Antoñito cae de pie en el Deportivo
El lateral, en paro hace dos semanas, brilló en su estreno en Riazor con gol y 45 minutos sobresalientes, devolviéndole al equipo la profundidad por la derecha.
Hace dos semanas, Antoñito iba camino de sumar su tercer mes en paro. Ayer, Riazor y buena parte de la afición del Deportivo se puso a sus pies. Así de rápido cambia el fútbol. En su caso, en apenas cinco minutos. Fue lo que tardó en marcar en su primera vez como blanquiazul en casa, donde completó un primer tiempo sobresaliente para confirmar que Borja Jiménez vuelve a tener un lateral derecho.
La inactividad - además de estar sin equipo, apenas había jugado cuatro ratos esta temporada y un único partido completo en noviembre - y sus 34 años eran las principales dudas en el entorno blanquiazul cuando el Deportivo decidió apostar por Antoñito ante las lesiones de Víctor García y Trilli. Se estrenó en Talavera unos días después de aterrizar en A Coruña y no desentonó. Y este sábado en Riazor terminó por disipar dudas.
El propio protagonista trataba de asimilar lo sucedido, "no soy de meter muchos goles, pero mejor debut, imposible. Si lo sueño, no me sale así". Y lanzó también un aviso de que esto es sólo el principio: "Como digo yo, estoy de pretemporada. Llegar a un equipo que está a este nivel, físico y de juego… la inactividad se nota. Aunque no haya parado estos tres meses ya le dije al míster que no corría tanto desde juveniles. Da gusto también con la afición así".
Antoñito y su efecto multiplicador en el Deportivo
La noticia más positiva para el Deportivo es que la entrada de Antoñito en el lateral no es simplemente una suma. Es más bien una multiplicación. Volver a disponer de un jugador específico en esa posición, que además dé profundidad y amenace el área, aclara el panorama para los blanquiazules. Los centrocampistas tienen más espacios para maniobrar por dentro e incluso la banda izquierda se activó de nuevo al provocar que el rival tenga que estirarse a lo ancho para tapar huecos. No pueden llegar a todo.
Ahora, ya con pruebas que lo avalen, ni siquiera Borja Jiménez esconde el problema que ha supuesto para el equipo no poder contar con un lateral derecho puro en los últimos meses, o hacerlo con uno tocado como en las últimas apariciones de Trilli: "El poder tener laterales profundos con buen centro nos hace ganar consistencia dentro. Nos permite juntarnos, ser lo que hemos sido todo el año. Ahora miras atrás y este mes y medio que tuvimos malo, quizá el no haber podido tener un lateral nos ha mermado mucho más de lo que habíamos pensado".