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LEGANÉS

La caída libre del Leganés podría ahuyentar la renovación de Nafti

El club aún no ha iniciado diálogo con el entrenador para continuar. Aunque sus registros para sacar al equipo del descenso son buenos, preocupa la última racha.

La caída libre del Leganés podría ahuyentar la renovación de Nafti
PACO PAREDESDIARIO AS

Los malos resultados que ha cosechado el Leganés en los últimos partidos de Liga (tres puntos de 12 posibles con tres derrotas y una única victoria agónica ante el Fuenlabrada por 3-2) y, sobre todo, la mala imagen dada por el equipo en este tramo fundamental del campeonato amenazan con lastrar las opciones de renovación de Mehdi Nafti.

El preparador franco-tunecino, como él mismo ha reconocido en sala de prensa, no ha tenido todavía noticias del club. “No… no…”, respondía rotundo en su penúltima comparecencia. En Butarque nadie se ha puesto en contacto con él o con su entorno para empezar a dialogar una continuidad que, de seguir esta senda de aquí a final de campeonato (aún quedan seis jornadas, que no son pocas) podría no llevarse a término.

“Nos jugamos mucho”

Nafti lo sabe. Al menos ya ha deslizado en alguna de sus comparecencias que, efectivamente, es importante acabar bien lo que resta de curso por lo que cada uno se juega de cara al curso que viene. “Vamos a seguir peleando y demostrando que somos capaces de llevar al club lo más alto posible”, comentó en la previa ante el Fuenlabrada.

Cuestionado el pasado jueves directamente por sus opciones de seguir en función de ese tramo final de curso, Nafti regateó la cuestión. “Es que… para mí es un examen cada jornada. Desde mi primer partido. Luego como yo me sienta… es diferente. Pero yo tengo un escudo y tengo que cumplir con mi trabajo”, insistió sin esconder que “nos estamos jugando mucho. Hay que cumplir con los deberes”.

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Mensaje autocrítico

Por ahora, esos llamamientos al orgullo y amor propio de la plantilla no están funcionando y el equipo acumula resultados negativos en los que el técnico asume el mea culpa (parece) como fórmula de proteger a su plantilla. “Me gustaría pensar que no ha faltado motivación. Eso sí que nos ha faltado ritmo. Cuando vas perdiendo y te falta todo eso… puede parecer que sea falta de motivación. Es entendible. Me gustaría pensar que no ha sido falta de motivación. Y si ha sido esto… el único responsable soy yo”, añadió tras el 0-3 ante el Málaga.

Discurso autocrítico que al sur de la capital agradecen. El problema es que esos mismos argumentos podrían volverse en su contra a la hora de buscar la renovación y, efectivamente, servir como excusas al club para no ofrecerle la continuidad. Claro que, de no haber renovación, también se deberá a otros motivos.

Vértigo ante el playoff

En contra de Nafti juega la reciente falta de competitividad de un Leganés que, cuando ha tenido que medirse ante equipos de la zona alta de la tabla, ha fallado y obtenido escaso botín. Sus números más positivos siempre han sido frente a conjuntos de la zona media-baja. A ello hay que añadir que las dos-tres veces que el Leganés ha podido engancharse a la disputa por el playoff, se ha caído. Sucedió en Las Palmas o ante el Oviedo.

Es cierto que cuando el Leganés contrató a Nafti, el único y fundamental objetivo era tratar de sacar al equipo de los puestos de descenso en los que andaba enfangado. Y ahí, salvo sorpresa trágica (maneja un colchón de 11 puntos), Nafti ha cumplido con extraordinaria nota. Sucede que el Lega jamás abandonó, aunque fuera de reojo y con la boca pequeña, el deseo de jugar los playoff de ascenso. Primero, porque entiende que había plantilla para ello. Y segundo, porque los resultados cosechados con Nafti al frente del equipo demostraron que, de no ser por el mal arranque de Liga, no habría sido nada descabellado estar en la pomada.

Tan en mente tenía el club ese objetivo de jugar el playoff, que una de las cláusulas del contrato de Nafti admitía la renovación automática del técnico en caso de entrar en los puestos de promoción, eso sí, condicionada a unos factores que, en cualquier caso, ya no se darán. Jugar la fase de ascenso es ya utopía para el Leganés y, por lo tanto, cualquier posibilidad de renovar al técnico pasa por el diálogo entre ambas partes. Una opción por ahora no iniciada y que también dependerá de la imagen y resultados del equipo en este tramo final de curso.