Otro día para el recuerdo

Aunque el Racing ya ha ascendido, y descendido, un montón de veces, cada vez que se produce uno de esos acontecimientos parece que pone el contador a cero

SantanderActualizado a 2 de mayo de 2022 20:28 CEST

Nacho CuberoDiario AS

Rectifico, Unai: no fue falta

Ayer, en el balcón del Ayuntamiento, tuve la oportunidad de felicitar a Unai Medina por su primer gol oficial con el Racing, pero, uno nunca pierde la oportunidad de no callarse la boca, le solté algo así como "... pero fue falta clara de Pol al portero antes, ¿no?" y el basauritarra (una de esas palabras vascas que suenan tan rotundas) me contesto, prudente: "¿fue clara? No me fijé bien". Vi en directo la acción y me pareció falta clamorosa, vi la imagen en la tele varias veces y me lo siguió pareciendo, aunque ya solo clara, no clamorosa. Pero, ahora, viendo la foto de Nacho Cubero, el fotógrafo que más atentamente sigue el juego de toda España, he de rectificar: no fue falta. Muchas veces una foto fija te engaña, pero esta, con ese plano, no, te lo aclara. Pol salta por delante, mete la cabeza primero al balón que Ruly sus manos y, fíjense, en el momento clave de la jugada, cuando llega el balón, los cuerpos de ambos están separados, no hay carga y solo el brazo izquierdo de Ruly golpea por detrás a Moreno en busca del balón. Para esto está El Alargue. Y Pol. Y Nacho.

Como en Primera

Otra de esas imágenes que dejó la tarde que te recuerda mejores momentos. Un crack levantando la mano y un estadio lleno a reventar pendiente de él. Recuerdo, queridos niños, aunque no os lo creais, que a El Sardinero venían con regularidad Messi, Cristiano, Ronaldo (el otro), Iniesta, Casillas..., y que el racinguismo no solo estaba acostumbrado a eso, sino que acudía en masa a animar a su equipo contra estos fenómenos y sus equipos. Además, por Santander pasaban el Athletic, el Sporting, el Madrid, el Barça, la Real..., y traían miles de los suyos a los Campos de Sport. La última década, no lo voy a descubrir ahora, ha sido un desastre y ni venían cracks ni aficionados del equipo rival. Por eso, en el partido de ayer, el del ascenso, con miles de chavales que no han visto su equipo entre los grandes en las gradas, el Racing lo tuvo que poner todo, el crack y los 22.222 (cifra simbólica más que exacta) espectadores. Y fue muy bonito. A Pablo Torre le queda poco aquí con esa camiseta, pero puede que muchos de los 22.222 se animen a volver. Harán falta.

Dicho en el balcón

Creo que fue Bobadilla, pero no estoy seguro, pero uno de los que tomó el micrófono para dirigirse a la afición pidió "un aplauso para el mejor jugador del Racing esta temporada..., Pol Moreno!". Yo aplaudí, pero no porque crea que ha sido el mejor, si me leen ya saben quién pienso que ha sido el mejor, sino porque creo que ha hecho una magnífica campaña. Salvo un par de partidos seguidos en invierno, que flojeó, el resto han sido un ejemplo de regularidad, de fiabilidad, de asunción de sus limitaciones y, además, aportando tres goles. Había quien pensaba que la lentitud de los centrales a la hora de correr a su espalda era lo que determinaba que Romo, para protegerles, cediera tanto campo y a cualquiera le esperara arropadito atrás. Pues resulta que no, que cuanto el Racing dio el paso adelante, con Cedric y Pablo Torre atacando la salida de balón y la línea defensiva tirada en el centro del campo, ni Pol Moreno ni Bobadilla han sufrido más de la cuenta. Y al Racing le ha ido mejor. Extraordinariamente, para ser más precisos.

Lástima que terminó

Puede que ayer solo haya habido en Cantabria una persona que disfrutara más que Bernardo Colsa con el partido, el ascenso y la celebración: Patrick Soko. El camerunés se divirtió, se sintió querido y por una vez abandonó ese aspecto melancólico que tiene, incluso cuando sonríe, como es habitual en él. Ayer era un niño en el circo. "¡Estoy disfrutando mucho!", "¡Soko, quédate, Soko, quédate!", "¡Estoy viviendo un p... locura! (no sé si en el AS me dejan poner las otras tres letras), "¡Soko, quédate, Soko, quédate!". Y él sonreía. Y se metía con el Depor. Pero no abría el pico para decir ni mú de lo del "quédate". Porque hace meses que ya no tiene nada que decir. El Racing estuvo lento y cuando quiso ofrecerle la renovación, tenía cola de equipos de Segunda ante la ventanilla de su representante. No creo que vaya a ser tan feliz en Huesca como lo ha sido aquí, pero esto del fútbol es un negocio, y más para él, que acaba de empezar ahora a ganar dinero con este deporte. Lo que se lleva, sin duda, son las sensaciones que vivió ayer. Que le quiten lo bailao. Aunque no sirva, me uno al coro: ¡Soko, quédate!