Un duelo sin azul en las gradas pese a que el Oviedo es favorito
El Sporting, con Babin y Djuka, intentará romper los pronósticos ante el rival más en forma del campeonato, que ha sumado 13 de los últimos 15 puntos.
El Molinón-Quini acoge el segundo derbi asturiano de la temporada, el primero con público en el estadio rojiblanco después de dos duelos sin aficionados a causa de la pandemia. La polémica de las entradas por unas medidas de seguridad exageradas respecto a otros partidos también catalogados de alto riesgo, dejará casi sin camisetas o bufandas azules las gradas del municipal gijonés el día en que el Oviedo se presenta como favorito en el feudo del eterno rival. Nadie o casi nadie duda a la hora de colgar esa etiqueta en el equipo del Cuco Ziganda. El Sporting intentará romper los pronósticos.
El equipo de José Luis Martí se presenta en el gran duelo regional después de cuatro partidos consecutivos sin derrotas, después de empates en tres salidas y una victoria. El triunfo, contundente además (4-1), se produjo en la última comparecencia del Sporting ante sus aficionados, lo que añade motivación a los sportinguistas ante un encuentro que no necesita de grandes estímulos.
Martí recupera para esta cita a Babin y a Djuka, sancionados la pasada jornada por acumulación de amonestaciones. Habrá cambios en la alineación, aunque presenta dudas prácticamente en todas las líneas. El técnico ha decidido no desvelar tampoco la convocatoria hasta última hora, una lista en la que podría entrar Jordi Calavera, el único de los lesionados que apuntaba una completa recuperación en las últimas sesiones de entrenamiento.
El equipo más en forma
Los azules aterrizan en El Molinón con la confianza a tope tras acumular dos semanas en los puestos de play-off. La sexta posición es consecuencia de las cosas bien hechas en las últimas semanas: son 13 puntos de los últimos 15 en juego. El Oviedo es el equipo más en forma del campeonato y los de Ziganda ya hablan sin tapujos del objetivo del playoff.
Para estar más cerca, llegan a Gijón con el objetivo de mantener sus buenos números y salir con algo positivo de El Molinón. Como viene siendo habitual desde que empezara la segunda vuelta, Ziganda mantiene algunas dudas sobre el sistema a emplear en el partido. Siempre pasa fuera de casa. En el Tartiere, el 4-4-2 es innegociable. Fuera se abren opciones. Por eso, lo más normal es que el Cuco apueste por el 4-3-3 que tan buenos réditos le ha dado últimamente fuera, como en la segunda parte del Anxo Carro, donde el equipo reaccionó hasta lograr el empate, y en Cartagena, con un triunfo importantísimo.
De ser así, Javi Mier sería el gran beneficiado con su entrada en el once para reforzar la medular azul. Obeng le dejaría su sitio en el equipo, quedando Borja Bastón como único delantero. Otra de las novedades será la presencia de Rodri Tarín en el centro de la zaga, este por obligación. David Costas, líder de la defensa carbayona, se pierde el derbi por acumulación de amarillas, una de las ausencias más dolorosas que podría tener el Oviedo, y llega la alternativa para el ex del Leganés.
La otra ausencia obligada es la de Joni Montiel, también sancionado, que vio la amarilla ante el Lega el pasado domingo y debe cumplir sanción en el derbi. Otra baza para las segundas partes con la que ni podrá contar Ziganda.
El derbi no contará con masiva presencia de seguidores del Real Oviedo, pero la afición azul ya se ha anotado de momento el primer tanto del partido. Alrededor de 2.000 seguidores oviedistas acudieron al Carlos Tartiere para animar al equipo en el último ensayo previo al duelo en El Molinón-Quini. El día anterior en Mareo, en cambio, los sportinguistas que se reunieron para arropar al conjunto de Martí apenas llegaron al medio millar. No obstante, la afición del Sporting llenará el estadio con la ilusión de romper los pronósticos y la mala racha de resultados ante el eterno rival.