El 'Spanish god' del fútbol semiprofesional inglés: "Me arrepiento de no haber venido antes"
Joan Luque es el gran ídolo de la afición del Maidstone, que se dirige a él como 'dios español'. Acaban de conseguir el ascenso a la Quinta División de Inglaterra.
En Maidstone, una pequeña ciudad situada al sureste de Londres, los niños no quieren ser como Harry Kane ni anhelan acudir cada fin de semana a Stamford Bridge. En Maidstone, los más jóvenes quieren seguir los pasos de Joan Luque (Barcelona, 1992), a quien animan desde las siempre abarrotadas gradas del Gallagher Stadium. "El sábado pasado me hice 700 fotos y firmé otros tantos autógrafos. Después de cada partido hay 15 o 20 niños esperándome en la puerta del vestuario. Mi madre, que vino el pasado fin de semana, dice que se sintió como la madre de Messi. Es una recompensa a mi trabajo y mi forma de ser. Me hacen sentir como en casa", descubre en AS un Luque pletórico tras ascender con el Maidstone United a la Quinta División de Inglaterra: "La sensación es rara porque hace unas semanas me rompí el cruzado y no he podido acabar la temporada, pero estoy muy contento de lo que he hecho. Solo espero que los mejores partidos del próximo curso, como las visitas al Oldham o al Notts County, toquen en la segunda vuelta, cuando esté ya recuperado".
Joan Luque, que juga como extremo izquierdo, se ha convertido en el gran ídolo de la afición del Maidstone United, que se dirige a él como 'Spanish god' (dios español): "No quiero moverme. Incluso me gustaría retirarme aquí. Me tienen mucho cariño y estoy muy contento". Y no es para menos. El extremo catalán acabó la temporada con 22 goles y siete asistencias, lo que le sirvió para conquistar la National League South (Sexta División), ser elegido mejor jugador del Maidstone este curso y pelear por el MVP de la categoría. "Todavía no me lo creo. Es la primera vez que gano una liga. Es el premio a todo el trabajo y sacrificio de los últimos años. He pasado por momentos en los que no sabía si merecía la pena estar tan lejos de casa", confiesa Luque, que dejó su hogar con 25 años y un futuro incierto: "Fue difícil, pero sabía que era la decisión correcta. Lo dejé con mi pareja, mi padre estaba en contra... Y es normal porque empecé cobrando 35 libras a la semana. Fue una locura, pero ahora de lo único que me arrepiento es de no haber venido antes. Ojalá haber llegado a los 16, como David Raya. Mi carrera habría sido totalmente diferente".
Todo por un sueño
Durante sus primeros meses en Inglaterra, Joan Luque tuvo que compaginar el fútbol con otros trabajos que nada tenían que ver con el balón. Primero en una fábrica, después como camarero. Todo en una temporada en la que llegó al Heybridge Swifts, de Octava División, tras sorprender con su técnica en el England THE Chance, un stage anual para jugadores de habla hispana. A las órdenes de Jody Brown, su gran valedor en el Reino Unido, Joan Luque llegó a anotar 30 goles en una sola campaña, lo que le valió para dar el salto al fútbol profesional. Participó en la V9 Academy, una concentración organizada por Jamie Vardy que reúne anualmente a los mejores futbolistas no profesionales de Inglaterra, y posteriormente fichó por el Lincoln City, de Cuarta. Aunque la escasa duración del contrato (seis meses) y las carentes oportunidades le mandaron de vuelta a la Non-League. Desde entonces, eso sí, se dedica exclusivamente al fútbol: "El año que viene jugaré en Quinta y la gente de España que no sepa lo que es dirá: 'Bah, Quinta División, qué categoría más baja'. Pero es que aquí en Quinta los estadios son de 15 o 20.000 personas y en cualquier campo te encuentras fácilmente a 8.000 aficionados. Los sueldos, de media, son de 1.000 y pico libras a la semana y hay partidos que se retransmiten por televisión. Pero claro, eso es algo de lo que no te das cuenta hasta que llegas aquí y te pones a jugar al fútbol".
Luque tampoco lo sabía, por eso sigue alucinando cuando juega frente a miles de personas cada fin de semana o cuando su club, el Maidstone United, desplaza a 2.000 aficionados para un partido de Sexta División fuera de casa. "La pasión que hay es alucinante. ¿Cuántos clubes de Segunda o de Primera RFEF llevan más de 1.000 personas a un campo rival? Habrá alguno que no los tenga ni en casa", valora Joan Luque, en cuyo estadio "nunca coge un alma". "Mi familia vino el pasado fin de semana y no se creía lo que estaba viendo. Porque aquí, además, la gente es del Maidstone. Hay algunos que apoyan al Crystal Palace o al Tottenham, pero prefieren ir a ver al Maidstone", añade el catalán, que disfruta como un niño cuando la afición canta su nombre: "Es gratificante, aunque lo que más me gusta es cuando cojo el balón en una contra y se levantan porque saben que puedes liarla. Ese momento es indescriptible". Joan Luque se ha convertido en un ejemplo para su afición -"hay padres que me escriben por Facebook o Instagram para decirme que me he convertido en una inspiración para sus hijos. A veces no sé ni qué contestar, pero lo que sí sé es que es un orgullo"- y para todos los que sueñan con un futuro mejor lejos de casa. Y advierte: "Lo mejor está por llegar".