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O. LYON 5 - MONTPELLIER 2

El Lyon apura sus opciones europeas; el Mónaco toma impulso entre el bochorno

Manita de los lioneses al Montpellier para llegar a jugar competiciones europeas. El Mónaco se afianza para la previa de Champions League.

Lyon's French midfielder Houssem Aouar (C) celebrates with team mates after scoring a goal during the French L1 football match between Lyon and Montpellier at The Groupama Stadium in Decines-Charpieu, near Lyon, on April 23, 2022. (Photo by OLIVIER C
OLIVIER CHASSIGNOLEAFP

El Lyon no se rinde en su objetivo de culminar la temporada en puestos europeos y se colocó a cuatro puntos de la quinta posición tras golear 5-2 al Montpellier en una jornada en la que el Mónaco tomó impulso en el estadio Geoffroy-Guichard, donde los aficionados del Saint-Étienne obligaron a interrumpir el duelo por el lanzamiento de fuegos artificiales. Con los tantos de Moussa Dembélé, Thiago Mendes, Karl Toko Ekambi y con un doblete de Houssem Aouar, el Olympique Lyon despachó un partido que estuvo igualado hasta la última media hora, en la que los hombres dirigidos por Peter Bosz pegaron el acelerón para dejar atrás al Montpellier. El Lyon necesitaba la victoria.

Tenía que volver a ganar después de caer el pasado miércoles frente al Brest (2-1). El pasado fin de semana ganó 6-1 al Girondins y no pudo evitar tropezar para seguir con una tendencia irregular que es su condena esta temporada. Se recuperó de nuevo contra el Montpellier y ya no puede permitirse más fallos si no quiere quedarse sin el premio europeo. El primero en dar un golpe encima de la mesa fue Dembélé. Hizo su tanto número dieciséis del curso tras aprovechar un rebote dentro del área.

El segundo, fue Thiago Mendes, que a los 43 minutos acertó con una falta directa. Sin embargo, el Olympique Lyon desperdició una ventaja muy valiosa para marcharse al descanso con tranquilidad y, en el tiempo añadido, Elye Wahi y Teji Savanier, desde el punto de penalti, igualaron el encuentro. Entonces, el Olympique Lyon tuvo que empezar desde cero y pulsar el botón de reinicio para volver a la carga y a por tres puntos que no se le podían escapar. Y lo consiguió.

Avisó con un disparo al palo de Toko Ekambi y, finalmente, Aouar rompió la igualdad a los 63 minutos con su primer tanto de la tarde, un zurdazo raso al borde del área tras un gran control orientado que aclaró el camino hacía la portería defendida por Jonas Omlin. El tanto de Aouar desató definitivamente al Olympique Lyon, que poco después hizo el 4-2 con un disparo desde fuera del área y el 5-2, de nuevo obra de Aouar, que certificó su gran partido gracias a otro gran tanto: pase de Ekambi, derechazo con efecto desde fuera del área y doblete para Aouar.

El 5-2 final colocó al Lyon con 52 puntos, a cuatro del Estrasburgo (jugaría la Liga Conferencia) y del Rennes (disputaría la Liga Europa), que cuenta con un partido menos que disputará este domingo. En el próximo mes, disputará cuatro finales: visitará al Marsella, al Metz y al Clermont y recibirá al Nantes. No puede fallar en ninguna.

Bengalas, fuegos artifiacles y un partido interrumpido

Algo más despejado está el camino del Mónaco, que ganó 1-3 al Saint-Étienne un duelo protagonizado por los aficionados locales, que provocaron diversos incidentes que obligaron a interrumpir el encuentro a falta de media hora por el lanzamiento de fuegos artificiales en uno de los fondos del estadio Geoffroy-Guichard.

Pudo reanudarse, pero el fútbol francés quedó otra vez manchado y de nuevo por una afición reincidente que ya ha provocado la interrupción de otros partidos en la última década. La mala situación de su equipo, en puestos de descenso tras la derrota, provocó la ira de los ultras del Saint-Étienne, incapaces de controlarse en un mal momento de su equipo. El Mónaco, con los tres puntos en el bolsillo, se asentó en la tercera posición y, a la espera del resultado del Rennes, podría conseguir una ventaja de tres puntos que, a falta de cuatro jornadas para el final, pueden ser oro para culminar la temporada en posiciones de Liga de Campeones.

Wissam Ben Yedder y Kevin Volland adelantaron en la primera parte al cuadro monegasco, que no pudo evitar que el Saint-Étienne redujera distancias desde el punto de penalti por medio de Wahbi Khazri justo antes del descanso. Sin embargo, Timothee Kolodziejczak, con un gol en propia meta, sentenció al Saint-Étienne a falta de media hora para el final y justo antes de los incidentes protagonizados la hinchada verde.

En el minuto 67, el árbitro del encuentro, Bastien Dechepy, ordenó a los jugadores y al cuerpo técnico de ambos equipos dirigirse a los vestuarios después de que los aficionados del Saint-Étienne lanzaran una gran cantidad de fuegos artificiales que impactaron sobre el techo de su estadio. Tras la reanudación, Myron Boadu ahondó en la herida con el cuarto y selló la goleada.