Aprobados y suspensos del Granada: Más orden con Karanka

Maximiano: El portugués estuvo en su línea. Bien en varios tiros lejanos, dando seguridad a la defensa y siempre ordenando. Cierto que tuvo algún error con el pie y por alto, pero no tuvo consecuencias. No tuvo que hacer grandes paradas.

Quini: Sufrió de lo lindo con Carrasco y en el minuto 3 vio la amarilla. Pero el cordobés se recompuso y nunca le perdió la cara al partido. En los primeros minutos se vio desbordado, pero poco a poco le fue cogiendo el pulso al partido. Lo que no tuvo es demasiada incidencia en ataque, su misión era parar a Carrasco.

Víctor Díaz. Se jugó el penalti con Griezmann, pero Gil Manzano interpretó que era un golpe. Se entiendió bien con Duarte en el centro de la defensa que estuvoer estuvo ordenada y con las ideas claras. Le tocó defender a Suárez en la segunda parte y lo hizo con solvencia. Vio la amarilla por un agarrón a Carrasco y no estará frente al Celta. Baja importante.

Duarte: El jefe de la defensa, no es el del año pasado, pero en el Metropolitano dio muestras de que puede volver a serlo. Bien al corte y cerrando en los balones laterales. De lo mejor del equipo. Aunque en el descuento vio una amarilla que le impedirá también estar ante el Celta.

Escudero: Defensivamente estuvo bien, como todo el equipo. Trabajó sin descanso y no tuvo demasiados problemas en su banda. Lo intentó desde fuera del área en una de sus llegadas arriba. Se entiende bien con Machís. Vio amarilla en el 57' por un agarrón, pero no está apercibido.

Petrovic: El serbio estuvo de diez. Trabajó sin descanso en la medular, ayudó a todos, en un lado y en otro. Ganó el duelo en varias contras que fueron clave para evitar males mayores y supo mover al equipo cuando el Granada conseguía tener el balón. Su mejor partido desde que llegó a Granada.

Milla: Le tocó dar un paso atrás para organizar al equipo en la salida de balón. Sigue siendo el mejor del Granada partido tras partido. Movió el balón de un lado a otro, mandó en la presión y en defensa llegó a todas. Se siente más cómodo cuando le dan galones desde atrás.

Puertas: El almeriense no para de trabajar en todo el partido. Lo intenta, una y otra vez, lucha cada balón como si le fuese la vida en ello. Tuvo algún robo arriba peligroso, se lió con regates en ocasiones, pero nunca se rindió. Se fue con calambres del gran esfuerzo y una amarilla más.

Collado: De enganche y con libertad el del Barcelona es muy bueno. Dejó muchos detalles de su calidad, entre otros una jugada maradoniana que apunto estuvo de hacer un roto a los rojiblancos. Subo conectar bien con Milla, aunque no se entendió tanto con Luis Suárez. Buen partido en esa posición más adelantada.

Machís: El venezolano siempre es peligroso. Lo intentó con varios tiros desde fuera del área sin suerte. Cierto que podría haber elegido algún pase más peligroso, pero confía en su gran tiro. En la segunda mitad tuvo menos incidencia y se marchó lesionado en el 60' con problemas musculares.

Luis Suárez: Volvía al equipo y el colombiano fue el de siempre. Lucha y pundonor, pero el sigue faltando gol y elegir mejor en muchas ocasiones. Tuvo alguna pérdida que pudo costar un disgusto. Siempre va a por todas y tuvo algún tiro sin demasiado peligro.

Desde el banquillo

Uzuni: Salió en el 60' por Machís y el albanés no se le puede negar lucha. Trabajó junto a Escudero cuando el Atlético más apretaba y tuvo una buena carrera en la que pidió falta, pero no se la concedieron.

Bacca: Entró en el 75' después de diez partidos sin jugar. La baja de Molina de última hora y que Arezo está tocado pudo hacer que Karanka se decidiese por él. Tuvo un remate en un córner y poco más, aunque sí que ayudó en defensa.

Montoro: Salió en el 75' y como Bacca le tocó más defender que atacar. El valenciano siempre ha sido vital en este equipo y poco a poco va cogiendo ritmo que es lo importante para el Granada.

Raba: Salió en el 85 por un Puertas muy cansado. Apenas pudo hacer nada, aunque se equivocó en una contra que pudo crear más peligro.

Karanka: Sólo ha tenido un entrenamiento para trabajar con el equipo pero parece que ha dado con la tecla, al menos, defensiva. Se vio un conjunto más ordenado detrás y con las ideas más claras. El nuevo rol de Milla, sacando el balón desde atrás, le hizo brillar más y le dio libertad a Collado para crea. Duarte será el jefe de de su defensa. Cambió el sistema a un 1-4-2-3-1 y le funcionó. Está claro que el gran problema del equipo está en la mente.