Bustinza sale del anonimato
Ante el Lugo Nafti dio al capitán del Leganés 12 minutos que rompieron una racha de 11 convocatorias seguidas sin jugar ni un minuto. Su futuro en Butarque, en duda.
Unai Bustinza salió el pasado domingo en Lugo del anonimato deportivo en el que vivía desde que, el 23 de enero, ante el Burgos, jugó apenas 13 minutos. En aquel duelo aciago en El Plantío, salió al césped al descanso y vio dos amarillas que le supusieron la roja cuando ni siquiera llevaba un cuarto de hora jugando. Para entonces el Lega ya caía 3-0. El partido acabó 4-0. Tras aquello, el capitán del Leganés encadenó 11 convocatorias seguidas sin jugar pese a estar en el banquillo hasta que, en el Anxo Carro, Nafti le dio doce minutos para ejercer en el centro de la defensa.
Se trató de una presencia testimonial que rompió una tortura para el defensa, bestia competitiva donde las haya y hombre poco acostumbrado a estas situaciones de ausencia absoluta en las alineaciones o en los partidos. Desde que firmó por el Leganés como cedido del Athletic en 2015, el de Bilbao jamás había jugado tan poco.
De hecho, y salvo vuelco en su estatus de aquí al final de las cinco jornadas que restan, lo normal es que ésta sea la temporada que menos partidos vaya a disputar de blanquiazul. Precisamente la primera en la que compitió al sur de la capital tiene el registro más bajo con 17 participaciones oficiales. Este curso ya son 13, y, en el mejor de los casos, llegaría a las 18.
Clave como capitán
“Bustinza, lo que nos ha dado fuera del campo lo he dicho muchas veces. Tiene mucha competencia. No baja los brazos. Piensa que puede tener minutos y eso lo hace muy competitivo”, comentó Nafti en la previa elogiando, de nuevo, la actitud del futbolista, siempre implicado en la causa común del equipo pese a ese rol terciario al que el propio Nafti le había destinado.
“Cosas que la gente no ve”, explicó un día de finales de marzo el entrenador pepinero. “Primer partido de Jimmy Giraudon. Fue un palo para Bustinza no jugar. Con las bajas de Kenneth, de Bruno, de Quintillá, de Palencia… un palo. Hay que ponerse en su lugar. Pues estuvo diez minutos hablando con Jimmy antes del partido para ayudarle. Para mí, esto es igual o más importante que el rendimiento en el verde. Sea él o Eraso… a nosotros como cuerpo técnico, nos da la vida”, le elogió.
Un futuro en duda
Sin embargo, pese a tanto piropo, pese a tanta frase de apoyo, lo cierto es que el zaguero, segundo jugador en la historia del club con más partidos en Primera y, junto a Rubén Pérez, el único que ha superado los 100 entorchados en la élite de blanquiazul, afronta un panorama complejo que invoca a un verano agitado. El jugador ya ha manifestado que su deseo es seguir en Butarque y cumplir el año que le resta de contrato (renovó tras el final de la pasada temporada), pero al sur de la capital no está tan claro que el club vaya a darle el mismo estatus.
Muy valorado por sus aportaciones como capitán, el problema de su situación es que ni él, ni seguramente el Leganés, se conformarían con esa actitud fuera del terreno de juego como única presencia de Bustinza en el día a día del equipo.