvado ya de la quema. El caso más relevante es el del Newcastle United, colista en diciembre pero uno de los mejores equipos de 2022 en la Premier League. Ayudó la inversión saudí que compró el club y encontró la salvación en el mercado de fichajes. Tres equipos quedan todavía con opciones matemáticas de bajar. Con sensaciones distintas pero con iguales posibilidades de terminar en Championship. Son el Leeds United, el Burnley y el Everton.

El Leeds es el que peor lo tiene

Por varios motivos. Es el que ocupa la antepenúltima plaza, la que les empujaría nuevamente a segunda dos años después de su regreso a la Premier League tras una odisea de 16 años por Championship y League One (la tercera división). Tiene dos jornadas pendientes, mientras que a sus adversarios les restan tres. Menos opciones de sumar, menos opciones de permanecer.

Jesse Marsch sustituyó a Marcelo Bielsa a finales de febrero. Tenía una tarea complicada entre manos el estadounidense, y todavía no ha podido sacar al Leeds United del entuerto. Marsch empezó su andadura con dos derrotas seguidas, y aunque su equipo acumuló cinco encuentros sin perder, las tres últimas derrotas consecutivas han vuelto a empujarles al fondo. Por delante, dos encuentros más. El domingo reciben al Brighton, y en la última jornada se miden al Brentford. Ninguno de ellos se juega nada este tramo final, tienen los deberes hechos.

Mike Jackson, al rescate

Levantó ampollas la destitución de Sean Dyche. El hombre que había convertido al Burnley en un habitual de la Premier League y que incluso lo llevó a coquetear con Europa. Un entrenador que llevaba casi una década en el club y que se había convertido en su principal cara conocida. Lo echaron a falta de ocho jornadas, en un movimiento que aparentemente derrotista: muchos apuntaron que los de Turf Moor preparaban ya su próxima campaña en Championship.

En realidad fue la última bala en la recámara de un club que cambió de propietarios en diciembre de 2020. Llegó ALK Capital, una empresa americana de inversiones deportivas y tecnológicas. Compró el 84% de las acciones del Burnley con un préstamo sustancial, en el que incluyó dinero que el club ya tenía en el banco. Este acuerdo debía permitir que los 76 millones de deuda se pagasen en plazos hasta 2025, siempre y cuando el club permaneciese en la Premier League. Un descenso obligaría a ALK a pagar una parte significativa de esta deuda, según apunta The Athletic.

Mike Jackson subió al primer equipo como entrenador interino después de dirigir al filial. Y con él al frente, el Burnley ganó sus cuatro primeros partidos para salir de la zona de descenso, aunque antes del fin de semana cuenta con los mismos puntos que el Leeds United. Eso sí, tienen un partido más por jugar. Visitan al Tottenham el domingo, y al Aston Villa el jueves siguiente. Cierran su campaña en casa, contra el Newcastle United.