Carrasco y Cunha piden paso
La entrada del belga y el brasileño en el descanso dieron otro aire al equipo. El belga quiere volver a ser clave y el brasileño a tener el protagonismo previo a la lesión.
A partidos trabados, soluciones desde el banquillo. Simeone no dudó en mover al equipo tras un primer tiempo plomizo contra el Espanyol en el que habían pasado muy pocas cosas. Con Lemar y João Félix tocados, el técnico optó por un triple cambio para agitar una alineación que parecía adormecida y pagando los excesos del duelo en Champions contra el City.
La apuesta fue de quilates: Carrasco, Cunha y Griezmann para añadir colmillos al equipo. Y, especialmente los dos primeros, pusieron una marcha más y consiguieron dotar de una corriente y una intensidad de la que adolecía el partido. Un equipo que arriesgaba más y quizás menos compensado, pero con mucha mayor ansia para buscar el gol. Si Griezmann se centró más en ser ese nexo que evitase un equipo partido, Carrasco se situó por delante de Lodi para otorgar al equipo de un extremo capaz de encarar y de superar rivales por calidad individual.
Y Cunha vuelve a ser el de antes de su lesión de rodilla. Un futbolista que siempre que entra aporta energía, baja a recibir, tira desmarques en largo, está rápido y es un incordio para la defensa rival. Si los centrales del Espanyol habían vivido tranquilos, más allá de una cabalgada de João Félix en los primeros 45 minutos, Cunha siempre es un peligro. Entre el brasileño y Carrasco generaron recién inaugurada la segunda parte un gran gol, con Cunha bajando a recibir, girando y poniendo un pase al espacio para un Carrasco que recortó y definió con contundencia ante Diego López.
Un tanto iniciado por otra parte con una parada salvadora de Oblak. Y, cuando el partido se puso complicado, con la roja de Kondogbia y el tanto del empate, el belga y el brasileño fueron los jugadores que nunca perdieron la fe. Pese a la inferioridad numérica siguieron apretando arriba, buscando un error o una opción para desequilibrar el marcador y conseguir una victoria fundamental en busca de los puestos Champions. Fue el propio Carrasco quien fabricó ese último tanto. Primero con una cabalgada tremenda tras el pase largo de De Paul, recortando y forzando el córner por una gran parada de Diego López. Después sacando el córner que peinó Griezmann para la mano de De Tomás y por último asumiendo la responsabilidad y transformando el gol del triunfo en el minuto 100.
Simeone tendrá bajas contra el Granada, pero sabe que cuenta con una plantilla amplia y de mucho nivel. Y, nada para aumentar la competencia interna como aportar en cada minuto que te toca jugar. Si desde la roja en Oporto el papel de Carrasco había ido perdiendo notoriedad en el equipo, también gracias a esa capacidad de Lodi para ser determinante e ir rascando minutos al belga, es una pieza clave para el Cholo y trabaja para recuperar galones. La energía de Cunha es el camino a seguir para cualquier suplente: trabajar en silencio y dar todo cada vez que tiene minutos. Carrasco y Cunha, dos cambios claves para recuperar la senda del triunfo y para que la afición colchonera vuelva a celebrar goles.