NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

BARCELONA

Xavi busca soluciones para levantar un vestuario tocado

Las dos últimas derrotas han dejado un poso de preocupación y decepción en el seno del club al ver cómo se apeaba el equipo de dos competiciones en apenas cinco días.

Actualizado a
Xavi busca soluciones para levantar un vestuario tocado
JOAN M BASCUDIARIO AS

Xavi Hernández está viviendo uno de los momentos más complicados desde que cogió el club hace cinco meses. La eliminación en la Europa League tras perder en casa ante el Eintracht (2-3) y la derrota frente al Cádiz (0-1), cuando el equipo aún soñaba con el 'milagro' de remontar al Real Madrid, junto a la lesión del jugador más en forma esta temporada, el canario Pedri, han dejado al vestuario visiblemente 'tocado' y con un mar de fondo que amenaza tormenta de cara al tramo final de temporada.

El presidente Joan Laporta fue el primero en manifestar su "decepción" por estos últimos resultados, aunque haciendo honor a su optimismo a prueba de bombas, mantenía su discurso recalcitrante de que "hay esperanza hasta que las matemáticas no digan lo contrario". En cambio, en el vestuario empiezan a ser mucho más pragmáticos, reconociendo que la derrota del lunes fue "un auténtico palo" y que ahora ya no miran al Real Madrid, sino en revertir cuento antes la mala dinámica para salvar los muebles de cara a la clasificación en la Champions.

El primer objetivo de Xavi es recuperar las buenas sensaciones que el equipo ha perdido desde el partido ante el Sevilla (1-0) en el Camp Nou, el último que los técnicos consideran que se dio una buena imagen. Una de las claves para explicar este bajón de juego y mentalidad se señala en defensa, donde Xavi no ha podido contar con sus centrales titulares desde que Gerard Piqué se tuviera que retirar durante el partido de ida ante el Eintracht. La baja del central catalán ha repercutido notablemente en la seguridad defensiva, ya que ni Eric Garcia ni ya no digamos Clement Lenglet tienen la experiencia ni la calidad del jugador. El día del Cádiz además tampoco estuvo Ronald Araújo, sancionado, por lo que la inseguridad atrás se agravó exponencialmente.

Tampoco las últimas decisiones arbitrales han ayudado al equipo, ni en LaLiga ni en Europa League. Sin ir más lejos, al Barcelona le pitaron tres penaltis en un mismo partido por primera vez en su historia y aún así fue capaz de salir airoso de esta circunstancia, ganando 'in extremis' al Levante (2-3) en el Ciutat de Valencia.

Pero el motivo que más ocupa y preocupa a los técnicos es el evidente bajón de juego del equipo, evidenciado sobre todo en un descenso alarmante de la capacidad goleadora del equipo, con el partido de este lunes como máximo exponente, donde no fue capaz de abrir el marcador. Ni Aubameyang, ni Memphis, ni Dembélé, ni Ferran ni tampoco Adama están teniendo acierto en los últimos partidos, dejando un poso de frustración, que se refleja en la falta de eficacia en los hombres de arriba.

También en el mediocampo hay síntomas de fatiga mental, sobre todo en un Frenkie de Jong, que atraviesa un bache de juego notorio, y en un Sergio Busquets, que lo juega prácticamente todo al no tener un relevo en condiciones. A esta situación alarmante se suma la baja por lesión de Pedri, que ha dicho adiós a la temporada por una rotura muscular, y la falta de continuidad de Nico, que no acaba de estar a la altura de las expectativas.

En todo caso, Xavi confía en la reacción de sus hombres de cara a los siete partidos que restan de la temporada. Para empezar, porque espera recuperar ya este jueves a su pareja de centrales titulares, Piqué y Araújo, y el domingo a más tardar, ante el Rayo, dar a Ansu Fati los primeros minutos del año con el fin de dinamizar el bloque ofensivo.

"Nos levantaremos porque somos el Barça", fue el primer mensaje que envió Xavi a sus hombres nada más perder ante el Cádiz, consciente que el equipo necesita un 'plus' de motivación para agitarse. Con LaLiga más lejos que nunca, Xavi tiene el difícil reto de enchufar a sus hombres para que luchen por la segunda plaza, que no sólo permite jugar la Champions el año próximo, sino también participar en el 'polémico' cuadrangular de la Supercopa de España en Arabia Saudí que Piqué patrocina.