La fuente de Cacho es un termómetro

Cuando el himno oficioso del racinguismo es cantado a coro por todo el estadio, no solo por La Gradona, es señal de que el Racing va a jugar con 12

SantanderActualizado a 18 de abril de 2022 18:17 CEST

Nacho CuberoDiario AS

Vienen guerreros

No falla. El día en el que El Sardinero canta 'La fuente de Cacho' desde los cuatro puntos cardinales es que se viene un día de emociones fuertes. A diario, son los chavales (y alguno ya talludito) de La Gradona de los Malditos y unos pocos de las preferencias los que entonan con fervor la canción fetiche, mientras el resto del estadio está a lo suyo. Limpiando el asiento, que suele hacer falta, apurando el café, saludando al de al lado..., pero cuando el partido se intuye decisivo aparecen bufandas enarboladas por las tribunas y el cántico, ya masivo, suena como un himno guerrero. Que le pregunten al UD Logroñés, que empezó el partido acongojado. Cuenta más la intención que la armonía, dede luego. En el enorme Estadio del Millenium de Cardiff, el 'Delilah' de Tom Jones o el himno galés suenan como un orfeón, acompasado por todos los lados, en los Campos de Sport parece que cada grada lleva un compás distinto..., pero en fin, somos cántabros, no galeses.

Santander es el Camelot de Arturo

Arturo Molina le ha venido estupendamente al Racing, pero tengo la sensación que el Racing también le sentado de maravilla al murciano. Justo tras ser anunciado su fichaje, un entrenador que le había tenido en sus manos me dijo que era un gran fichaje siempre que Romo tuviera claro sus virtudes y sus defectos. Que no puede jugar donde más le gusta, de mediapunta, porque le falta gol, y que no podía ser pivote, salvo momentos puntuales, porque las defensivas no son sus mejores cualidades. Bueno, pues Romo lo ha tenido claro (debe haber hecho el mismo análisis que su colega) y le ha encontrado un puesto en el que ha encajado como anillo al dedo, acostado a la izquierda, pero siendo siempre un pie amigo para mantener la posesión en campo contrario. Y eso que ahora mismo tiene otros tres jugadores, Camus, Javi Vázquez y Bustos, para ocupar esa zona. Pero son otro perfil. El juego del Racing agradece esa variedad y los números de Arturo son brutales: 11 partidos, con 9 victorias y 2 empates. Ah, y en defensa se esfuerza como el que más.

Las cuentas

Hay un montón de racinguistas haciendo cábalas sobre cuándo y dónde puede su equipo celebrar el ascenso, del que ya nadie duda, la verdad. No será fácil acertar y menos todavía que la confirmación te pille en la grada, ya que el Racing y el Depor no juegan a la vez hasta la antepenúltima jornada. Esta semana ya hay una combinación, posible pero no 100% probable, victoria en Majadahonda (sábado, 19:00) y derrota del Depor en Talavera de la Reina (domingo, 12:00), pero como el duelo de manchegos y gallegos ha pasado de viernes a domingo. Si todo sale a pedir de boca esta semana, la fiesta no sería en el Cerro del Espino, sino viendo Footters. Es lo que hay, pero lo bueno es que la dinámica del equipo permite que el debate sea sobre dónde y cuándo y no sobre si sí o si no. Sigamos tocando madera, que no cuesta nada.

Canteranos

Esta foto de Nacho Cubero la puede enmarcar César Anievas, el responsable de la Fundación Racing, en su despacho: Pablo Torre y Marco Camus, abrazados, extasiados, celebrando con la grada de El Sardinero, en donde ellos han visto tantos partidos y en donde estaban el sábado sus padres y sus amigos aplaudiéndoles. César, que comanda junto a Gonzalo Colsa las secciones inferiores, declaraba esta semana a Leila Bensghaiyar, en el DM, que "Los canteranos son buenos, bonitos y baratos". Y comprometidos. Y leales. Estos dos, concretamente, han rechazado cantos de sirena y ofertas concretas desde los 12 años porque su sueño era triunfar en El Sardinero y salir por la puerta grande. Pablo ya lo ha conseguido y Marco, si el Racing sabe lo que le conviene, lo hará también. Por cierto, acertó Amorrortu exigiendo que media docena de canteranos tuvieran plaza fija en el primer equipo, cuatro de ellos, estos dos, más Íñigo y Mantilla, están siendo vitales un año más tarde en este camino hacia un más que probable ascenso.