Con ambiente de Feria
El Sánchez-Pizjuán acoge esta noche una final por la Champions y/o la salvación con nutrida presencia de aficionados del Cádiz. El Sevilla tiene la duda de Tecatito e Idrissi pone el morbo.
Huele a Manzanilla y Pescaíto Frito ya en el Real de esa Feria que empieza dentro de unas horas, este sábado, y más de un millar de aficionados amarillos aprovechan los 121 kilómetros de distancia entre Sevilla y Cádiz para intentar aguarle el comienzo de fiesta a la mitad de los miarmas, que es como apellidan a los sevillanos en la orilla de La Caleta. Ganar significaría un chute de oxígeno vital para el equipo de Sergio, al que dos derrotas consecutivas en casa (Betis y Athletic) condenan a seguir penando a pesar de haber tomado hace sólo unos días todo un Camp Nou. El Cádiz bautiza la jornada con apenas un punto de distancia sobre el abismo, le hará falta todavía remar mucho para alcanzar la salvación (sigue el partido en directo en As.com).
Una victoria daría al Sevilla medio billete y medio para la Champions y consolidaría además las aspiraciones de quedar segundos y jugar la Supercopa. Lopetegui no dispone de los lesionados Fernando, Rekik ni Martial, a los que quizá se una el mexicano Tecatito Corona, que casi no se ha entrenado en los últimos días. Rafa Mir está sancionado. Suso, que precisamente se formó en el Cádiz, apunta después de muchos meses en la enfermería a volver a una convocatoria.
Sergio pierde a una de las piezas fundamentales en la resurrección, Rubén Alcaraz, al que seguramente sustituya Álex Fernández. Además de la escasa distancia física, al Cádiz y al Sevilla les unen futbolistas de pasado blanquirrojo como el Tiburón Negredo, al que Nervión le sirvió de inmejorable trampolín.
En el Nuevo Mirandilla militan también el exsevillista Juan Cala y Salvi y San Emeterio, que jugaron en las categorías inferiores del club de Nervión. Seguramente, los nexos más claros sean el holandés Idrissi, al que Monchi tiene cedido en el Cádiz desde enero, y sobre todo el presidente amarillo Manuel Vizcaíno, palangana confeso que llegó a ejercer también de subdirector general en el Ramón Sánchez-Pizjuán.