Llorente reverdece viejos laureles
Jugó 90 minutos dos años después y se estrenó como goleador en Ipuria ante la UD Las Palmas: "Estoy muy contento de haber encontrado por fin la forma", señala.
Llorente está cogiendo el aire a la temporada. Espera que no sea demasiado tarde. Ha jugado cinco de los seis últimos partidos y el único que se ha perdido ha sido por sanción. Además, marcó el 20 de marzo su primer gol un año después, ante la Ponferradina (no lo hacía desde el 6 de marzo de 2021 en un Udinese-Sassuolo) y al fin se ha estrenado en casa, el viernes ante Las Palmas. Las buenas noticias se siguen encadenando, ya que actuó los 90 minutos de juego, solo se perdió el descuento, cuando dejó paso a Leschuk. No saboreaba esa sensación desde el Nápoles-Perugia, el 14 de enero de 2020.
“Hay que seguir trabajando duro, quedan seis partidos y el objetivo está cerca”, sostiene el delantero de Rincón de Soto. “Estoy muy contento por haber encontrado por fin la forma, me ha costado bastante, venia de estar parado mucho tiempo y no ha sido fácil, pero lo he logrado a base de esfuerzo y de no perder nunca las ganas de trabajar y seguir dando lo mejor de uno mismo para estar cuando el equipo lo necesite. Es una satisfacción estar en el verde”.
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El campeón del mundo remarca que el estreno realizador en Ipurua fue “muy especial”, especialmente “por ayudar al equipo a sumar este punto y ojalá pueda hacerlo muchas más veces”. “Quedan pocos partidos, este final llega en un buen momento para mí y daré lo mejor, ojalá que consigamos el objetivo”. El tanto a los canarios fue marca de la casa, de cabeza, haciendo un escorzo complicado. “No era fácil porque iba a mucha velocidad el centro y cogió efecto el centro, tuve que alargar el cuello y echar la cabeza hacia atrás”.
Garitano está encantado con su concurso. Su experiencia parece fundamental para este tramo decisivo. Lo más fácil parece enviar balones al área y que Llorente intente rematarlos por arriba. “Es importante para el equipo, nos ayuda a seguir creyendo. Físicamente está en su mejor momento, es una gran referencia, siempre animando y trabajando”, recalca el preparador armero, quien confiesa que “es un orgullo entrenarle y tenerle así, le vemos como el rematador que siempre ha sido”.